Las historias de perseverancia y esfuerzo de emprendedoras loínas
INICIATIVA. Potenciando sus habilidades y gustos estas mujeres empresarias lograron trabajar con éxito en sus negocios.
A medida que avanzan los años, las mujeres se van abriendo cada vez más espacios en el ámbito laboral y social. Junto con ello los deseos de contar con un emprendimiento propio son cada vez más populares dentro de la sociedad.
Es así como en nuestra provincia contamos con una importante cantidad de mujeres emprendedoras, quienes gracias al esfuerzo y perseverancia logran llevar sus negocios adelante con éxito.
Desde la casa
Michelle González, es una mujer loína de 36 años de edad. Desde hace unos 5 años atrás que trabaja en su emprendimiento de arriendo de vajilla y mantelería, en el que - con el tiempo- logró hacerse renombre y popularidad en la ciudad.
Para ella lo mejor de su emprendimiento es que disfruta mucho trabajando en ello y , además desde la comodidad de su hogar. "Estoy en mi casa mientras trabajo, no descuido a mis hijos y eso es muy importante para mí", recalca Michelle.
Su emprendimiento dice que se mantiene en pie gracias a las recomendaciones. "La gente siempre llega diciéndome que me ubicaron porque personas les dijeron que trabajaran conmigo. El voz a voz me ha ayudado harto y es un signo que hago bien lo mío", dice Michelle.
Pachamama
Otro ejemplo de emprendimiento que vale la pena destacar es el de Ada Zuleta, una profesora jubilada, oriunda de Toconao y que tras 37 años trabajando como docente, regresó a sus raíces a cultivar la tierra.
En ese poblado comenzó con su negocio familiar llamado "Ckachi Hoiri", palabra en kunza que significa Dulce Tierra. Consiste en la venta de mermeladas completamente orgánicas, 100% naturales.
Gracias a la ayuda de sus hijos logra mantenerse activa luego de la jubilación y así mejorar sus ingresos económicos. Las mermeladas de Ada Zuleta son vendidas en el poblado y también en diversas ferias de la Biodiversidad y actividades que se llevan a cabo en Calama.
Historias de emprendedoras loínas que dejan en claro que si se tiene la voluntad, se puede salir adelante y tener éxito con un negocio familiar y que entregue un sello distinto a la hora de entregar el servicio.