Everton impuso su oficio y se quedó con el primer triunfo
LIGUILLA. Cobreloa no pudo con el orden y el pragmatismo viñamarino y perdió tres puntos que pudieron quedarse en casa. Deberá ganar para ir a la final.
ricardo.pinto@mercuriocalama.cl
Era uno de esos partidos donde de seguro habría que tener más oficio que una tarde iluminada. Porque frente a frente estaban dos de los elencos fuertes del ascenso, dos de los que partieron la temporada con la presión de campeonar y subir de categoría. Y en ese sentido, por ser local había más presión para el conjunto naranja.
Y tal como se presumía, Cobreloa asomo como el equipo con mas vocación ofensiva, con un movedizo Jorge Piris -reemplazante de Iván ledezma- que intentaba juntarse con Jiménez y Simpertegui. Nino Rojas era el que se metía entre los centrales de un equipo relegado y que jugaba con cada minuto disponible para apelar al oficio de aguantar el reloj.
Mientras, Everton agrupaba gente en el mediocampo apuntando al contragolpe de Rafael Vioti o Sergio Riffo. Un esquema conocido y que incluso adelantó en la semana el entrenador naranja, César Vigevani.
Sin embargo, la fórmula de los loínos para doblegar a uno de los tantos equipos que llegaba a meterse atrás en Calama era la misma, buscar un centro para Rojas o quien llegara por el segundo palo, situación muy bien cubierta por la zaga viñamarina.
Y ante esa confusión, el equipo visitante comenzó a posicionarse en campo rival y un par de aproximaciones probaron tibiamente las manos de Jorge De Olivera.
Con ese trámite de mas resistencia que atrevimiento, a la media hora Piris logra destrabar una carga por el lado derecho y pone un centro preciso al corazón del área. Simpertegui queda pasado y no le da cuando era la opción más clara.
A los 36' vino la respuesta oro y cielo cuando Gabriel Díaz corrió 20 metros con el balón y remato desde distancia y desviado cuando tenía opciones para crear una jugada mejor.
Ya en el minuto 42 pudo caer el primer, en una inmejorable opción de Manuel Simpertegui aplicando la fórmula del desborde, centrando precisamente para José Luis Jiménez quien sólo desvía su cabezazo cuando estaba el gol.
Desesperación
Ya con Iván Ledezma en el campo, Cobreloa buscó cambiar la suerte. Pero Everton nuevamente sacó a relucir la experiencia de sus jugadores, con ocho hombres de mitad de campo para atrás y apelando al contragolpe de Vioti y Cerato, uno que ingresó y sería determinante.
Cuando "los zorros" comenzaron a poner gente en campo contrario y a ahogar a Everton apareció la figura del partido, el golero Claudio González.
Primero sacándole con mano cambiada un remate de distancia de José Barrera, que aprovechó una jugada de Jiménez por la banda derecha y metió un balonazo casi imposible en el ángulo superior. Luego, cuando el marcador era en contra, con un cabezazo a contramano de Diego De Gregorio que mandó al córner y un tapadón ante un mano a mano con Fernando Cornejo.
En la vereda contraria, dos ocpiones en los pies de Maximiliano Cerato. Una de ellas, tras una habilitación de Madrid que pinchó un tiro libre mal ejecutado y despejó largo para que el ariete argentino corriera veinte metros con balón dominado y enfrentara a Jorge De Olivera para definir cruzado poniendo el único tanto de la tarde. En la otra, un cabezazo en solitario que desvió cuando se cantaba el segundo.
Cobreloa cayó en la desesperación a ratos y allí sacó ventaja un equipo que puso más oficio y tranquilidad en la cancha. La revancha, aparentemente del próximo sábado -aún no se define- será con marcador en contra. Una opción donde la arenga es una sola: "matar o morir".
1 gol necesitan los loínos para forzar una definición a penales. Si ganan por dos tantos, avanzan a la final.
2 veces perdió Cobreloa por el ascenso en casa este semestre, eso de nueve partido partidos jugados.