El misterio que rodea a una estrella no tan lejana
INVESTIGACIÓN. El telescopio Kepler descubrió extrañas formas en torno a un astro que se encuentra a 1.480 años luz de la Tierra, lo que ha hecho a algunos científicos incluso hablar de vida extraterrestre.
El hallazgo ha desatado una serie de especulaciones, que van desde la posibilidad de que se trate de fragmentos de cometas hasta la idea de explorar posible vida inteligente extraterrestre.
Todo comenzó cuando el telescopio detectó que el brillo de KIC 8462852 se había visto atenuado de una forma irregular en los últimos años. La primera explicación, según publicó El País, apuntaba a que podía tratarse de un planeta que pasaba por delante del astro atenuando el brillo, pero el efecto era demasiado drástico para que esa fuera la explicación.
Las tesis
Realizando mediciones de los parpadeos de luz, los científicos pueden calcular las dimensiones de los objetos que orbitan en torno a una estrella. Así fue que determinaron que lo que existe a su alrededor no son planetas comunes y corrientes, sino que se trataría de objetos de distintos tamaños que se desplazan a diversas velocidades y no siguen un trazo estable, como sí lo hacen los planetas en los sistemas conocidos.
Y eso no sería extraño si se tratara de una estrella joven. Cuando un sistema solar está en su etapa de formación y aún no se regulan las órbitas de los objetos que giran a su alrededor, es normal observar una especie de desorden planetario.
Pero no es el caso. Los científicos han observado que las radiaciones que emite el astro son menores a los que usualmente se registran en torno a una estrella joven.
Los científicos que han estado observado las particularidades de KIC 8462852 en los últimos meses, han ido descartando posibles explicaciones de las rarezas que han descubierto. Y hasta el momento se han quedado con una: que podría tratarse de cometas que son atraídos por el astro por la fuerza magnética de otra estrella cercana.
La teoría del revuelo
Pero hay una segunda teoría que ha surgido del trabajo de los voluntarios que participan del proyecto Planet Hunters, el programa de la Universidad de Yale lanzado en 2010 que descubrió KIC 8462852, que ha generado revuelo.
Jason Wright, un joven astrónomo de la Universidad Penn State, publicaría próximamente un artículo para detallar la hipótesis de que podría tratarse de megaestructuras que habrían sido creadas por un tipo de civilización para aprovechar la energía de la estrella.
Él y Tabetha Boyajian, investigadora de Yale responsable de Planet Hunters, quieren pedir tiempo del telescopio VLA de Nuevo México, EE.UU., para buscar ondas de radio de artefactos creados por algún tipo de vida inteligente. "Nunca habíamos visto nada como esta estrella", dijo Boyajian.
"Cuando (Boyajian) me mostró los datos, yo estaba fascinado por lo loco que se veía", dijo Wright a la revista Slate. "Los extraterrestres deben ser siempre la última hipótesis, pero esto parecía algo que se puede esperar que haya construido una civilización alienígena", agregó.
Sin embargo, para ambos científicos la posibilidad de que se trate de una megaestructura alienígena es muy remota, "pero también debemos abordarlo con escepticismo", sentenció Wright.
El planeta "tragado" por un astro
Astrónomos de la U. de Warwick descubrieron un sistema estelar en el que un cuerpo similar al Sol en la última fase está desintegrando restos de un planetoide de composición similar a la Tierra. Los científicos vieron fragmentos de roca que orbitan la estrella WD 1145+017, que agotó su combustible. Alrededor se ve polvo, que se ha generado a partir de choques entre cuerpos rocosos como asteroides y planetas, escenario que podría ser similar al que vivirá el sistema solar en millones de años, cuando el Sol agote su energía.
Carolina Collins carolina.collins@mediosregionales.cl
La estrella KIC 8462852 se encuentra a una distancia de 1.480 años luz de la Tierra, pero dentro de la misma galaxia, la Vía Láctea. Ese astro ha despertado la curiosidad de los científicos, luego de que el telescopio espacial Kepler, de la NASA, detectara que en torno a ella orbitaban extraños objetos, que han sido descritos incluso como "megaestructuras".
La estrella misteriosa está en la vía láctea, la misma galaxia en que se encuentra la tierra