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Científicos de la expedición antártica chilena estudian un eventual colapso en los alrededores del glaciar unión

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Un grupo de científicos integrados en la Expedición Antártica Chilena estudian en estos días las posibilidades de un eventual colapso en los alrededores del Glaciar Unión.

"El Glaciar Unión está en un punto colindante con la mayor plataforma marina de hielo de la Antártica. Si esta plataforma llegara a colapsar, esto tendría consecuencias climatológicas a nivel global", explicó el glaciólogo Francisco Fernandoy a la agencia EFE.

Fernandoy viaja estos días a ese lugar, que desde el año pasado alberga el campamento base de la Estación Polar Científica, operada por el Instituto Antártico Chileno y las Fuerzas Armadas.

La parte oeste de la Antártica se está calentando, tanto en la superficie por la exposición al aire como en la profundidad, en contacto con el mar, y lo está haciendo a tasas mucho más elevadas que las que se registran en el resto del planeta.

Los científicos están empeñados en descubrir a qué se debe este fenómeno y para ello el Glaciar Unión ofrece excepcionales condiciones de estudio.

Fernandoy se refirió a las características de este paraje extremo, que conoció por primera vez el año pasado y que contrasta con las zonas frecuentadas por los científicos en la Península Antártica, donde el clima es mucho más cálido y húmedo.

"Allá no hay estación meteorológica, no hay gente viviendo. Las únicas observaciones proceden del espacio. Carecemos de datos en terreno que permitan verificar si la información captada por los satélites muestra lo que realmente está sucediendo", explicó.

Glaciar Unión es la mayor plataforma de hielo de la Antártica y quizás la mayor del mundo. Si bien tiene las mismas características, la del Ártico es estacional, dado que aparece en invierno y desaparece en verano.

"La diferencia es que estas plataformas de hielo marino que están adosadas a la Antártica sirven de tapón para que los glaciares que están sobre el continente no fluyan hacia el mar", detalló Fernandoy.

"Lo que preocupa a la comunidad científica es que la desaparición de este freno podría tener repercusiones climatológicas a nivel mundial", advirtió el científico.

La Antártica es el único continente que no tiene habitantes naturales, y las pocas estaciones meteorológicas que hay están en las zonas costeras guardan un registro de apenas medio siglo.

La actitud de las madres influye en la salud corporal de las niñas

ADOLESCENCIA. Un estudio aconseja a las mamás moderar sus comentarios respecto del peso de sus hijas para evitar desórdenes alimenticios.
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Pamela De Vicenzi

En la adolescencia, las niñas suelen preocuparse de su imagen. La vestimenta, el maquillaje y su físico son algunos puntos en los que ellas reparan con el fin de cuidar su imagen.

Por esta razón, según un estudio, las mamás deben matizar los comentarios que hacen sobre el aspecto de sus hijas. Una excesiva preocupación o un descuido total pueden derivar en desórdenes alimenticios y con ello el riesgo de padecer enfermedades como la obesidad y la diabetes.

¿Cómo debe una madre discutir con su hija temas como la dieta y el cuidado del peso? Ante esta pregunta, la investigadora Erin Hillard, de la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), sugiere moderar estos comentarios y plantear con delicadeza las inquietudes respecto de la imagen de las niñas.

En un artículo publicado esta semana en la revista Body Image, Hillard y su equipo de investigación dieron cuenta de un estudio que se enfocó en la relación entre un grupo de madres y sus hijas de entre aproximadamente 12 y 14 años de edad.

En este trabajo también estuvieron presentes la investigadora Rebecca Morrissey y los académicos de Notre Dame, Alba Gondoli y Alexandra Corning, todas especialistas en sicología.

Hallazgos

Hillard, autora principal del estudio, sostuvo que hay una estrecha relación entre la salud física de la adolescente y la de la madre. "En general se encontró que, para las hijas que estaban siendo alentadas a bajar de peso por sus madres, los resultados fueron peores si sus madres no estaban también discutiendo sus propios problemas de peso", indicó la experta.

A juicio de Hillard, es muy probable que esta incoherencia en el discurso de las mamás derive en desórdenes alimenticios. "Las hijas que estaban siendo alentadas a perder peso, pero cuyas madres no discutían sus propios problemas de peso, tuvieron más riesgo de desarrollar trastornos alimenticios", advirtió.

En cuanto al tipo de comportamiento en la dieta, el artículo señala que las niñas que están en su último año de enseñanza básica son más propensas a tener trastornos asociados a la delgadez.

Hillard reconoció que los resultados del estudio en su conjunto sugieren más acerca de lo que las madres no deberían hablar.

En síntesis, el estudio da cuenta de la delicadeza que implica hablar sobre estos temas y buscar la manera de abordarlos sin que la respuesta sea una enfermedad alimenticia, con consecuencias a largo plazo.

Por ejemplo, el estímulo materno hacia las niñas con el fin de perder peso se vincula a un desarrollo de los síntomas bulímicos de las adolescentes.

Otros hallazgos señalan que las niñas que solamente hablan de la dieta y la insatisfacción corporal son más propensas a ser diagnosticadas con un trastorno de la alimentación.

Análisis

La investigación se enfocó en examinar las contribuciones interactivas del ánimo materno a perder peso y las discusiones sobre la insatisfacción corporal de las adolescentes, además de predecir posibles comportamientos dirigidos a un trastorno alimenticio.

Para efectos del estudio se reclutó a 89 adolescentes de aproximadamente 12 años, quienes fueron analizadas para establecer los efectos a partir de su interacción con las mamás respecto de su dieta. Las preocupaciones por el peso, el enfoque hacia la delgadez y el comportamiento frente a la alimentación fueron algunos puntos revisados.

Los resultados de la investigación sugieren que una buena charla entre madre e hija puede actuar como un amortiguador frente a los efectos negativos del estímulo directo para bajar de peso.

¿Cómo discutir sobre el aspecto de las adolescentes?

Tacto

El estudio, encabezado por Erin Hillard, sugiere que las madres deben plantear con delicadeza sus inquietudes respecto de la imagen de sus hijas.

Consecuencias

Las mamás que suelen preocuparse en exceso de la pérdida de peso en sus hijas aumentan el riesgo de que ellas padezcan enfermedades como la bulimia.

Coherencia

La investigación recalca que es importante que exista una coherencia entre el discurso de la madre hacia su hija con su salud alimenticia.

La negación de la obesidad

Un estudio publicado en el British Journal of General Practice en marzo y realizado por la University College de Londres (UCL) advirtió que hay padres que no asumen el sobrepeso de sus hijos. "Si los padres no son capaces de clasificar con precisión el peso de su propio hijo, puede que no estén dispuestos o motivados a promulgar los cambios en el entorno del niño que promueven el mantenimiento del peso saludable", indicó Sanjay Kinra, autor del estudio.