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Cerca de 500 loínos disfrutaron con la "Fiesta del Agua"

ACTIVIDAD. Fue organizada por la unidad de Infancia del municipio y se realizó en la avenida Granaderos.
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Cientos de familias calameñas respondieron a la invitación y concurrieron a la avenida Granaderos para participar de la segunda versión de la "Fiesta del Agua", actividad que permitió que tanto niños como adultos disfrutaran de una entretenida jornada.

La convocatoria era a las 10 horas de ayer y cuando las familias comenzaron a llegar ya estaba instalado el escenario que permitió desarrollar las coreografías de zumba y diversos concursos.

Además, en la calle se instalaron colchonetas para que los niños pudieran deslizarse, como también estanques para llevar las bombitas y pistolas de agua. Todo esto acompañado del carro de Bomberos, que también permitió que la fiesta fuese aún más divertida.

Fiesta

La coordinadora comunal del programa Chile Crece Contigo, Denisse Gallardo, catalogó la actividad como todo un éxito y enfatizó que "esperábamos que fuera una actividad masiva, porque el año pasado se ya se realizó. Desde las diez de la mañana la gente comenzó a llegar y lo pasaron increíble".

A pesar de que el día comenzó un poco nublado, no fue impedimento para que las familias disfrutaran del agua. "Llegaron más de 500 personas, repartimos todos los premios que trajimos", destacó la profesional del municipio.

Carolina Vargas, pobladora del sector Los Balcones llegó junto a su hija y sus vecinos y destacó que "es una excelente iniciativa, una actividad muy entretenida lo hemos pasado súper bien. Esperamos se repita por todo el verano".

Los niños también se entretuvieron y así lo manifestó Manuel Rivero (8) quien dijo que "lo he pasado muy bien y me gustaría que se repitiera". Opinión compartida por Fabricio Vargas (8) quien disfrutó lanzándose en las colchonetas. Mientras que Pilar Garrido (7) destacó que "lo que más me gustó fueron los juegos de agua y quiero agradecer a los bomberos por venir".

En tanto, esta actividad fue organizada por la unidad de Infancia del municipio, la cual está conformada por el programa Chile Crece Contigo, la OPD y el Programa de Prevención Focalizada El Loa y contó con el apoyo de Bomberos, Carabineros, Comdes y Aguas Antofagasta.

Actividades

Aún quedan dos actividades masivas para que toda la comunidad calameña pueda recrearse.

Así lo comentó el jefe del subdepartamento municipal de Juventud, Deporte y Recreación Alejandro Quezada, quien expresó que "seguimos con las actividades de verano, el próximo viernes 19 de febrero tendremos el evento Zumba Night en el Estadio Municipal, en el que va estar Pablo Vargas, así que invitamos a toda la comunidad, es gratis, Así que ha disfrutar en familia de este evento recreativo".

El profesional además agregó que "para el 26 de febrero tenemos yoga masivo para quienes tienen afinidad por este tipo de disciplinas y los invitamos a que se acerquen al Estadio Municipal".

Hasta que la muerte los separe: amor a través de los tiempos

CLAVE. Según los matrimonios, la paciencia y tolerancia son los ingredientes más importantes para que una relación perdure. Pero no sólo eso, sino que también la familia y los hijos, pilares fundamentales para fomentar el apoyo de las parejas.
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Irene Cereceda Ramos

Uno de los objetivos del día del San Valentín es justamente celebrar el amor. Y una de las formas de hacerlo es conociendo historias de amor verdadero. Esas que no son muy comunes.

En la actualidad, aun cuando el número de matrimonios ( religiosos y civiles) disminuyen y las separaciones aumentan, existen parejas que lograron soportar todo obstáculo y se tomaron en serio el "hasta que la muerte los separe" llegando a estar juntos por más de 30, 40 o 50 años.

A continuación la historia de dos parejas de loínos que brindan un poco de esperanza para aquellos que han dejado de creer en el amor eterno.

De oro

Todo comenzó en Chuquicamata. Ricardo Pérez y Nolfa Castillo eran vecinos en el campamento. Vivían frente a frente en la población Los Hundidos, lugar donde nació esta fuerte relación. Ricardo Pérez, cuenta que él era un hombre bastante "pelusa", "siempre andaba organizando partidos de fútbol, actividades. Era bien busquilla", cuenta. Por otro lado, Nolfa era mucho más callada. "Era muy señorita y sus papás la tenían bien controlada. Pero ahí insistiendo logré el interés", comenta Ricardo Pérez.

Si bien ambos se conocieron en Chuquicamata ninguno de los dos son oriundos del campamento minero. Ricardo Pérez nació en Andacollo, mientras que Nolfa Castillo es de Ovalle. No obstante, cuando tenían 17 y 20 años, respectivamente se conocieron y surgió el amor. Tras dos meses de pololeo se casaron un 8 de mayo del año 1965.

"Después de conquistarla lo difícil fue lograr la aprobación de sus papás. Ellos sabían que yo era pelusa, pero bueno, logré convencerlos", dice Ricardo. Esta pareja que ya lleva casi 51 años de matrimonio, recuerda que en aquella época las cosas eran mucho más difíciles. "Había que pedir permiso con los papás para poder empezar a pololear. El pololeo era de malones, de ir al cine y nada más. Era bonito, bien sano", dice Ricardo Pérez.

Por su parte, Nolfa, riendo cuenta que " en esa época las fiestas eran hasta las diez de la noche. Ahora comienzan a las doce".

En estos años de matrimonio Nolfa y Ricardo formaron una gran familia. Fueron padres de tres hijos y, actualmente son abuelos de 10 nietos y poseen 2 bisnietos. "Comenzamos siendo solo dos personas y ahora somos 19 y quizás pronto seremos 20 en total", dice Nolfa Castillo.

Amor universitario

Un pololeo corto fue el que vivieron María Kobl y Roberto Jara. Esta pareja de loínos se conocieron en la universidad y tras dos años de amistad, y cuando uno de ellos estaba a punto de casarse con otra persona, se dieron cuenta que eran el uno para el otro.

Roberto Jara y María Kobl llevan casi 38 años juntos y recuerdan con mucha nostalgia la época en que se conocieron. "Nos conocimos en la universidad. Yo estudiaba mantenimiento eléctrico y ella mineralurgia, pero fuimos amigos por harto tiempo antes de pololear", comenta Roberto Jara.

Se conocieron por "rivalidad", ya que ambos jugaban ping pong.

Roberto, era el campeón de la rama de hombres y María de las mujeres. "Siempre nos molestaban que hiciéramos partidos juntos y eso. Pero como en esa época uno era machista no competía con mujeres", comenta Roberto.

Fue así como se hicieron amigos. "Además de que fuimos compañeros de universidad y yo hacía ayudantía de cálculo y ella asistía, también vivíamos muy cerca", cuenta Roberto. Ambos vivían en la villa Caspana y sólo los separaban algunas calles lo que hacía que compartieran más momentos juntos.

No obstante, no fue hasta que Roberto tuvo un problema en cuanto al lugar donde vivir cuando ya se consolidó la amistad. "Los papás de María eran muy solidarios. Yo vivía con un tío que era de Iquique, sin embargo, él tuvo que regresar a Iquique y yo me quede sin lugar donde vivir y era un estudiante, pobre… no tenía plata y ahí los papás de María me aceptaron y me ofrecieron vivir en su casa", cuentan.

Pero no fue hasta que María estuvo a punto de casarse cuando decidieron comenzar a pololear. "Ella estaba comprometida, de novia. En esa época uno se ponía las argollas y todo; ella se comprometió en noviembre. En diciembre se casaron sus hermanas", cuenta Roberto Jara.

No obstante, también recalca que él era el favorito de la familia, especialmente de los concuñados. "Lo que pasa que el pololo de María trabajaba en esa época en Codelco y no les caía muy bien a los concuñados de María. En cambio, yo era un estudiante no más y se llevaban bien conmigo", dice Roberto.

Fue así cómo se dieron cuenta que la relación era más que una amistad y tras 3 meses de pololeo decidieron casarse. "Nos casamos un 23 de marzo. Bien calameños", dice Roberto.

Hoy a casi 38 años de su relación Roberto y María son padres de cuatro hombres y tienen dos nietos.

A través del tiempo

Ambas parejas coinciden que uno de los pilares fundamentales para que un matrimonio se mantenga, son los hijos. "Son los que te dan la fuerza para seguir adelante con tus metas, con tu trabajo", dice Roberto Jara.

Por su parte, Ricardo Pérez, recalca que una de las razones por las que tras 51 años de matrimonio siguen juntos con Nolfa, es porque es una muy buena madre.

El apoyo de ellos, como padres, a sus hijos también es algo que los va uniendo, ya que - según estas parejas- juntos deben enfrentar las dificultades de salud y estudiantiles, entre otras, que van presentando los hijos en la medida que pasan los años.

Roberto Jara, por su parte, también recalca que el apoyo en el desarrollo personal, como por ejemplo, en el ámbito laboral es vital para que una pareja se mantenga activa.

"Yo trabajo en un lugar donde la pega es bien dura. En la fundición de concentrado en Chuqui. A veces llegaba bajoneado, el ambiente es bien agresivo, pero llegaba a mi casa y olvidaba los problemas del trabajo y mi esposa era un excelente apoyo en esas instancias", dice Roberto Jara.

De la misma manera, María Kobl, tuvo el apoyo de su esposo cuando decidió dedicarse al cortinaje. "María trabajó un año en la fundición. Ejerció un año su carrera, pero luego quedó embarazada y en esa época el ambiente era peor que ahora. Por salud dejó de trabajar ahí", cuenta Roberto.

No obstante, cuando pasaron los años María notó que su pasión eran las manualidades y no sólo hacerlas, sino que también enseñarlas. Es así como, desde hace bastante tiempo, es profesora en el Centro de Actividades, labor que continúa hasta el día de hoy. Y que muchas veces les quita tiempo juntos, ya que por horario no coinciden. "Los tiempos es el problema a veces porque yo llego de Chuqui y ella está trabajando. A veces almuerzo solo, cuando llega estoy durmiendo la siesta. Pero igual logramos superar eso", comenta Roberto.

La fórmula

Tolerancia, paciencia, amor y respeto fueron las palabras que más se repitieron cuando se les preguntó a estas parejas sobre la fórmula para durar tanto tiempo juntos. Todas coincidieron en que en una relación el respeto y la tolerancia hacia la forma de ser del compañero era fundamental.

"A veces hay opiniones distintas. Si a uno le molesta algo de la pareja, hay que conversarlo, decirlo e incluso aceptarlo", dice Nolfa Castillo. Por su parte, Roberto Jara, recalca que "siempre hay alguien en una relación que se adapta más a la otra persona. Pero una de los elementos primordiales es la paciencia y tolerancia".

Parejas que viene a recordar que el "para toda la vida" puede ser posible. Más allá de los hijos y responsabilidades que se van asumiendo en conjunto como matrimonio. Estas parejas demuestran a simple vista admiración el uno con el otro y por sobre todo bastante amor.

50 años de matrimonio cumplieron en mayo la pareja conformada por Ricardo Pérez y Nolfa Castillo, quienes se conocieron en Chuquicamata cuando eran jóvenes y luego de dos años de pololeo dieron el sí.

23 de marzo fue el día de matrimonio en Roberto Jara y María Kobl, quienes fueron compañeros de la universidad y tras dos años de amistad se dieron cuenta que estaban enamorados. Hoy son padres de cuatro hijos y abuelos de dos nietos.

19 integrantes son los que conforman actualmente la familia formada por Ricardo Pérez y Nolfa Castillo, quienes tienen 3 hijos 10 nietos y dos bisnietos. En mayo de este año esta pareja cumplirá 51 años de matrimonio.