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Desterrar la desesperanza

Hoy la oportunidad para reivindicarse está en manos de las autoridades de turno.
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En su reciente visita a nuestra ciudad, la ministra de Salud hizo un llamado a dejar la desesperanza de lado y pensar positivamente frente a lo que pasará la construcción del nuevo hospital Carlos Cisternas.

Si bien la autoridad tiene argumentos muy respetables para sustentar su pensamiento, esa sensación nace justamente en la serie de errores que se cometieron y que terminaron por paralizar una obra emblemática para sus habitantes. No hay que olvidar que para ellos más que una mole de cemento o una estratégica carta política para el gobierno de turno, representa una luz de esperanza para terminar definitivamente con los problemas de salud pública que existen en una zona que tanto aporta al país pero que no muchas veces ve retribuido ese aporte de la misma manera. Basta ver el déficit crítico que presenta la zona en cuanto a infraestructura para darse cuenta del sustento que tiene esta realidad.

El camino para terminar definitivamente con esa desesperanza son los hechos concretos y objetivos. Por lo mismo los $55 mil millones que significa el reinicio de las obras del nuevo centro asistencial loíno es el primer paso para comenzar a levantar una nueva y sólida esperanza, lo cual debe complementarse con el cumplimiento de los plazos comprometidos para terminarlo, de manera que en junio de 2017 comience sin ningún traspié su puesta en marcha, tal como lo comprometió la ministra. Aquí la fiscalización de técnica y administrativa aparece como punto clave para que no se vuelvan a repetir las malas experiencias y prácticas del pasado.

La idea es que esta megaobra también venga acompañada de más médicos especialistas y la tecnología necesaria para que la ciudadanía tenga la atención que espera y merece por largos años. Sólo así su intención sería completa.

En resumen, la oportunidad para reivindicarse está en manos de las autoridades de turno. Depende de ellos que la desesperanza se vuelva a convertir en esperanza, y que esta positiva noticia que recibió la comunidad antes del término del año sea el inicio de otras obras emblemáticas que también se esperan su turno para mejor su bienestar y calidad de vida.

Juan González Beltrán,

Presidente regional CChC Calama

Nuestro archivo

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43 años | 8 de enero de 1973

A extremos increíbles llega la falta de productos básicos

A extremos increíbles ha llagado la escasez de artículos de primera necesidad en Calama. Ha sido tal la situación que ayer, por primera vez en la historia de la ciudad, la gente debió hacer cola para proveerse de un pescado en dos puestos que lo recibieron. Los puestos Nº1 y 2 recibieron una partida de palometa que fue arrebatada por el público.

33 años | 8 de enero de 1983

Informe secreto sobre "Sicópatas"

En medio de la tensa expectación cobra una capital importancia el informe con que Carabineros de Chile puso a disposición de la justicia dos de sus hombres. Los convictos Jorge Sagredo y Carlos Topp. Porque entre otras cosas el veredicto de primera instancia determinará si la versión policial se ajusta a los verdaderos hechos.

15 años | 8 de enero de 2001

Se arma el puzzle naranja para 2001

Cerca de las 18 horas comenzaron a llegar a la ciudad algunos de los nuevos jugadores de Cbreloa. La idea es conocer el movimiento del club e integrarse al trabajo de la pretemporada. Como principal novedad, arribaron a Calama dos de los dos refuerzos que tendrá Cobreloa Mauricio Pozo y Rodrigo Pérez.

Un aniversario con mirada de futuro

Cobreloa festejó sus 39 años con celebraciones más austeras y con la misión de fortalecer la institución. Cobreloa tiene una herencia importante que le sirve de sustento para su futuro y es momento de salir a buscar el apoyo y ejecutar alianzas para proyectar el club.
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Sin los bombos, platillos, artistas y actividades nocturnas se celebró el aniversario 39º de Cobreloa. Es que los tiempos no son los mismos en la parte deportiva, institucional y financiera, por ende ya no están los recursos ni la capacidad para organizar grandes eventos.

En sí fue una celebración más sobria pero no menos emotiva que las anteriores. Nuevamente se pudo revisar la rica historia de triunfos, dialogar con los históricos y participar de actividades que más que nada buscan reencantar al hincha loíno con Cobreloa, con su institución y más en estos momentos que requiere del compromiso de toda la comunidad.

Ya se debe dejar de lado de una vez por todas el estigma que Cobreloa es de los trabajadores de Codelco. No se puede negar que nació al alero de la empresa minera y que la fuerza la entregaron los trabajadores que de inmediato se asociaron al club, pero eso ha ido cambiando y el futuro de la institución minera está en la apertura a la comunidad.

Esa realidad la conocen los dirigentes, quienes ya hace algunos años iniciaron una política de puertas abiertas para la llegada de más socios particulares y principalmente de empresas que quieran colaborar con el club.

Se ha avanzado, aunque se necesita de un despegue definitivo.

Esta celebración de los 39 años de vida de Cobreloa ha servido para reflexionar de la realidad del club, que por primera vez descendió a la serie B y que enfrenta serios problemas económicos. No es el gigante de antaño, pero su trayectoria y prestigio siguen generando el respeto en todo el mundo deportivo.

De ello hay que abrazarse para proyectar el club y ganar adeptos. Auditar y ordenar las finanzas, pedir el apoyo por donde se pueda (Codelco, Municipalidad y contratistas) para salir a flote y lo principal crear una carta de navegación clara y con objetivos alcanzables.

Cobreloa tiene una herencia importante que le sirve de sustento para su futuro. Es momento de salir a buscar el apoyo y ejecutar alianzas para proyectar el club para las competencias venideras.