Fuerte caló en la comunidad el caso de una joven madre de 24 años, que dejaba a sus tres pequeños hijos de 6, 4 y un año, encerrados en una pieza con candado y casi sin alimentos y cuidados básicos para su desarrollo.
De acuerdo al relato del administrador de la residencial, el abandono se fue acentuando cuando la mujer comenzó a tener una relación sentimental, dejando a sus niños varios días solos.
No nos corresponde juzgar a esta mujer, aparentemente sin afecto y una notable despreocupación por sus pequeños hijos, pero sí las condiciones en que viven muchas mujeres solas y la ignorancia que las rodea para poder buscar ayuda.
Si bien es cierto que el camino de la adopción es una vía para muchas mujeres que no pueden seguir sosteniendo a sus hijos por diversas razones, también hoy en día existen muchos recintos par albergar a los hijos cuando ellas trabajan, incluso se les provee de alimentos y lo más necesario, sin necesidad de perderlos.
Es decir, hay muchos caminos para encontrar apoyo y la salida a la situación de muchas mujeres que tienen hijos, no tienen a un padre que las ayude y tampoco familia que las respalde.
Las condiciones inhumanas en que vivían los tres menores impactó a las policías, a los vecinos, y donde afortunadamente surgió una alerta oportuna para socorrerlas antes que ocurriera una desgracia.
La mujer parece no dar muestras de arrepentimiento, porque ayer ni siquiera se presentó a la audiencia a la que estaba citada para dar a conocer las razones que la llevaron a actuar de esta manera.
La redes sociales han hecho un escarnio de lo sucedido condenando a la mujer, y generando un montón de epítetos que no vienen al caso, debido a su nacionalidad boliviana.
Esta es una realidad que ha salido al descubierto, pero quizás cuántas otras hay en muchos lugares que no se conocen. Es el momento de reaccionar adecuadamente para evitar volver a encontrarnos con hechos tan lamentables y al mismo tiempo evitar que jóvenes madres tomen como principal camino el de sus realizaciones dejando de lado el del amor por sus hijos.