Cuando el 10 de junio del año pasado César Vigevani llegaba a Calama y firmaba por Cobreloa, las expectativas eran altas. Sentía, junto a su cuerpo técnico que llegaba a un club grande y el desafío era ascenderlo respetando a los rivales pero sabiendo del peso de la camiseta y lo institucional en una división menor. Una realidad que poco a poco fue cambiando y que hoy, a las puertas de un nuevo torneo analiza con detalle.

"Haciendo ese análisis uno no tenía la radiografía de lo que pasaba acá, después de dos días nos dimos cuenta de cómo estaba el club porque nos fueron blanqueando una situación que hubiésemos preferido saberla antes para decidir si tomar el desafío o no", dice.

Y agrega que "mi idea era venir a un club grande donde iba a tener una estructura sólida donde íbamos a poder traer cinco o seis refuerzos importantes para refrendar ese proyecto, pero cuando llegamos acá la historia fue muy diferente, había que bajar el perfil en un club que económicamente estaba casi quebrado, la conformación del plantel tuvo que ser muy diferente... Fueron muchas dificultades en el armaje del equipo", admite.

Sin embargo, el DT trasandino se queda con lo positivo de esa batalla que tuvo que cambiar de estrategia con el pasar de los meses. "Peleamos dos frentes y no teníamos plantel para pelear esos dos frentes. Nos ilusionamos con la Copa Chile y fuimos para adelante y pagamos un costo alto porque las lesiones en esa copa nos hicieron perder jugadores muy importantes. Incluso, hubo una elección de dirigentes un mes antes de los playoffs y eso también pudo generar incertidumbre. O sea, acá nada fue fácil para el grupo".

Por lo mismo, Vigevani es claro a la hora de asimilar que "el balance final es más positivo que negativo, el equipo igual llegó hasta el final. Consolidamos a muchos jóvenes, entre los de la A y la B fuimos el equipo con más juveniles en cancha. En ese aspecto se fortaleció al club, no es fácil darle la responsabilidad de un club grande a los más chicos y lo asumieron bien".

Y defiende a sus pupilos más allá de los números. "Este equipo siempre trató de ir al frente. Bien o mal pero siempre trató de ir al frente, nos faltó el gol y en eso coincidimos todos. Generábamos y no convertíamos pero éramos un equipo agresivo. Nosotros a veces arriesgábamos por demás, por querer más".

Sobre los refuerzos que llegaron, el estratego evalúa. "Obviamente sí hubo gente que no rindió. Hay jugadores a los que los traes con un gran año y no le encuentran la vuelta, eso nunca está garantizado antes de un torneo. Yo estoy tranquilo porque no tuve a ningún jugador con una mala predisposición, a uno mala leche que no haya dado más, que no haya sumado al grupo, tuvimos tipos que le ponían la mejor actitud y no se les dio, de esos autocríticos que decían yo vine para más. Cuando el jugador te muestra esa sinceridad, entonces estás ante buenos profesionales y buenas personas. Lo demás es parte del fútbol, eso de que funcionen o no en la cancha, pero por actitud acá nadie restó".

Proyección

Vigevani entiende que el club en el que ahora trabaja es muy distinto al que arribó el año pasado. "Estoy trabajando de muy buena manera con la directiva nueva y valoro mucho eso de que le cuenten a los hinchas que el club está quebrado, que hoy se necesita refundarlo, equilibrarlo, limpiarlo. Que la gente sepa que hay jugadores a los que quizás no les da para llegar a fin de mes pero se matan igual en la cancha. Entonces, si queremos conseguir el objetivo, nuestra gente tiene que ir al estadio y no putear al jugador que perdió una pelota sino incentivarlo el doble porque la realidad indica que los que llegan acá lo hacen por un sueño, no por la plata o por un estatus. Sé que el hincha quiere ganar y nosotros siempre vamos por ganar. Pero pedimos que estén con nosotros, que sean más aliados que nunca".

Por lo mismo, valora que hoy el grupo esté conformado de antes y pueda contar con elementos nuevos como Nahuel Fioretto y las futuras incorporaciones, Henry Patta y Leonel Altobelli.

"Lo que estamos haciendo es disminuir el margen de error. Uno nunca sabe si un jugador va a resultar o no pero ya sabemos que es más probable que un jugador con muchos partidos en primera va a asumir mejor el peso del desafío de ascender, que sigue siendo el objetivo. Me ofrecieron jugadores jóvenes que andan bien en Argentina pero elijo a los que le van a dar experiencia al equipo, que le van a quitar la mochila que tuvieron los más jóvenes para que estos puedan lucir mejor, sin tanta presión", afirma.

Asegura que jugadores juveniles que partieron de vacaciones en vez de quedarse a la pretemporada "tiene un problema con el objetivo y eso hay que cambiarlo", que Vildan Alfaro y Sebastián Romero no bajarán más a la sub 19 y en la autocrítica íntima reconoce que "probablemente en algún minuto nos dejamos llevar por la exigencia y se notó. Vamos a hacer las cosas bien, el objetivo sigue siendo el mismo pero le bajamos un cambio. Ahora vamos a adecuarnos a la verdadera realidad del club".

Piersanti: "Vamos a ir con todo"

Gerardo Piersanti es otro de los que llegó con una maleta cargada de ilusiones y aún mantiene las expectativas. "Siento que lo que hicimos fue bueno porque no estamos tan lejos de los punteros, porque peleamos la liguilla y pese a los contratiempos del semestre demostramos ser uno de los equipos a los que todos le querían ganar. Hubo actitud y si se cometieron errores es parte del fútbol".

El PF loíno habla sobre los refuerzos que no rindieron y los define como "tipos con una tremenda capacidad para venir a tratar de darle la vuelta a la situación cada día. Todos se jugaron la vida. Si no les resultó a uno le da más pena que decepción pero como cuerpo técnico sólo nos queda el agradecimiento por el compromiso que mostraron".

Piersanti también asume la realidad del club. "Todos sabemos que antes, un dirigente iba a Santiago y se traía al jugador que necesitaban. Ahora no es así pero la historia sigue estando y nosotros vamos a pelear por el ascenso igual".