María Isabel Pérez Rivera
La llegada del Internet a la vida del ser humano, sin duda en un principio se vislumbró como el descubrimiento que permitiría una comunicación fluida que traspasaría fronteras y que permitiría a todos acceder a información y conocimientos que hasta ese momento era privilegio de algunos pocos.
Hoy en día, muy por el contrario de lo que se pensó al inicio del uso de Internet y las consiguientes redes sociales mundiales, padres y apoderados ven con desconfianza el cambio cultural que se ha producido en niños, adolescentes y jóvenes que prefieren estos sistemas para dar a conocer sus gustos, emociones y sentimientos, dejando de lado la comunicación cara a cara, cada vez más escasa.
Los padres culpan a los profesores y éstos a los padres por los cambios de conducta de los menores, cada vez más violentos, atrevidos y con mentalidades y pensamientos distorsionados de la sexualidad que es parte fundamental de la esencia humana.
Enfermedades del siglo XXI que llegaron de la mano de la expansión de la digitalización y el control de la información a nivel global.
Depresión, agresividad, aislamiento y la falta de respeto hacia el otro que pasó de ser un ser humano a una cosa que puede utilizarse para satisfacer los propios deseos de placer, sin tomar en cuenta la opinión o sentimientos de los pares, es lo que diariamente deben enfrentar los establecimientos educacionales, que no cuentan con las normativas necesarias que permitan sancionar conductas como el grooming, ciberbullying y conductas sexuales inapropiadas presentes en niños, niñas y adolescentes.
Realidad local
Bastante complejo se presenta el panorama a nivel nacional del cual los habitantes de la comuna de Calama comienzan a visualizar sus nocivos efectos.
El psicólogo y sexólogo del departamento de coordinación de convivencia escolar de la Corporación Municipal de Desarrollo Social, Comdes, Luis Romero, señala que la situación actual en niños, niñas y adolescentes en las redes sociales es muy complicado, debido principalmente a la falta de una educación sexual abierta y honesta que permita a los menores empoderarse de su sexualidad, más allá de lo que comúnmente se practica en los establecimientos educacionales que entregan básicamente información genital.
"Hay una falta de educación sexual importante en los establecimientos educacionales, más allá de que de pronto se invite a las matronas a hacer charlas, lamentablemente no hacen educación sexual, que consiste en entregar valores como el respeto, el entender mi sexualidad para entender y aceptar la del otro. Creemos hacer muchas cosas pero no están dando los resultados esperados, entonces ese elemento que antes era un beneficio, el internet, se vuelve nocivo en los menores cuando la información obtenida no cuenta con una supervisión apropiada principalmente de parte de los padres", dijo el profesional.
Acceso a tecnología a muy temprana edad que permite al menor navegar libremente por cualquier página que ofrezca información que requiere necesariamente de la supervisión parental. "Con el tiempo esto va aumentando y a los niños no les satisface solamente tener un tablet. Están en el colegio y quieren conversar con sus compañeros, entonces no es extraño ver que en primero básico andan niños con tremendos celulares cuando no los necesitan" dijo Luis Romero, agregando que "incluso Facebook tiene restricción de edad y los padres se la saltan para hacerles un perfil a sus hijos, falseando los datos".
Grooming
Algo que las redes sociales ofrecen a diferencia del contacto y comunicación cara a cara, es el anonimato, situación que es aprovechada por adultos que con la creación de un perfil falso tienen acceso y pueden engañar a menores de edad para que éstos tengan conductas sexuales cada vez más explícitas.
El grooming es uno de los efectos nocivos a los que los niños, niñas y adolescentes se exponen cuando se comunican con personas de las cuales no se conoce su real identidad.
El psicólogo de Comdes es enfático en señalar que en estos casos, lo importante es que sea el hogar que entregue los valores que le permitan al menor detectar cualquier situación en la que se vea afectada o invadida su sexualidad para tomar la decisión de terminar con la relación distorsionada y perversa.
Ciberbullying
Otra de las problemáticas que disminuirían con una buena educación sexual es, según Romero, el ciberbullying, puesto que al inculcar valores de respeto en los niños y adolescentes, se disminuye el hecho de que vean al otro como un objeto de placer. "Cuando yo veo al otro con respeto se pierde el bullying, que es esa conducta en la que vemos cómo constantemente se ataca y agrede física, verbal y emocionalmente a otro. Una conducta sádica, ya que los maltratadores sienten placer al caer en este tipo de actitudes".
Al respecto, el sociólogo David Figueroa señaló que en Calama han habido casos en los que un menor o adolescente es agredido por sus pares, y que esto se repite en las redes sociales. "Nos ha tocado ver casos así, las redes sociales vienen a complementar de alguna forma el espacio tangible, entonces muchas veces el rechazo que alguien pueda vivir en el colegio se extiende a las redes sociales. No por nada podemos ver que hayan personas más populares que otras en estos sistemas de comunicación", dijo el profesional.
Iniciación sexual precoz
Un problema que también afecta a las familias calameñas y que tiene que ver con el despertar sexual de niños y niñas en edad escolar, con lo que además aumentan los embarazos adolescentes y las posibles enfermedades de transmisión sexual.
Con respecto a esta problemática, Luis Romero señaló que durante el 2015 se trabajó en 5 liceos de Calama con el Programa de Apoyo a la Retención Escolar (PARE) en casos de adolescentes embarazadas. 174 liceanas fue lo que se registró durante el año pasado en estos cinco establecimientos, número que podría ser mucho mayor considerando aquellas alumnas de colegios particulares en la misma situación, pero de las cuales no se cuenta con registro oficial.
Todas problemáticas que deben enfrentarse a diario por padres, apoderados y educandos, quienes muchas veces se ven sobrepasados al no saber cómo actuar ante una situación de acoso, maltrato y de marcadas connotaciones sexuales.
El llamado es a que los padres vuelvan a darse el tiempo de conversar y escuchar las inquietudes, sentimientos y deseos de sus hijos, y a los profesores a incentivar el uso de los programas de educación sexual para que de este modo se recupere el respeto de los alumnos por ellos mismos, por sus pares y por los adultos que tienen la obligación de guiar las conductas de quienes han visto en las redes sociales, espacios de expresión que han reemplazado la comunicación con la familia, pilar fundamental de toda sociedad.
Programas de educación sexual
Durante el año 2010, el Ministerio de Educación puso a disposición de los establecimientos educacionales del país siete programas de educación sexual, como parte del programa de convivencia escolar. Su obligatoriedad se impuso por el Gobierno de Chile durante el 2012, debiendo utilizarse desde la primera infancia, de primero a cuarto básico 4 horas por semana, pudiendo elegir entre el más conservador hasta el más liberal, dependiendo del proyecto educativo. estos programas hasta hoy no son utilizados por los establecimientos de la Comdes Calama, ni tampoco se fiscaliza su cumplimiento.