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El escándalo que rodea la partida de los canteranos en la capital

GESTIÓN INEXISTENTE. Mientras el club culpa a Javier González de intervenir en negociaciones, él se defiende.
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Ricardo Pinto Neira

Fue una publicación de El Mercurio de Calama la que alertó a los hinchas de las tratativas infructuosas de directivos por retener a cinco jugadores en edad de dejar las inferiores de Cobreloa en Santiago y venirse a Calama, negociaciones que se encontraban trabadas y donde dos de los jugadores involucrados -Marcelo Allende y Nicolás Clavería- tenían pocas opciones de venir al norte.

En su momento, el directivo Adrián León adelantó que el club sacaría una declaración pública donde denunciaría irregularidades, la que entregó el día 18 de diciembre acusando directamente del fracaso de las gestiones a Javier González, asegurando que ha perjudicado los intereses del club.

¿Un chivo expiatorio? ¿Quién es Javier González? El mencionado personaje aceptó responder estas acusaciones. González reside en Viña del Mar y está ligado desde la época anterior a las elecciones a la probable candidatura de Gerardo Mella a la presidencia, por lo que el presidente loíno no lo desconoce, pese a que el resto del directorio eligió echarle la culpa de la no llegada de jugadores desde la filial capitalina.

González admite que "soy un hincha, ingeniero especializado en gestión deportiva, uno que a Augusto González y a Gerardo Mella les ha presentado un proyecto acabado para la sustentabilidad del club y que opta a una gerencia".

Sin embargo, González explica que "efectivamente estoy ligado con las divisiones inferiores en Calama porque está absolutamente botada. Muchas veces hasta he sido mandatado por directivos que hoy me desconocen a hacer gestiones porque los padres de los niños que juegan allá y los mismos profesores de las cadetes en Santiago sólo me ven a mí".

González ha trabajado ayudando la gestión del encargado de las filas loínas en la capital, Washington Reyes y define el comunicado en su contra como "algo personal de un par de directivos que otros tendrán que salir a explicar porque ya pedí una reunión con la nueva S.A. para que el tema quede claro porque algunos eligieron ensuciarme y no asumir responsabilidades. Si gestioné con jugadores jóvenes es porque allí está el ingreso de Cobreloa, no en medidas de emergencia que hacen caja hoy y mañana tienen al club nuevamente endeudado".

Javier González explica que "efectivamente, por esa cercanía que tengo con los padres de estos cinco chicos ya que nadie del club los contactó antes, los asesoré y les dije qué podrían pedir si se juntaban con directivos para asegurar que sus hijos llegaran a Calama. Jamás les ofrecí algo a nombre del club y si el papá de Patricio Romero se enojó conmigo porque nadie más le habló nunca a nombre del club es porque alguien confundió las cosas. Yo incluso gestioné que Marcelo Allende se fuera a la casa de un dirigente en Calama y la mamá de él aceptó porque me conoce. Si ahora lo pierden será tema de ellos", dice.

El involucrado por el club aporta detalles insólitos. "Cuando los profesores en Santiago estaban impagos acudían a mí y yo no podía solucionarles nada porque lo mío es desinteresado, para que sepan que trabajo bien. Nunca obtuve un peso y es más, es tanto el nivel de confianza que tienen los apoderados de los chicos conmigo que un día me exigieron jugar en Gasco y no en Recoleta. El club no tenía plata y la cancha la pagué yo".

30% del pase de Marcelo Allende negociaría Cobreloa para dejarlo partir y no perder toda su inversión.