Una de las principales actividades económicas que desde tiempos inmemorables solventó y sustentó a los habitantes de la zona, estaría viviendo su ocaso, por la consecución de un sinnúmero de problemas que dejan de manifiesto que la agricultura en Calama corre serio peligro de desaparecer.
Calidad de los suelos y del agua, el actual plano regulador y su problemática más reciente, la mostaza negra, son los problemas que los agricultores de las zonas periféricas de Calama deben enfrentar día a día, esto, sumado además a la falta de riego que se ha producido, debido a que no llegan los litros de agua por segundo que se requieren para solventar a las 12 comunidades que existen en el oasis de Calama y que necesitan regar sus cultivos.
Así lo dio a conocer el presidente de la Asociación de Agricultores de Calama, Esteban Araya, quien agregó que hoy están exigiendo a la dirección de Obras Hidráulicas y a la DGA que entreguen los litros de agua por segundo que corresponden, independiente de que para ello tengan que enviarla desde el tranque de Conchi, porque las temperaturas de la zona producen mucha más evaporación, por lo que Chiu Chiu y Lasana están ocupando mucha más agua.
"Nosotros exigimos que se hagan los arreglos y se entreguen los litros por segundo que corresponden a cada comunidad, porque de otro modo nos atrasan los turnos de riego y por ende se atrasan también la producción de choclos, que si bien han salido, no ha sido en la cantidad en la que acostumbramos en febrero, la época más fuerte", dijo Araya.
Así, se ha retrasado la cosecha de maíz, debido a que si antes se regaba cada 15 días, durante este tiempo y desde noviembre del año pasado, los agricultores han tenido que regar incluso cada 25 días.
"No es que haya déficit, porque el tranque de Conchi tiene abastecimiento para nuestros derechos de agua anuales para riego" dijo Esteban Araya, agregando que las aguas para riego de todas las comunidades se reúnen de un año para otro.
Calidad del agua
Además de ser escasa, la mala calidad del agua con que se riega también tiene directa relación con la baja producción de maíz y alfalfa, productos principales de la agricultura en Calama.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Agricultores de Calama dijo que "nuestros derechos de agua, dicen que son del río Loa y sus afluentes, pero el agua que nos llega viene más desde el río Salado, por eso ahora es que exigiremos a las autoridades que correspondan que se nos entreguen aguas del río Loa, que contiene mejor agua, por eso Lasana y Chiu Chiu cosechan otros productos como la betarraga y la zanahoria, porque riegan con mejor agua, en cambio el agua del río Salado es mucho más dura" señaló Araya.
Al respecto, el vicepresidente de la organización, Von Castro, agregó que el agua que se utiliza para riego en Calama tiene muchos minerales, entre ellos el boro, el arsénico y hasta cobre, lo que no es bueno para la producción agrícola de la zona.
Una gran diferencia en la calidad del agua que comenzó a utilizarse para riego cuando el Consorcio Luksic cortó el suministro de agua Siloli que, de acuerdo a lo señalado por Castro, tiempo atrás permitía que se dieran en la zona productos como las habas e incluso el melón calameño, actualmente desaparecidos.
En cuanto al futuro de esta actividad económica en la zona, Von Castro señaló que han "sido testarudos, no queremos dar nuestro brazo a torcer, pero no es solo uno el problema que tenemos que enfrentar como agricultores en Calama".
Mostaza negra
Una planta muy invasiva que se ha apoderado de varios metros de terreno. "Cada planta produce dos billones de semillas pequeñísimas que cuando están secas el viento las puede trasladar a cientos de metros y contamina los suelos" dijo Von Castro, al referirse a la mostaza negra.
Es una especie de maleza que se come la alfalfa, la ahoga y no permite su crecimiento y se encuentra mayormente en las parcelas del sector poniente de la ciudad.
"Hay un agricultor que sembró choclo y por cada mata tiene hasta 15 de mostaza negra", dijo Castro quien agregó que se ha aprobado un estudio por 370 millones de pesos para determinar el impacto que esta planta tendrá en la agricultura de la zona. De lo mismo tratará un seminario que se llevará a cabo este próximo jueves en la ciudad.
Plano regulador
Es otro de los problemas que los agricultores de Calama han debido enfrentar, luego de que algunas modificaciones de este instrumento urbano cambiaran los usos de suelos de tierras ancestralmente agrícolas.
Al respecto, Esteban Araya dijo que junto con las modificaciones al plano regulador, debe haber una inyección de recursos de parte de la municipalidad de Calama y de los otros servicios públicos involucrados con el rubro para que exista mayor incentivo de continuar con la actividad agrícola en la zona.
"Acá en Calama, Indap no le da beneficios a un agricultor si éste no es usuario del sistema, para lo cual, como requisito, se debe contar con iniciación de actividades en el Servicio de Impuestos Internos como productor y vendedor agrícola, pero muchos agricultores sólo sobreviven de la agricultura" dijo Araya.
Con trabajos anexos, quienes aún tienen la esperanza de que la actividad agrícola se fortalezca y vuelva a ser lo que fue, solventan los gastos necesarios para sembrar y cosechar.
Von Castro señaló que no se puede enrostrar a algún agricultor la venta de sus terrenos para proyectos principalmente del rubro hotelero, debido a que en este minuto es muy escasa la ayuda que les está llegando.
"Frente al hecho de que el agricultor tiene posibilidades de vender, y a muy buen precio, se encuentra también la situación de que Bienes Nacionales pide sumas millonarias para que algunos agricultores que tienen hasta 50 años de tenencia sus tierras y no han podido regularizar, ya que el metro cuadrado tiene un valor mínimo de 36 mil pesos, por lo que solo una hectárea equivale a 360 millones de pesos".
Ambos dirigentes piden a las autoridades y empresas mineras de la zona a sentarse a conversar y escuchar lo que los agricultores deben decir al momento de defender su actividad económica, con la cual han mantenido viva a la población y, que de no contarse con los predios agrícolas que aún existen, sufriría de una más alta contaminación, considerando además que Calama ya es zona saturada.
"Nosotros los agricultores de Calama, contribuimos a oxigenar el oasis, y la única forma de recuperarlo es una inyección de recursos. Además pedimos que las mineras liberen agua de la cordillera y que Aguas Antofagasta también se ponga la mano en el corazón y devuelva las mejores aguas para la agricultura", cerró Esteban Araya".
"Estamos exigiendo que ahora nos entreguen aguas provenientes del río Loa, y no del río Salado, ya que en el Loa hay mejor agua". Esteban Araya Presidente Asociación de Agricultores de Calama
300 hectáreas son las que actualmente se ocupan efectivamente en cultivos de alfalfa y maíz en la zona periférica de Calama, de un total disponible de 800, aproximadamente.
360 millones de pesos es lo que en promedio cuesta para un agricultor regularizar una hectárea de terreno, de acuerdo a lo señalado por el vicepresidente del gremio en Calama, Von Castro.
12 comunidades de agua existen en Calama, las cuales desde noviembre han tenido problemas de riego, puesto que no llega la cuota de litros de agua por segundo que corresponden por derechos.