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Rodrigo Faini: el camino del carismático conductor dentro y fuera de la TV

RECUERDO. El animador pasó sus últimos días trabajando en el que sería su nuevo programa.
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En enero de este año, Rodrigo Faini Ossa (41) pedía un trozo de papel en el que escribió unas breves palabras. En el texto y con mucho esfuerzo, expresó su agradecimiento para quienes habían realizado un evento en su beneficio, pero además, el animador del programa de televisión "Está de moda" y que estuvo ocho años al aire en Antofagasta, comenzaba a despedirse.

Su pareja, Rodrigo Farías (32), manifestó que Faini se sentía muy cansado por una vida que estuvo marcada por altos y bajos, situaciones que durante su último año le gatillaron una severa depresión. El animador y empresario nació en Santiago, luego vivió en Copiapó y llegó en 2004 a Antofagasta. Dos años más tarde conoció a Farías, quien lo acompañó hasta su deceso en el Hospital Regional. Los cercanos a Rodrigo dicen que siguió en las comunicaciones el camino de su padre, Raúl Faini Nacouzi, quien fue empresario radial y director gerente de Radio Máxima FM de Copiapó.

Emprendedor

Tras un frustrado negocio decidió emigrar a Calama, donde asumió el manejo de una discoteca. Farías aseguró que fueron los primeros en llevar a las 12 modelos más conocidas de la época a la capital de El Loa. Al mismo tiempo, se hizo cargo de un salón de belleza y más tarde, instaló una tienda en la que vendían ropa que traían desde Buenos Aires. Luego de dos intensos años, decidieron regresar a Antofagasta.

Tras dejar los negocios en Calama, ideó "Está de moda", un proyecto para la televisión local. Quienes lo conocieron aseguraron que siempre tuvo la idea de que las iniciativas regionales no tenían por qué ser mediocres, había que entregar productos de calidad. El programa, que comenzó con sólo dos emisiones semanales y que duró ocho años, con el tiempo representó el único ingreso de Rodrigo. "De tener cinco auspiciadores pasamos a tener diez. Nosotros vivíamos del programa, a diferencia del resto que es un trabajo extra, si no generábamos dinero, no teníamos para vivir", dijo Farías. Agregó que durante todo ese tiempo y al contar con un buen producto, hubo gente que los desprestigió y les ocasionó mucho daño. Esto afectó a la pareja que con el paso del tiempo, ya no tenía la misma solvencia económica y cada vez fue más difícil encontrar oportunidades para trabajar en televisión.

"En septiembre (2015) fueron los últimos programas antes de que saliéramos del aire. Emocionalmente colapsó cuando comenzó la campaña de desprestigio y cayó en una depresión, aunque se levantó cuando lo llamaron de Santiago para un proyecto televisivo que habían presentado. Cuando quedamos sin trabajo adquirimos muchas deudas, lógico, tuvimos que vender nuestros muebles para tener dinero y cambiarnos de casa. Con la depresión, Rodrigo dejó de alimentarse bien, nos cortaban la luz, el agua", detalló la pareja de Faini.

En diciembre, para el cumpleaños del animador, los echaron del departamento por no tener recursos y recién ahí, añadió Farías, la gente dimensionó qué tan mal estaban y realizaron un evento en su beneficio.

Dos semanas después de su partida, sus más cercanos siguen ordenando sus pertenencias y los innumerables pares de zapato que poseía. Le gustaba la ropa llamativa, usar pañuelos y comprar muebles para su hogar. Parte de sus objetos serán regalados a sus sobrinos, mientras que Farías busca auspiciadores para concretar el último sueño de Faini, un programa de conversación en la televisión antofagastina.