Roberto Espicto no se guardó comentarios, hablando más a nivel personal que como postura del club. "Yo respeto la idea que tengan los directivos respecto de cómo tratar el tema de los jugadores que vienen de Santiago, nosotros sólo somos empleados del club. Pero me dio mucha pena leer que había chicos mal asesorados hablando de tener contrato o un departamento para ellos y así venir a jugar a Calama, eso no puede ser".
Pero los padres insistían en que les habían ofrecido eso...
Yo creo que el tema está cerrado pero a nivel de cuerpo técnico me parece insólito que niños de 16 años quieran venir a Calama con un contrato debajo del brazo. Qué les digo a los otros 15 compañeros que puedan estar entrenando con él.
Es que se supone que son cracks "calados" a futuro...
Yo nunca tuve al chico Allende pero lo vi jugar y soy sincero al decir que no era de mi total gusto. Por ejemplo, acá en Calama tengo a Kevin Mondaca que tiene su edad y para mí es mucho mejor.
Pero el tema a discutir es el de cómo se crea una política para retener a los jugadores que se forman en Santiago...
Lo que los chicos que juegan allá deben tener claro es que si tienen la opción de llegar a Calama, porque no todos llegan, deben venir a la casa de cadetes y ganarse un lugar como todos. ¿Contrato? No sé si hay un club en Chile que le ofrezca contratos a los jugadores más chicos. Entiendo que incluso no se puede.
¿Hay además un tema de poca identificación con el club por parte de ellos?
Yo creo que no en su origen. Después, estos niños empiezan a hacer buenas armas en el fútbol y aparece mucha gente que los asesora mal y sus familias se sienten con el derecho de pedir cosas, sin entender que esto es fútbol formativo, que no tienen asegurado un paso al primer equipo y que si lo consiguen, primero deben hacer todo el proceso. Acá, jugadores como César Bravo, Mauricio Donoso o el mismo Alexis Sánchez llegaron con un muy buen nivel desde chicos pero se ganaron su opción en la cancha, en Calama.
Nueva sub 17
El "cazatalentos" minero está a cargo de la sub 17, lo que es un problema considerando que a diferencia de otros clubes, la sub 16 que es base de un futuro plantel está en Santiago y no todos pueden venir al norte. "Tengo que armar un equipo desde cero de nuevo, me quedan tres jugadores del proceso anterior pero estamos armando el grupo", dice.
¿Y de dónde sacan jugadores?
Llegó uno de Concepción que ha andado bastante bien, otros de Santiago deben venir y no los conozco bien pero espero que rindan. Hay niños de Arica, de Calama que encontramos en las pruebas. Se está armando un buen grupo.
¿La idea como cuerpo técnico sigue siendo la de jugar un torneo nacional sin los grupos que hay hasta ahora?
La mía sí y entiendo que la de César Bravo también la dio a conocer. Lo que pasa es que a nosotros nos sirve más ver realmente el proceso de un chico cuando tiene viajes más largos, cuando juega contra rivales de calidad y asume esa experiencia. Por ejemplo, con la sub 17 el año pasado en el clausura jugamos cuartos de final con Universidad Católica y nos enredamos en un tiempo. Y eso bastó para quedar eliminados.
16 jugadores de la sub 19 deben regularizar su inscripción. Algunos pases son de clubes amateurs.
Volvió junto a César Bravo e Iván Orrego al trabajo de las series cadetes y habló sobre el polémico episodio de los cinco jugadores que debían llegar desde la capital -entre ellos Marcelo Allende, el capitán de la selección mudialista sub 17 que fue vendido a un grupo de empresarios por 150 mil dólares- para enrolarse a las inferiores del club en Calama.