Mario Covarrubias P.
Ayer se conoció el caso de 3 menores (1, 4 y 6 años) que eran encerrados con candado en una pieza por su mamá (24) de nacionalidad boliviana, mientras ella se ausentaba durante al menos tres días de la pensión en que vivían, ubicada casi al llegar a la esquina de las calles Santa María con Vargas, en Calama.
Y tras ello, quisimos conocer los detalles de un hecho que impactó no sólo en Calama, sino que en todo Chile. Fue así como dimos con la administradora de la pensión, la que le arrendaba una pieza a la madre de los pequeños. Ella no quiso revelar su nombre, pero contó una triste realidad.
"Esta niña (la madre) se desaparecía por 3 días y aparecía recién al cuarto y unos alojados que viven acá al frente de ella avisaron que el niño mayor le pegaba mucho a la niña y que ésta estaba a punto de desmayarse. Subí a la pieza y fue ahí donde me encontré toda la inmundicia. Los niños parecían unas verdaderas bestias, con su pelo en la cara, todos sucios y desnudos", expresó.
A lo que agregó que "era horroroso. Un basural. Toda la ropa tirada en el suelo, los pequeños llevaban tres días sin comer y al menos esa misma cantidad de días sin bañarse. En el piso había sal y remedios, por lo que podrían haberse intoxicado. El olor era espantoso en la pieza y todavía está hediondo, porque la policía me pidió que cerráramos con candado hasta que se hicieran todas las pericias".
La mujer contó que los pequeñitos orinaban y defecaban en un tarro que les dejaba su mamá, a raíz de aquello "no sabíamos de dónde salía ese olor. Yo bañaba en cloro mi pieza y seguía. Cuando subimos a la pieza, descubrimos que era por eso. Como los niños quedaban tantos días solos, el jarro se rebasaba con 'pipí' y la ropa que estaba en el suelo pasada a orina. Imagínese".
Esta situación se descubrió porque un día antes había venido una tía de los menores, quien dejó la puerta abierta de la pieza. "Yo vi en el estado que estaban y me fui a hablar con el abuelo, quien trabaja por acá cerca. El hombre, lejos de impactarse, me dijo que lo mejor era que los pequeños se los llevara el Sename, pero que él no se hacía responsable de nada. Me vine y justo estaba Carabineros al frente y denuncié la situación", expresó la mujer.
Respecto al porqué se produjo este hecho, la administradora contó que "ella (la madre) antes de que tuviera pololo, venía todos los días. Comenzó a pololear y los niños quedaron totalmente de lado. Ella trabaja de noche y, de día, en lugar de venir a cuidar a sus hijos, prefería quedarse con su pololo, quien también es boliviano".
Dijo también que la madre cuando declaró frente a Carabineros "no tenía sentimiento de culpabilidad alguno, como que no estaba ni ahí. Carabineros le dijo que en esas condiciones inhumanas le iban a quitar los niños y ni siquiera se inmutó".
El padre de la joven madre fue contactado para conocer su parecer ante la gravedad de los hechos que se le acusan, pero éste se limitó escuetamente a decir que "no era asunto suyo y que poca relación tenía con ésta", dando cuenta de la realidad y relación que tienen ambos y que también se vio reflejada en la situación que Carabineros develó cuando constató la vulneración de los menores que vivían en precarias condiciones y bajo un constante olvido por parte de la progenitora.
La directora nacional del Servicio Nacional del Menor (Sename), Marcela Labraña, comentó que "lo primero que había que hacer era resguardar, porque al parecer los niños estaban hace bastante tiempo en una suerte de abandono hogareño".
No asistió a citación judicial
Pese a que estaba citada para la tarde del miércoles y comparecer ante el Juzgado de Familia de Calama, la madre de los tres menores no asistió a esta, agravando su situación tras conocerse el precario estado en que los niños vivían en la céntrica pensión donde se encontraban recluidos. Además trascendió que los pequeños serán derivados a una residencia para garantizar su normal desarrollo que les garantice además cuidados y atenciones especiales.