La difícil labor que cumplen los funcionarios de gendarmería
VOCACIÓN. Pasan varias horas al día al cuidado de los internos de la cárcel de Calama, poniendo en riesgo su vida, pero tienen claro que es el oficio que escogieron y sus familias son un pilar fundamental para soportar las dificultades que se les puedan presentar.
Ser un funcionario de Gendarmería de Chile es una de las labores más difíciles que puedan existir en el país, ya que en cada turno que deben cumplir, los gendarmes ponen en riesgo su vida para dar protección a los internos que tengan a cargo en el recinto penitenciario que estén desempeñando funciones.
Muchas veces esta dedicación por el trabajo que realizan a diario no es reconocida por la sociedad, incluso en ocasiones es muy mal mirada o ninguneada, estigmatización que busca ser cambiada a través de la historia de un alto oficial y un funcionario de la institución.
También conoceremos las demandas de los gendarmes, quienes buscan mejores condiciones salariales y acceso a viviendas fiscales, lo que mejoraría en un 100% su calidad de vida y el desempeño laboral, debido a que la región de Antofagasta es la más costosa para vivir del país.
Historia
Los inicios de lo que hoy conocemos como Gendarmería de Chile, se remontan a la época de la colonia, siendo ésta una subdivisión del Ejército, que en esa época cumplían funciones militares, policiales y penitenciarias. En sus orígenes esta rama fue denominada Cuerpo de Gendarmería de Prisiones, Regimiento de Gendarme de Presiones o Servicio de Prisiones.
No fue hasta el año 1843 que se vuelve en una institución autónoma, luego que el Presidente de la República, el general Manuel Bulnes, creará la Penitenciaría de Santiago, siendo todo un hito de su mandato.
Actualmente Gendarmería de Chile depende exclusivamente del Ministerio de Justicia, por lo que no es considerada como una rama de las Fuerzas Armadas y con los años ha ido profesionalizando las labores que cumplen sus funcionarios, sobre todo en lo que tiene que ver con los Derechos Humanos.
Funcionarios
El director regional de Gendarmería de Chile, el coronel Pedro Villarroel, que para quien siempre fue una opción convertirse en gendarme, ya que su vida siempre estuvo ligada a la institución, debido a que su madre y su padre eran funcionarios penitenciarios, y siempre le llamó la atención el uniforme.
"Cuando éramos niños mis padres llegaban con el uniforme e imponían disciplina. En la década de los ochenta la situación económica no era muy buena y las familias elegían al hijo que iría a la universidad, siendo elegida mi hermana menor, por lo que yo y mi hermano debimos optar por trabajar en cualquier cosa o ingresar a la institución, y ambos elegimos la última, sabiendo que tendríamos un trabajo seguro", explicó el coronel Villarroel.
Una historia muy parecida es la del cabo José Echeverría de 32 años, quien cumple funciones hace 10 años en la guardia interna de Centro de Detención de Preventiva (CDP) de Calama y además es el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) de El Loa, quien señaló que decidió seguir una carrera en Gendarmería de Chile por la estabilidad laboral y por crecimiento profesional, ya que la institución entrega la posibilidad de que el personal pueda capacitarse en diferentes casas y centros de estudio.
"Yo soy del sur de Chile y en esa zona no son muchas las posibilidades laborales, por lo que decidí ingresar al servicio público y elegí postular a Gendarmería de Chile, felizmente siendo seleccionado entre miles de jóvenes", enfatizó el cabo Echeverría.
Ambos funcionarios de Gendarmería de Chile concordaron que en la escuela de formación aprendieron muchas cosas relacionadas con el trabajo mismo y con el desarrollo personal, herramientas que le sirven hasta el día de hoy.
Labor en la cárcel
Una vez que se graduaron y comenzaron a cumplir funciones en los distintos centros privativos de libertad que les fueron asignados, se tuvieron que enfrentar cara a cara con los internos, muchos de estos avezados delincuentes, poniendo en algunas ocasiones en riesgo su integridad física.
"Ante todo somos servidores públicos y sabemos que los riesgos son constantes y latentes cada día, es un trabajo con mucho desgaste físico y mental, existen riesgos de muchas tipos, por ejemplo en el entorno perimetral y el servicio de centinela, labor que desgasta por la cantidad de días de trabajo que a veces son constantes y monótonos. En la custodia directa de la población penal, existe un alto riesgo de la integridad física del personal que allí realiza sus labores día a día", comentó el funcionario de la cárcel de Calama.
Por su parte, el director regional de Gendarmería de Chile indicó que los pilares fundamentales para poder convivir a diario con los internos es el compañerismo entre colegas y el apoyo de la familia, soportando extenuantes jornadas laborales y los problemas que se puedan presentar en el turno, ya que muchas veces los gendarmes son provocados o insultados y éstos deben actuar de una manera profesional.
"Los motines no son tan seguidos gracias a la implementación de mayor seguridad en las unidades y la especialización de los funcionarios. La violencia siempre va estar al interior de una cárcel y muchas veces hay personas que llegan a cumplir su pena con mala disposición y le hacemos entender que las reglas las ponemos nosotros", dijo el coronel Villarroel.
Los largos horarios hacen muy difícil compatibilizar las funciones carcelarias con la familia, debido a que es un trabajo bastante demandante y desgastante, pero la satisfacción de estar, aunque sea un par de horas con ellos, los insta a seguir desempeñándose hasta dar la vida si es necesario como juraron al momento del salir de la escuela.
"La familia es un pilar fundamental en nuestra carrera como funcionarios de Gendarmería de Chile, más aún ya que hay un número importante de funcionarios que se encuentran lejos de sus seres queridos. Para los que no tienen familia en Calama, el apoyo mutuo entre colegas es primordial", expuso el cabo Echeverría.
Los trabajadores penitenciarios confían en que de alguna manera se logren mejorar las deficiencias existentes, utilizando el mayor tiempo posible en actividades familiares y con la familia de Gendarmería que existe en la ciudad.
Demandas
Por años los funcionarios Gendarmería de Chile han luchado por mejoras en sus condiciones laborales, sobre todo en la provincia de El Loa, ya que es una de las zonas más cara del país para residir, por sus altos estándares de vida
Entre los problemas con más urgencia están las condiciones salariales y acceso a viviendas fiscales, ya que una vez que se solucione mejoraría en un 100% su calidad de vida de los gendarmes y su desempeño laboral.
El presidente de la Anfup El Loa, precisó que "son muchas las temáticas a mejorar, fundamentalmente en Calama, lo más importante es el aumento de bonificación por zona, del 35% actual a un 105 %, propuesto en un proyecto que se encuentra actualmente en el Ministerio de Justicia. Además de lograr la obtención de viviendas fiscales para nuestro personal, tema abordado por nuestra directiva provincial con las autoridades locales en el Congreso, de lo cual esperamos pronta respuesta. También buscamos que se aumente la cantidad de funcionarios existentes y un posible cambio en los turnos de trabajo".
A lo que el director regional de Gendarmería de Chile respondió que "tienen toda la razón en sus demandas, porque la vida en la región es cara, por lo que estamos luchando para incorporar un bono de arriendo o de libre disposición, para que los funcionarios puedan sobrevivir de mejor forma en la zona".
"Soy del sur de Chile y en esa zona no hay muchas posibilidades laborales, por lo que decidí ingresar al servicio público y elegí postular a Gendarmería de Chile, felizmente siendo seleccionado entre miles de jóvenes".
Cabo José Echeverría
Funcionario del CDP de Calama
"Los motines no son tan seguidos gracias a la implementación de mayor seguridad en las unidades y la especialización de los funcionarios. La violencia siempre va estar al interior de una cárcel y muchas veces hay personas que llegan a cumplir su pena en mala disposición".
Coronel Pedro Villarroel, Director regional de Gendarmería