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Explican por qué resulta difícil dejar los malos hábitos

ESTUDIO. El cerebro humano está diseñado para poner atención a cosas que nos resultaron agradables en el pasado. Cuando ello ocurre se libera un neurotransmisor llamado dopamina, clave en este proceso.
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En la última edición de la revista Current Biology, neurocientíficos de la Universidad Johns Hopkins demostraron por primera vez que cuando las personas ven algo asociado con una recompensa pasada -es decir, un estímulo que nos hizo sentir bien-, el cerebro libera dopamina, incluso si los individuos no esperaban esta recompensa e incluso si estos no se daban cuenta de que estaban poniendo atención al objeto en cuestión.

Así, los resultados sugieren que no tenemos tanto autocontrol como se podría pensar.

"No tenemos control total sobre lo que prestamos atención", afirmó Susan M. Courtney, autora del estudio y profesora del Departamento de Sicología del plantel. "No nos damos cuenta de que nuestra experiencia previa desvía nuestra atención de ciertas cosas", agregó.

Esto podría indicar por qué es tan difícil para la gente romper el círculo de una adicción y por qué las personas que hacen dieta no pueden dejar de pensar en alimentos que engordan cuando intentan comer sano.

"Yo podría elegir una comida saludable en lugar de una poco saludable, pero mi atención sigue puesta en un fetuccini Alfredo", graficó Courtney. "Lo que tendemos a mirar, pensar y poner atención es en lo que hemos hecho en el pasado que ha sido recompensado", continuó.

Para esta investigación, los académicos le pidieron a 20 voluntarios encontrar objetos rojos y verdes en una pantalla de computador llena de elementos de diferentes colores. Por cada figura roja hallada recibían US$ 1,5, mientras que por los objetos verdes solo eran premiados con US$ 0,25. Por lo tanto, las personas tenían claro que los elementos que les convenía detectar eran los rojos.

Al día siguiente, mientras les realizaban escáneres cerebrales, los autores solicitaron a los participantes encontrar determinadas figuras en la pantalla. En este caso el color ya no importaba y no hubo ninguna recompensa involucrada.

Pero cuando apareció un objeto rojo, los voluntarios automáticamente se enfocaron en él y una zona particular del cerebro relacionada con la atención se llenó de dopamina, un químico del cerebro que se libera cuando recibimos premios o recompensas.

Los individuos encontraron las figuras que estaban buscando, solo que lo hicieron de manera más lenta, pues la recompensa de "color rojo" los distrajo.

"Lo sorprendente de esto es que las personas no estaban esperando una recompensa", aseguró Courtney. "Algo hay en la asociación con la recompensa pasada que sigue causando liberación de dopamina. Ese estímulo logra ser incorporado al sistema de recompensas" del cerebro, opinó.

Pero hubo ciertas diferencias. Algunos participantes se distrajeron más con la recompensa "roja" que otros. Aquellos que sufrieron más distracción registraron los niveles más elevados de dopamina, mientras que los que tuvieron la capacidad de enfocarse más en la tarea en cuestión, al parecer suprimieron la liberación de dopamina.

En términos generales, las distracciones tendieron a ser mayores en las personas propensas a una adicción y menores en quienes fueron "abstemios" exitosos y en aquellos que se encontraban deprimidos o no estaban preocupados de las recompensas.

Posible tratamiento farmacéutico

Los hallazgos logrados por el equipo científico de Johns Hopkins sugieren que podría haber una manera de frenar farmacéuticamente este tipo de distracciones neuroquímicas, lo que podría convertirse en un potencial beneficio para adictos, personas a dieta y aquellos con problemas de comportamiento, según destacaron los encargados del estudio en un comunicado publicado en el sitio web de la casa de estudios norteamericana.

El estudio apunta a una de las causas del hecho de no poder dejar de pensar en alimentos que engordan cuando se intenta comer sano.

¿Por qué cuando nos sometemos a una dieta es tan difícil resistirse a un trozo de chocolate? Científicos estadounidenses dicen tener la respuesta. Según ellos, el cerebro humano está diseñado para prestar atención a cosas que nos resultaron agradables en el pasado, haciendo difícil romper los hábitos poco saludables.