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Critican la escasa inversión en proyectos para mejorar Calama

PREOCUPACIÓN. Se utilizaron durante el año $4.585 millones del FNDR, y ello sitúa a la comuna por debajo de Antofagasta, San Pedro de Atacama y Tocopilla.
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Pía Bravo Castro.

Según la cuenta anual del 2015 realizada por el Consejo Regional, la inversión que ha realizado la municipalidad de Calama en la comuna es bastante baja, en comparación con otras localidades que son mucho más pequeñas como San Pedro de Atacama y Tocopilla, por lo que algunas autoridades locales han criticado la falta de iniciativa local para aprovechar los recursos que tiene disponible el gobierno regional.

Inversión

Durante el año pasado el gobierno comunal sólo invirtió $4.585 millones, los cuales representan mejoras sociales y estructurales, entre otras.

Sin embargo, San Pedro de Atacama invirtió 7.566 millones de pesos el recién pasado 2015, es decir, un 39% más que Calama. Siendo una comuna mucho menor en población y superficie.

Además, Tocopilla logró invertir 7.291 millones de pesos durante el año que pasó, teniendo un 37% más de iniciativas que la capital de la provincia de El Loa. Un porcentaje alto considerando el número de habitantes que posee.

Existen muchos recursos disponibles desde el gobierno regional para ser invertidos en toda la zona y levantar dichos dineros es responsabilidad de las municipalidades, ya que sólo en el 2015, el Gore contó con 76.168 millones de pesos para invertir, de los cuales el 84,5% ya se había ejecutado al 30 de noviembre de 2015, siendo Antofagasta la comuna que se lleva más recursos.

Problemática

El concejal Darío Quiroga mencionó que el gran problema existente en Calama es la nula comunicación que hay entre el gobierno comunal y el regional, ya que el Gore avisa de todas las oportunidades de inversión a los municipios.

"El municipio no engancha con las oportunidades que les da el gobierno regional, sino que se limita a ejecutar sus propias iniciativas y, además, son lentos a la hora de ingresar a la carrera de adjudicación de proyectos", comentó Quiroga.

El concejal, además, precisó que "es realmente preocupante que Calama tenga mucho menor inversión que Tocopilla y San Pedro de Atacama, porque si dividimos la cifra invertida de la comuna en la cantidad de habitantes, es absolutamente irrisoria".

Frente a esta baja inversión, la consejera regional, Alejandra Oliden, manifestó que es muy preocupante esta situación para Calama.

"La verdad es que durante estos dos años que hemos estado trabajando como Consejo Regional, sólo una vez hemos visto al alcalde de Calama defender un proyecto ante nosotros, lo que es un claro reflejo del interés que se tiene por invertir en la comuna", manifestó la consejera.

Oliden, agregó que "es una vergüenza para la autoridad comunal que localidades más pequeñas tengan mucha más inversión, pero también es una pena, porque los mayores perjudicados son los habitantes de la comuna, ya que lamentablemente el alcalde no presenta proyectos y los que presenta están mal estructurados, por lo cual se le pide corrección, pero no lo hacen, quedando las iniciativas estancadas. Aquello refleja la poca preocupación por invertir".

La consejera también reparó en que el alcalde Velásquez tiene un discurso constante de que Calama necesita más recursos, "por lo cual le pregunto ¿para qué quiere recursos? Si los que tiene a la mano no los utiliza, lo que es lamentable", añadió enfáticamente.

Alcalde

El alcalde de Calama, Esteban Velásquez, explicó que el municipio sólo este año ha invertido aproximadamente 50 mil millones de pesos en proyectos.

"Los recursos gestionados no siempre salen del FNDR, es la vara con la cual se nos está midiendo a través del Core, pero nadie habla de todos los proyectos que ha desarrollado este gobierno comunal durante los últimos años", se quejó el jefe comunal.

39% más que Calama invirtió San Pedro de Atacama, sólo en el año 2015 con 7.566 millones de pesos.

Todas las ampliaciones en el pasaje "La Bandera" están fuera de normativa

RAZONES. El sector pertenece a privados, dueños del edificio "Madame Curie".
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Según explica el arquitecto y residente del edificio Madame Curie, Waldo Paredes, desde hace mucho tiempo ellos vienen enfrentando complejas problemáticas y se sienten afectados por la falta de claridad en la delimitación entre el espacio público y privado en el terreno donde se emplaza el conjunto habitacional, ya que el pasaje "La Bandera" es privado y les pertenece, pero los vecinos colindantes han ampliado sus casas y ello refleja una irregularidad.

El arquitecto argumenta en la entrega formal de los edificios, particularmente en lo que hoy se conoce como planos finales, en su planimetría original existen omisiones en ciertas medidas del conjunto, por lo que no queda claro a qué se refiere y hasta dónde abarcan las superficies nombradas en dicho plano.

Pasaje

El pasaje posterior del conjunto habitacional, citado originalmente como Pasaje Domeyko (hoy llamado pasaje La Bandera), que es un sendero de 1,40 metros de ancho, se constituyó como la vereda particular que recibe y permite el acceso por el reverso de los edificios, ya que originalmente, el conjunto se gestó con un acceso doble por cada bloque (uno al oriente, a Madame Curie y el otro al poniente, al actual pasaje La Bandera). Dicho sendero se encuentra entonces dentro del terreno de los edificios, es decir, es un pasaje privado que está -como ocurre naturalmente en estos casos- en el patio posterior del conjunto.

"Parte importante de toda esta falta de claridad en la planimetría del terreno en cuestión, es que vecinos colindantes han hecho construcciones hasta en segundo piso y antejardines en un terreno que no les pertenece, incluso demoliendo el muro medianero, y sin ninguna amonestación por parte de las autoridades, salvo una reacción parcial e insuficiente que apareció sólo después que se les presentó una denuncia", argumentó el arquitecto y residente.

Esto explica también por qué la municipalidad no ha pavimentado dicho pasaje, el que hoy es un tierral ocupado por vagabundos y delincuentes, quienes se han apropiado de este lugar.

"Lo que ocurre en este espacio incluye desde ser ocupado como estacionamiento público hasta peleas callejeras, bullicio, depósito de desechos orgánicos y materiales generados por personajes externos, robo de vehículos, venta de drogas, actividad sexual callejera de todo tipo e instalación de cuidadores de autos informales de trato agresivo y vulgar, quienes prácticamente se han apropiado del sector, obstaculizando la salida de los vehículos de los residentes que han tenido que soportar de todo", precisó Paredes.