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Tomar riesgos sería sinónimo de más inteligencia

ANÀLISIS. Científicos encontraron más materia blanca en los cerebros de las personas asiduas a los desafíos, aunque hicieron un llamado a tomar estos resultados con mesura y a priorizar la seguridad.
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Un estudio publicado en la revista PLOS One y realizado por la Universidad de Turku, en Finlandia, encontró diferencias en la "materia blanca" -la red neuronal del cerebro responsable de la eficiencia para analizar y transmitir información- entre las personas arriesgadas y las de decisiones más conservadoras.

De esta forma, quienes fueron identificados como muy arriesgados tuvieron una cantidad significativamente mayor de materia blanca en el cerebro.

El informe desmitifica, por tanto, la creencia de que las personas cautas poseen más estimulación cerebral, y por ende, son más brillantes.

Según recogió The Huffington Post, los autores de la investigación reclutaron a 34 hombres de 18 y 19 años, quienes participaron en una simulación de conducción que los llevó por un conjunto de 20 semáforos. Los voluntarios tenían la opción de detenerse o completar el viaje lo más rápido posible.

Cada participante obtuvo puntos en función del nivel de riesgo que tomaron durante el ejercicio.

Escáneres neurológicos revelaron que los jóvenes que tomaron decisiones de manera más rápida y asumieron más riesgos durante el experimento parecieron mostrar más actividad cerebral que los que optaron por conducir de forma más segura.

Los académicos realizaron escáneres cerebrales antes de iniciar el experimento con el fin de compararlos con los resultados posteriores a la simulación de manejo.

Alcances

Los autores del informe subrayaron que es importante tomar en cuenta que el estudio fue desarrollado solamente en hombres, y que si bien estudios recientes han sugerido que no habría diferencia entre los cerebros femenino y masculino, existe una serie de factores sicológicos implicados.

En ese sentido, hay trabajos científicos que han indicado, por ejemplo, que los hombres en general son más proclives a tomar riesgos "tontos". Sin embargo, investigaciones anteriores han vinculado el pensamiento rápido con una mayor inteligencia, tanto en mujeres como en hombres.

Los responsables del paper publicado en PLOS One también hicieron un llamado a la precaución y a priorizar la seguridad personal.

Los profesionales esperan que estos resultados entreguen información valiosa a los docentes acerca del comportamiento de las personas arriesgadas y cómo esto puede ayudar a mejorar el aprendizaje y el desarrollo de la toma de decisiones.

Los autores creen que la búsqueda de retos estimula el cerebro, lo que lo empuja a cambiar o a crecer.

"Todos los químicos positivos del cerebro responden bajo ciertas condiciones, promoviendo factores de crecimiento que contribuyen al desarrollo de redes neuronales fuertes que forman la base de nuestras habilidades físicas y mentales", señaló el investigador Dagfinn Moe en un comunicado citado por The Huffington Post.

"El punto es que si vas a tomar riesgos, debes contar con las capacidades requeridas", agregó Moe. "Y éstas se tienen que aprender. Lamentablemente, muchos fallan en este proceso de aprendizaje, con trágicas consecuencias", concluyó la profesional.

¿Qué es la materia blanca?

La materia blanca constituye una red neuronal de cerca de 160 mil kilómetros de longitud que transmite señales en forma de impulsos nerviosos. Es clave para la regulación de la comunicación interna entre las distintas regiones del cerebro. Esta red está diseñada para analizar y transmitir información de manera eficiente y consistente. Es por ello que la materia blanca es descrita como aquella que contiene las "supercarreteras" del cerebro.

Cuando alguien le diga que está "loco" por querer saltar en bungee o emprender un viaje a un país remoto, no se lo tome tan en serio. Científicos demostraron que las personas que son más asiduas a tomar riesgos o aceptar desafíos son más inteligentes.

Mabel González mabel.gonzalez@mediosregionales.cl

El informe desmitifica la creencia de que las personas cautas poseen más estimulación cerebral y, por lo tanto, son más brillantes.

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