Para desarrollar una labor en el área de las relaciones comunitarias, se requiere llevar a cabo un trabajo en conjunto, participativo y planificado con la comunidad, una labor que debe permitir detectar las necesidades y poder concretar proyectos e iniciativas sustentables, que refuercen la identidad local y el desarrollo social, aumenten la valoración, el respeto por su patrimonio cultural y natural, y principalmente, que tengan una visión de desarrollo, que nazca desde la comunidad.
Para ello, se debe contar con profesionales expertos de diferentes áreas, que apoyen y que cuenten con vocación de servicio hacia la comunidad, entregando todos sus conocimientos académicos para guiar a las organizaciones y entidades en cada una de sus iniciativas, sumado a la importancia de que estos profesionales cuenten además con habilidades blandas o también conocidas como transversales, para el importante trabajo comunitario que se desarrolla dentro del territorio. Habilidades blandas que son un conjunto de características que cuenta la persona, como por ejemplo, la personalidad, su capacidad para sociabilizar, atributos positivos, entre otros.
Los conocimientos académicos y las habilidades blandas se complementan, y son muy valoradas actualmente por las empresas a la hora de seleccionar a sus funcionarios, así se puede comprobar en diversos artículos publicados y particularmente por los resultados obtenidos por la Consultora de Recursos Humanos Robert Half, que dio cuenta que el 93% de las empresas chilenas privilegian las habilidades blandas en los candidatos que postulan a algún empleo. Lo que da cuenta de lo que buscan actualmente las empresas para conformar sus equipos.
Trabajar en el área de desarrollo comunitario requiere contar con profesionales que han logrado ser capaces de desarrollar su experiencia académica en conjunto con sus habilidades blandas, que permitan potenciar su trabajo en áreas tales como: la comunicación, la proactividad, la capacidad para trabajar en equipo, la responsabilidad, ser propositivo, poseer creatividad, ser innovador, entre otras.
Este conjunto de habilidades, tanto académicas como blandas de los profesionales, permitirán seguir fortaleciendo la labor que realiza una organización, que trabaja en el desarrollo de proyectos sociales y que van en directo beneficio de la comunidad.
Ximena Martel,
gerenta Proloa