Antiguas rutas troperas permitieron el tráfico precolombino en El Loa
INTERCONEXIÓN. Desde senderos hasta verdaderos circuitos de tránsito de caravanas, estas vías fueron parte esencial de la consolidación incaica en esta zona, sirvieron como refugio a las largas jornadas de viaje y unieron al Amazona con el Pacífico y sus intermedios.
E n la inmensidad del desierto loíno surgen y se esconden al mismo tiempo una infinidad de caminos y vías que por siglos unieron a esta parte de América con puntos tan diversos como el Amazonas y las culturas que la componen.
Las llamadas "rutas troperas" fueron testigos de largas e importantes travesías que fueron utilizadas para la conexión de distintos pueblos y en ella la compleja relación que establecieron en el intercambio y el trueque con las bondades agrícolas, culturales, y sobre todo minerales que tuvieron a El Loa como un importante centro de abastecimiento de esta materia prima.
Caminos y senderos revelan que la presencia del hombre está ligada a tiempos pretéritos de permanencia y comunión con su entorno y que ayudó a sortear distancias, necesidades y un sinfín de interconexiones que incluso tienen una data reciente.
Palabra autorizada para hablar y entregar detalles de estas verdaderas rutas y guías de viajeros y caravanas es el investigador Osvaldo Rojas, quien en sus expediciones y trabajo de campo a encontrado y develado la importancia "de la movilidad del ser humano en este territorio y que en su ir y venir se asocia al desarrollo tecnológico y social de las comunidades primitivas", dice sobre su experiencia.
"La importancia de estos complejos y simples a la vez- sistemas de tráfico en la zona develan no sólo el tráfico de mercancías y productos que van desde lo agrícola a lo alfarero, sino que además y en una gran medida, la importancia del cobre y los minerales que en otras latitudes tenían demandas constantes, y que nos dice además que la minería ha sido desde tiempos inmemoriales muy importantes para nuestra zona", explicó quien es además director del Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama.
Ruta hacia el loa
En la gran y aún no cuantificable cantidad de "rutas troperas" existe una que se consolidó por importancia e injerencia "y las evidencias están presentes y nos revelan que una de estas es la que unían al Amazonas con el Pacífico a través de la actual Potosí en Bolivia y que descendían al Loa por el cerro Miño desde el sector de Taira adentrándose por nuestra zona al llegar hasta Calama y deslizándose hacia Cobija", explicó el investigador.
En este ir y venir el investigador agrega "que comenzaron sus travesías a pie, luego en compañía de llamas y posteriormente los hicieron en conjuntos y que llevaban mercaderías que se traducían en otros productos que aprovechaban de intercambiar en las costas. Y de eso hay vestigios que han comprobado este mercado que existía gracias a las rutas troperas", ejemplificó Osvaldo Rojas sobre esta condicionante de las rutas.
Dentro de los principales usos de esta rutas troperas "siempre destaca el traslado y demanda de minerales, los que hace 2 mil años atrás ya tenían una importante requerimiento de las distintas comunidades indígenas y que era parte del tráfico diario y quizá el más importante de quienes transitaban por los diversos caminos".
Pese a que es casi "imposible el poder cuantificar con exactitud cuántas rutas, caminos y senderos existen en total estas muestras de la gran cantidad y también complejidad de rutas que unían El Loa con otras latitudes, y que eran un puente entre cada una de las culturas del norte grande con el Perú y a la vez con otras culturas que incluyen al Amazonas, podemos establecer que una de estas, y que tenía una gran importancia eran los tramos de San Pedro hacia Calama y que incluían a lo que es hoy Sico y posteriormente a Jama", explicó Rojas sobre las rutas de alto tráfico en la zona.
Nuevos vestigios
Pero contrario a lo que se cree con respecto a que todo vestigio pareciera ser de una data prehistórica y precolombina, el investigador explicó "que hay nuevas evidencias, recientes que explican la presencia de objetos y también de sepulturas al costado de caminos. En el trabajo de campo hemos encontrado hasta botellas con data de los años cuarenta, y que son también antecedentes importantes de hasta cuándo se hizo uso de algunas rutas, como las que unía a Calama con la localidad de Caracoles", precisa el investigador.
"Hubo muchas rutas y caminos que fueron empleados para el acceso a puntos de extracción minera, y que su uso decayó en conformidad a que aparecieron grandes centros mineros y las rutas fueron dejadas por otras vías, lo que explica también la gran cantidad de estos en la provincia y en general en toda la región", añadió el director del Museo de Historia Natural y Cultural del Desierto de Atacama sobre la presencia de estas vías.
De rutas a caminos
Enfatizando que las vías y caminos que hoy pueden parecer vestigios arqueológicos y de larga data, Osvaldo Rojas recalca que lo que hoy conocemos como caminos asfaltados fueron en su totalidad diversos puntos de accesos y también de paso a otras latitudes de la región. Un ejemplo claro es la ruta que nos une con la región de Tarapacá, la cual era la utilizada por las comunidades indígenas locales para transitar y para ser visitadas por sus habitantes en ese constante ir y venir que marcó el tráfico de productos por la zona".
Las rutas troperas fueron y han sido "verdaderas venas por las que circulaba la gran e importante mercadería y tráfico de personas, y que no sólo nos ejemplifica su importancia, nos ha legado el conocimiento del desierto, el cómo los seres humanos doblegaron su entorno y se apoyaron en sus caminos con tambos, descansos y refugios en la inmensidad de un desierto que no amilanó el espíritu y también la imperiosa necesidad de que el hombre se contactase con sus similares a través de rutas y pasos que fueron algo más que de utilidad y fueron necesarios para la vida cotidiana de los pueblos andinos y costeros", expresó enfático Osvaldo Rojas.
Dentro de las evidencias que se han podido resguardar "existen por ejemplo enseres y una serie de artefactos que contienen plumas, cueros de animales exóticos y que son parte de otras culturas y pueblos del cono sur y que provenían del Amazonas", añade Rojas sobre el material hallado en la provincia y que hoy están protegidas por el área de Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama para su conservación.
Calama fue también el punto de conexión de caminos y rutas troperas "para el mercado de la plata, la cual era traída desde Caracoles y que posteriormente era llevada a Cobija para su traslado vía marítima a los mercados donde era demandado y que consolidó sus rutas a Calama por esa razón y funcionalidad", agregó Osvaldo Rojas sobre la importancia de esta ruta en especial.
Prueba de la antigüedad de las llamadas rutas troperas datan de 9 mil años atrás, "y gracias a pruebas de carbono se han logrado determinar esa antigüedad a los 'Aleros de Tuina' importante vestigio de resguardo y posada de quienes transitaban por este enorme desierto", acotó el investigador quien ha desarrollado y explorado una gran cantidad de estas rutas en toda la provincia de El Loa.
Hoy gracias al trabajo especializado del área de Patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama se han logrado salvaguardar y proteger una cantidad no menor de evidencias, accesorios, objetos y enseres que quedaron en las rutas y tambos como parte de un pasado que entrega a los investigadores y expedicionarios de la historia local pruebas concretas de la importancia de esta red de conexiones que han hecho posible la vida y también la interrelación de los pueblos originarios con culturas vecinas y que frecuentaban la zona en busca de la costa y sus alternativos puntos de descanso y logística a las titánicas rutas que esconden y muestra el territorio loíno.
Las rutas troperas del Loa esconden y muestran el lado de la historia que hizo posible la interconexión de este estepario desierto con pueblos y latitudes lejanas en una época de sacrificios.
"Siempre destaca el traslado y demanda de minerales, los que hace 2 mil años atrás ya tenían una importante requerimiento de las distintas comunidades indígenas y que era parte del tráfico diario".
Osvaldo Rojas, Investigador de El Loa