China podría conseguir inclusión del yuan en cesta de divisas del FMI
DECISIÓN. La moneda pasaría a formar parte de los Derechos Especiales de Giro (SDR, por sus siglas en inglés) junto al dólar, el euro, la libra esterlina y el yen.
Hubo que esperar, pero todo apunta a que hoy China conseguirá un objetivo que persigue desde hace tiempo: la inclusión de su moneda, el yuan, en la cesta de divisas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las perspectivas de que el FMI tome la decisión en su reunión de hoy son buenas, después de que la directora gerente, Christine Lagarde, se pronunciara a favor. La moneda china pasaría así a formar parte de los Derechos Especiales de Giro (SDR, por sus siglas en inglés), la moneda nominal del FMI, lo que sería un aliciente para las exportaciones chinas.
El FMI basa sus cuentas también para sus ayudas financieras en estos SDR. Hasta ahora forman parte de la cesta el dólar estadounidense, el euro, la libra británica y el yen japonés.
"De esta forma, el FMI le otorga a China una mayor relevancia", señaló el economista Mei Xinju. "Es un paso más que fortalece la confianza en el yuan como moneda internacional", agregó.
Sin embargo, incluso sin el apoyo del FMI China ha dado muchos pasos en los últimos años en dirección a su objetivo: quitarle al dólar su dominio como moneda en los mercados financieros y establecer al yuan como la otra gran divisa mundial.
Desde 2009, Pekín ha sellado en total 39 acuerdos Swap con otros países. Donde antes los negocios con los socios comerciales se hacían en dólares, ahora el intercambio es directamente en su propia moneda.
El yuan también se ve impulsado por el actual proyecto de la "Nueva Ruta de la Seda", una red comercial global que espera conectar en el futuro a más de 60 países. Para ello, China invierte a nivel internacional miles de millones en carreteras, líneas ferroviarias y puertos. "Una parte cada vez mayor de estas inversiones ya no se hace en dólares, sino directamente en yuan", afirmó la experta en divisas china Zhang Monan.
El yuan se está instituyendo como moneda de inversión, lo que implica que los extranjeros invierten su dinero cada vez más en productos financieros que cotizan en yuan. La semana pasada, por ejemplo, empezó a funcionar la Bolsa Germano-China en Fráncfort, en la que se negocian 200 productos financieros en moneda china.
El intento de Pekín de mover a otros países a comerciar en yuan está dando frutos. En agosto de 2012 la divisa era la número 12 entre los principales medios de pago internacionales, mientras que en la actualidad es la número cuatro, por delante del yen japonés.
Pese a ello, ocupa un lugar pequeño en comparación con el trío principal: según las estimaciones más actuales, un 2,79% de todos los pagos internacionales se hacen en yuan, frente a un 44,8% en dólares, 27,2% en euros y un 8,5% en libras esterlinas.
"Para que el yuan juegue en la misma liga que el dólar estadounidense hacen falta muchas reformas", comentó Zhang Monan. La más importante de todas es que China permita su libre flotación. A diferencia del dólar y el euro, las fluctuaciones del yuan están determinadas aún en gran medida por el Estado y no por el mercado.