Apenas los cuatro jugadores sancionados por el escandaloso episodio de indisciplina llegaron al entrenamiento de ayer en la mañana -José Barrera, Nino Rojas, Boris Sandoval y Miguel Sanhueza- y no practicaron con el resto de sus compañeros, ingresaron al camarín para reunirse con el presidente del Sindicato de Futbolistas, Sifup,' Carlos Soto, quien llegó a asesorarlos en la difícil tarea de encontrar el mejor acuerdo para si desvinculación definitiva del club naranja, eso luego de que una jornada antes no quisieron firmar los finiquitos.

Efectivamente, Soto -quien se reunió además con el resto del plantel loíno y algunos directivos en el club de campo- llegó a escuchar los descargos de los futbolistas y aseguró en principio que "lo que buscamos es mediar y representar los intereses de ellos y por eso nos reunimos con la directiva para entregar una propuesta que debía ser analizada", eso pensando en que la idea era que Cobreloa cancelara dos meses de sueldo a sus ex elementos, lo que generaba la traba con la directiva que lidera Gerardo Mella, quienes habían ofrecido cancelar remuneraciones hasta el mes de febrero.

Carlos Soto confidenció que "los cuatro jugadores tienen muy claro que cometieron un error e incluso más de alguno lloró en la conversación que tuvimos. Eso no está en discusión pero también hay que dejar en claro que acá hay un tema de intencionalidades porque justo cuando el equipo tiene una derrota dolorosa es cuando se dan a conocer una serie de imágenes u vídeos, los cuales incluso no eran del cumpleaños señalado como la causal de la indisciplina".

El timonel del Sifup, que buscaba un acuerdo económico o en su defecto, aseguraba que el tema podía llegar a definición judicial explicó que "hay circunstancias que no están claras y donde tampoco el club aplicó castigos que sean claros. Eso porque varios otros jugadores admiten que estuvieron en la celebración y sin embargo se definió sancionar duramente a los cuatro afectados a partir de un video. Lamentablemente acá se dio a conocer algo que trascendió a todo el país y el club decidió tomar medidas fuertes".

Acuerdo

Fue en horas de la tarde en que el presidente Gerardo Mella se reunió con Carlos Soto y los cuatro jugadores sancionados para entregarles la propuesta definitiva que marcaba el paso final para asegurar la salida de estos futbolistas de la institución.

Y luego de tres horas de negociaciones, finalmente salió humo blanco y se consiguió cerrar el capítulo. "Acá estamos tratando con personas y por eso hemos logrado un acuerdo conveniente. Nosotros decidimos entregarles una ayuda porque es difícil que ellos vuelvan a encontrar club hasta mayo o junio".

Uno de los más afectados era el canterano Miguel Sanhueza, quien dijo que "nunca pensé que esta iba a ser la forma de terminar mi ciclo en un club que quiero tanto y donde la gente me conoció. Nunca tuve problemas, fui a un asado como el resto de mis compañeros y algunos se ensañaron conmigo por aparecer en un video".

El "Huaso", entre lágrimas expresó que "soy hombre, asumo esta determinación y cierro un ciclo de la manera más triste posible".

Boris Sandoval aclaró que "siempre soñé con vestir esta camiseta y me voy agradecido de los que propiciaron esta salida en buenos términos. A uno le da pena porque nos perjudicó a unos pocos pero siempre dimos la cara. No matamos a nadie y siempre traté de dar lo mejor en la cancha".

El caso de Bryan Danesi

Uno de los casos pendientes que estudia el sindicato en Calama es el del mediocampista Bryan Danesi, jugador que llegó en junio del año pasado al plantel y que a principios de 2016 fue "cortado" por el entrenador César Vigevani, junto a Jorge Piris y Facundo Peraza. Carlos Soto aclara que "sabemos que el jugador está entrenando aparte y eso no corresponde porque tiene contrato. O se le finiquita o se le integra, por lo que vamos a tratar de mediar en el asunto".

Por ahora, el tema está pendiente pero se espera que dentro de los próximos días exista una solución.

2 meses de indemnización de los cuatro jugadores loínos. Si el club no aceptaba se corría el riesgo de llegar a la vía judicial.