Pese a las innumerables campañas realizadas en el último tiempo, la donación de órganos presenta un preocupante panorama en la región de Antofagasta. De hecho, el Hospital Regional registra sólo cinco procuramientos en los últimos cuatro años.
Esta cifra sitúa a la región entre las más bajas a nivel nacional en tasa de donantes y la principal explicación es la negativa de las familias a respetar la decisión que en vida tomaron sus seres queridos.
El registro contempla dos procedimientos en 2012; ningún donante en 2013; uno en 2014 y dos en 2015.
Durante el año en curso, de los 15 posibles donantes fallecidos, sólo los familiares de dos permitieron que los órganos fueran trasplantados a otras personas.
Esto involucró todo un operativo médico para el traslado en avión de los órganos hasta Santiago y un estrecho contacto entre los especialistas de la ciudad y la capital.
Otro problema que ocasiona la falta de donantes es el aumento de las listas de espera.
En la región son 20 las personas que aguardan algún órgano para ser operados. De este total, 18 personas necesitan un trasplante de riñón, mientras que el resto corresponde a pacientes que requieren con urgencia un hígado.
Espera
La coordinadora regional del Área de Procuramiento y Trasplante, Stefhany Escudero Jiménez, manifestó que en Chile, y en la región específicamente, existe un gran déficit de donantes de órganos, lo que incide en que muchas de las personas que deben someterse a este tipo de cirugías deban esperar más de lo que pueden soportar.
"La tasa de donación en la región es muy baja, en 2014 fue un donante, este año llevamos dos, pero el número sigue siendo escaso. Si lo planteamos a nivel nacional, el año pasado sólo teníamos 7 donantes por cada millón de habitantes", detalló la profesional.
Escudero explicó que Chile es un país que intenta, con los pocos pacientes donadores que existen, trasplantar a la mayor cantidad de personas.
La otra coordinadora regional del Área de Procuramiento y Trasplante, Irene Stavros, explicó que como organismo de salud están realizando, tanto en los colegios como en las universidades y centros de formación técnica, charlas intensivas sobre la donación de órganos, esto con el fin de concientizar a los jóvenes respecto a su importancia y urgencia.
"Hemos decidido partir con los más jóvenes, ya que los adultos tienen resquemores y desconfianza, y eso los lleva a no donar. Es por ello que queremos mostrarle a los jóvenes que donar un órgano a alguien que lo necesita, es dar vida a otra persona", manifestó.
Gravedad
En Chile, la escasez de donantes es enorme. Hoy 1.370 personas están en lista de espera y la cifra tiende a crecer. De ese universo, 1.186 requieren un riñón; 130 un trasplante de hígado; 45 esperan un pulmón y nueve un corazón.
Al respecto, el doctor Sergio Ledesma, gastroenterólogo encargado del estudio de pretrasplante hepático del Hospital Regional, manifestó que la donación es la única solución cuando los órganos de un persona dejan de cumplir su función habitual.
Agregó que cuando esto sucede, el paciente inicia un proceso de espera que en ocasiones, lamentablemente, se extiende más allá del tiempo que las personas pueden aguardar.
"En el país no hay muchas posibilidades de recibir órganos de forma inmediata para los pacientes que lo necesitan, y eso ensombrece la calidad de vida y el diagnóstico de estas personas", precisó el especialista.
En tanto, el doctor Bernard Western Bergere, jefe de la Unidad de Hemodinamia del Hospital Regional, indicó que el déficit de donantes se explica fundamentalmente por el desconocimiento de los familiares respecto a los beneficios que entrega este procedimiento a otras personas.
"La mayor complicación a la que nos enfrentamos, tiene que ver directamente con que las familias ignoran que pueden salvar la vida de otros mediante el trasplante", argumentó el médico especialista.
"Me da terror pensar que no podré ver a mis hijos crecer"
Adriana López Rubio, es madre de tres hijos, y hace 14 años sufre fallas renales que la obligan a dializarse varias veces a la semana.
Esta dueña de casa, de 44 años, ingresó en 2011 a la lista de espera por un doble trasplante de riñón, siendo actualmente la paciente más antigua de la nómina en la región.
¿Cómo ha sido convivir con la enfermedad estos 14 años?
-Esta enfermedad ha afectado demasiado mi vida familiar. Desde que enfermé y me volví dependiente de las diálisis, todo cambió. Me he perdido momentos importantes, como licenciaturas y obras, todo por estar en diálisis.
Desde que ambos riñones me fallaron, como familia no hemos podido vacacionar o salir por más de dos días, pues no puedo dejar de dializarme, y eso es algo que se vuelve cada vez más complejo, ya que los centros de diálisis no siempre tienen hora. Siento que he acarreado a toda mi familia a esta maldita enfermedad.
¿Cuántas veces debe dializarse a la semana?
-Tres veces, durante cuatro horas en cada ocasión.
Es agotador...
-Mucho. A pesar de que los médicos y enfermeras se esfuerzan por hacer que el proceso sea más amigable, no es fácil ni grato depender del "riñón" (así llaman a la máquina).
¿Por qué cree que la gente no dona los órganos de sus familiares fallecidos?
-Es un tema complejo. Por lo que yo he visto y escuchado, la gente es muy temerosa y al mismo tiempo muy ignorante en el tema, y eso se debe a que la donación, como concepto, aún no se manifiesta de la manera adecuada. Nadie habla sobre eso, nadie dice que se pueden salvar muchas vidas donando.
¿Qué es lo más difícil de esta enfermedad?
-Ver cómo compañeros de diálisis dejan de asistir, ya sea porque no quieren seguir luchando, o por que murieron de un infarto al corazón, que es lo más común. Y por supuesto el peso que sufrir esta enfermedad significa para tu familia.
¿Diría que las personas son poco empáticas con los pacientes en lista de espera?
-La gente piensa que si una persona queda con muerte cerebral en el hospital, le van a sacar de inmediato los órganos, y eso no es así. He escuchado a varios y a varias (personas) decir que a su hijo le robaron los riñones, que lo mataron para poder sacarlos.
Yo entiendo, soy mamá, comprendo el dolor que debe producir la pérdida de un hijo, o que esté con muerte cerebral. Pero también veo la otra cara de la moneda, sé lo que es esperar un órgano por años, deseando tener más tiempo.
1.370 pacientes figuran hoy en la lista de espera a nivel nacional. De ellos, 1.186 aguardan por un trasplante de riñón, 130 están a la espera de un hígado, 45 de un pulmón y 9 por corazón.
3 años es el tiempo promedio que una persona, dependiendo de su situación, puede esperar un trasplante. En el Hospital Regional, el caso más antiguo lleva cinco.
9 donantes registra la región desde 2010. Hasta 2012 fueron tres donantes por año. El 2013, no hubo, durante 2014 sólo se produjo un caso, y en lo que va de 2015, son dos los donantes.
entrevista. Adriana López, paciente más antigua en lista de espera: