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El perejil y la manzanilla alivian las enfermedades neurológicas

ESTUDIO. La apigenina, perteneciente a los flavonoides, es capaz de mejorar las conexiones cerebrales y evitar males como el Alzheimer y el Parkinson.
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Pamela De Vicenzi

El sabor del perejil, el perfume del tomillo, la suavidad de la manzanilla, la frescura del apio y el color del pimiento rojo tienen una propiedad en común que los hace indispensables en la cocina, ya que poseen un compuesto capaz de tratar enfermedades que afectan al cerebro.

Así lo afirma un estudio brasileño realizado por el Instituto D'Or, la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y la Universidad Federal de Bahía (UFBA).

Los autores aseguraron que la apigenina, compuesto que se encuentra en los alimentos antes mencionados, mejora la formación de neuronas y fortalece las conexiones entre las neuronas.

El estudio, publicado en la revista Advances in Regenerative Biology, cita experimentos previos que ya habían demostrado que las sustancias como la apigenina, perteneciente a la clase de los flavonoides, afecta de manera positiva la memoria y el aprendizaje.

Diversos investigadores han estudiado y determinado la importancia de los flavonoides en la dieta y sus beneficios en la salud del cerebro. Sin embargo, la investigación brasileña muestra por primera vez los efectos positivos de la apigenina en células humanas.

El experimento

Para comprobar esta teoría, los científicos aplicaron apigenina en células madre humanas contenidas en un plato, que luego de 25 días se convirtieron en neuronas. Estas células que se formaron tuvieron conexiones más fuertes y sofisticadas después de ser tratadas con este compuesto natural.

"Las fuertes conexiones entre las neuronas son cruciales para el buen funcionamiento del cerebro, la consolidación de la memoria y el aprendizaje", destacó Stevens Rehen, neurocientífico perteneciente a la UFRJ y líder de la investigación.

El equipo demostró que la apigenina funciona mediante la unión a los receptores de estrógeno, hormona femenina que no solo tiene incidencia en el desarrollo sexual, sino que también afecta el desarrollo, la maduración, la función y plasticidad del sistema nervioso.

Este grupo de hormonas es conocido por retrasar la aparición de los trastornos siquiátricos y neurodegenerativos como la esquizofrenia, la depresión, la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.

Sin embargo, el uso de las terapias a base de estrógenos está limitado por el aumento de riesgo de tumores originados por esta hormona y problemas cardiovasculares.

Los investigadores creen que la apigenina se puede utilizar como un enfoque alternativo en futuros tratamientos para las enfermedades neurodegenerativas, así como en estrategias de diferenciación de neuronas en el laboratorio.

"Con esta sustancia mostramos un nuevo camino para nuevos estudios", señaló Rehen. "Por otra parte, los flavonoides están presentes en grandes cantidades en algunos alimentos y podemos especular que una dieta rica en flavonoides puede influir en la formación de las neuronas y la forma en que se comunican dentro del cerebro".