En dos meses más, el 28 de enero, se conocerá la empresa que se hará cargo del proyecto "Mejoramiento Interconexión ejes Grau -Prat, que demandará más de 10.155 millones de pesos.

Este proyecto, que está cargo del Servicio de Vivienda y Urbanismo considera un tramo de expropiaciones entre Balmaceda y Granaderos, teniendo una extensión de 4.5 kilómetros. Será de doble calzada con un promedio de ancho de siete metros cada una y con un mediana central que permitirá ordenar y canalizar los giros a la izquierda.

Según explicó el seremi de Vivienda y Urbanismo, Mauricio Zamorano, considera el reemplazo de los pavimentos existentes, se realizará una modernización y optimización de la red de semáforos, se rediseñarán las intersección, habrá una modificación de obras de estructuras, paraderos, señalización, demarcación e iluminación, además de ciclovías.

"Empezar a conversar, eso es lo importante", esta es la premisa de la campaña contra el alcohol y las drogas que comenzó el Senda y que cuenta con el apoyo de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) de Calama. Ayer se hizo su lanzamiento local, implicando la entrega de folletería y la generación de spots televisivos y radiales. La directora de la Dideco, Cindi Trigo, precisó que con esta campaña se busca fortalecer las habilidades parentales de los padres y apoderados de los menores que están entre octavo básico y cuarto medio.

"Lo principal, bajo los parámetros de la prevención del consumo, son los niveles conductuales, pero también la formación de valores y de la comunicación al interior de la familia, esta como una unidad que es fundamental dentro el desarrollo, porque es el primer grupo donde los niños se relacionan", explicó.

En el lanzamiento estuvo Claudia, quien entregó su testimonio de lo relevante que es la comunicación entre padres e hijos. "Estuve cinco años consumiendo pasta base. A los 11 años comencé con alcohol y marihuana. Nunca tuve el apoyo de mis papás porque hacía las cosas a escondidas".

Enfatizó que es fundamental "empezar a abrir los temas del consumo, porque los niños se están iniciando desde los siete años", advirtió.

Johanna González G.

Naida Vergara (39) es una de las pacientes que se ha visto afectada por la atención de urología del hospital Carlos Cisternas, ya que después de alrededor 13 días de espera decidió dejar el sistema público y acceder a una intervención particular.

Esta paciente, proveniente de San Pedro de Atacama, llegó el 12 de noviembre a urgencia del recinto asistencial, pues presentaba un fuerte dolor, quedando hospitalizada. El diagnóstico era un cálculo de siete milímetros que le tapaba el riñón derecho, el que demandaba intervención.

"El viernes 13 me trasladaron al anexo. Estuve con tratamiento para el dolor y antibióticos. Después de unos días me sacaron el suero y estuve esperando hasta el 26 para que me trasladaran a Antofagasta. Cuando ya habíamos decidido cambiarme a una clínica, nos dijeron que me llevarían al hospital Regional", comentó la afectada.

Precisó que aunque la trataron muy bien los funcionarios, no le entregaban una respuesta concreta, "sólo me decían que no había cama en Antofagasta. Mi esposo habló con el subdirector médico, pero él dijo que ignoraba mi caso, aunque el médico que me estaba tratando le mostró los correos electrónicos donde se informaba mi situación".

Conflicto

El caso de Naida Vergara es una de las consecuencias del escenario que posee el hospital de Calama.

El médico director (i), Patricio Toro explicó que "en el hospital no tenemos resolución quirúrgica por una decisión técnica del SSA, por lo que estamos esperando que nos llegue en las próximas semanas un urólogo de 44 horas para dar solución".

Precisó que esto se da porque la oferta que poseen es de un urólogo de 11 horas, "lo que no es suficiente y tampoco entrega calidad y seguridad a los pacientes, porque no están las horas para el control post operatorio. Se determinó que atendiera las consultas ambulatorias y a los hospitalizados".

Sin embargo, esta situación no es actual, porque el médico de las 11 horas tiene este turno desde enero de este año y prestó sus servicios, incluidas intervenciones, hasta agosto, mes en que llegó un especialista para complementar la atención, quien posteriormente renunció. Y ahora surge el problema de que el médico de las 11 horas sólo debe hacer policlínico y los pacientes quirúrgicos ser derivados a Antofagasta.

El urólogo Alexis Rojas es quien posee las 11 horas en el Carlos Cisternas y por políticas internas no pudo acceder a dar su declaración, pero sí fuentes de la red de Salud confirmaron que este médico envió un correo electrónico asumiendo las nuevas decisiones, pero aludiendo que esto generaría conflictos en la atención de pacientes.

De esta manera, el especialista precisó que a pesar de las 11 horas había cumplimiento Ges, que la atención que se brinda en esta área abarca varias patologías y alertó acerca de los tiempos de espera y pos operatorio de los pacientes trasladados. Además, de manifestar que no fue consultado si podía volver a prestar servicios como externo.

Ssa

El director del SSA, Zamir Nayar, aclaró que el manejo y monitoreo del recurso humano del hospital de Calama corresponde a su dirección, por lo que no dio una opinión, aunque sí confirmó que la medida "es una decisión temporal que obedece a la carencia de horas clínicas que nos permitan darle continuidad a la atención de los pacientes urológicos y para eso se les otorgaron cupos especiales a Calama para que sean resueltos en el hospital Regional. Esas horas deben ser coordinadas por el profesional tratante y el HCC con el HRA como se hace en otras especialidades". Los pacientes deben seguir el conducto regular.

Respecto al caso de Naida Vergara, Nayar lamentó lo sucedido, "el hecho que haya esperado es un tema que debemos resolver, nuestros pacientes no deben esperar. Como autoridad me tengo que hacer cargo".

Lamentablemente estos "errores de coordinación", como fue catalogado este caso, llevó a que la paciente esperara varios días sin obtener respuesta, lo que le generó crisis de hipertensión y su paso por el Carlos Cisternas le costó más de 150 mil pesos, además de asumir una millonaria suma por atenderse en el sistema privado.