Queridos amigos y amigas, estamos ad portas de recibir un nuevo año y en esta oportunidad quiero desearles a cada uno de ustedes el mayor de los éxitos y desarrollo, en ámbito personal, familiar y social. Que el 2016 llegue cargado de oportunidades que nos permitan retomar lo que dejamos pendiente; y concretar sueños y tareas que vislumbramos para nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.

El año que nos abandona fue un año intenso y lleno de desafíos. A nivel nacional se han impulsado diversas reformas que pretenden hacer de Chile un mejor lugar para quienes vivimos en él y para las nuevas generaciones. La Gratuidad en la Educación Superior y la aprobación de la Ley Ricarte Soto para financiamiento de tratamientos de alto costo, son ejemplo de ello, además de ser signos potentes de los cambios que se avecinan en nuestro país, dando cumplimiento a promesas pendientes por parte del gobierno de la Presidenta Bachelet.

En materia local logramos concretar algunos compromisos con la comunidad, como por ejemplo la promulgación de la ley que establece el día del chuquicamatino y chuquicamatina y la declaratoria de Chuqui como Zona Típica patrimonial, al cumplirse 100 años del recordado campamento minero. Además avanzamos en la entrega del Estadio Zorros del Desierto de Calama y en la inauguración del nuevo Aeropuerto de El Loa.

No obstante lo dicho, existen aún materias pendientes, las cuales seguirán siendo nuestra lucha para este 2016 y me refiero específicamente a la culminación de las obras del Hospital Carlos Cisternas, la declaratoria del 8 de septiembre como feriado permanente en la Región en conmemoración a la Virgen de Ayquina y la concreción de iniciativas legales en beneficio de nuestros adultos mayores.

En fin, en Antofagasta y sus distintas provincias, aún quedan cosas por hacer y mi compromiso será velar porque ello se concrete en pro de una mejor calidad de vida para todos y todas.

Por último reitero mis buenos deseos a quienes viven en esta hermosa región, en especial a las personas de Calama, San Pedro de Atacama, Ollagüe, María Elena, Tocopilla y Pueblos Interiores, a fin de que celebren en familia la llegada del nuevo año y recarguen energías y fuerzas para conseguir lo que anhelan.

Marcos Espinosa Monardes,

Diputado

No hace mucho viajar hacia Ollagüe era una odisea que pocos se atrevían a completar. El estado de la ruta era deplorable lo que hacía que un viaje de no más de tres horas se hiciera en eternas cuatro, y con muchas dificultades.

Había que invertir una alta suma de dinero para pavimentar dicha ruta y como justificación sólo estaba el cumplir con las aspiraciones de un poblado fronterizo-estratégico y propiciar otra vía internacional para el intercambio comercial.

Debió pasar mucho tiempo e insistentes luchas de los distintos gobiernos comunales para que se empezara a cumplir el deseo de los ollagüinos y de los loínos que con frecuencia viajan a ese lugar.

Hoy este problema está prácticamente resuelto. Los 200 kilómetros que separan a Calama de Ollagüe están pavimentados casi en su totalidad y cubrir ese recorrido es mucho más placentero y de menos sacrificio.

Y esta es sólo una muestra de que existe una mayor preocupación por entregar respuestas a sectores apartados, como Ollagüe que pese a su despoblamiento sigue siendo importante para la provincia, región y el país.

Junto a ello se sumaron otras obras de adelanto que demuestran desarrollo y respuestas a necesidades básicas.

El anhelo de la energía eléctrica las 24 horas del día se resolvió de un modo innovador y eficiente a través de una planta híbrida, la que produce electricidad por tres fuentes: solar, eólica y combustible. Esta planta pionera tuvo una inversión de 4 mil millones de pesos y tiene satisfechos a los habitantes.

También se invirtieron más de mil 100 millones de pesos para la construcción de alcantarillado y casetas sanitarias. Proyecto que fue finalizado y entregado a la comunidad.

Así este pequeño poblado recibe una inyección de vida para seguir vigente y con serias proyecciones futuras. Sus autoridades ya han visto en el turismo un polo de desarrollo económico que puede explotarse con éxito y hoy que cuentan con mejores condiciones para hacerlo.

No hay duda que con la perseverancia demostrada el éxito los acompañará.