Las personas inteligentes hacen menos amigos, según un estudio
Sicólogos de Singapur y Londres encontraron un vínculo entre la inteligencia y dificultades para relacionarse socialmente y hacer amigos.
Al inicio de su investigación, Satoshi Kanazawa, de la London School of Economics and Political Science, y Norman Li, de la Singapore Management University, querían responder la pregunta: ¿qué hace que una vida sea bien vivida?
Kanazawa y Li partieron de la hipótesis de que el estilo de vida de nuestros ancestros cazadores recolectores formó la base de lo que a los humanos modernos los hace felices ahora.
Los investigadores aplicaron un concepto llamado "la teoría de la sabana de la felicidad" para explicar los hallazgos que obtuvieron tras realizar una encuesta a 15 mil personas de entre 18 y 28 años.
Encontraron que las personas que residían en lugares muy poblados eran más propensas a reportar menos satisfacción con su vida. Entre mayor fuese la densidad de la población, menos felices eran los encuestados.
El par de sicólogos también descubrió que entre mayor fuera la interacción de los participantes con sus amigos cercanos, más felices decían ser.
Hubo, sin embargo, una excepción importante: en el caso de las personas más inteligentes, las correlaciones se reducían o simplemente se eliminaban.
El equipo midió la inteligencia de los voluntarios a través de su coeficiente intelectual (CI).
Kanazawa y Li encontraron que el efecto de la densidad de la población en el nivel de satisfacción era dos veces mayor en los individuos con un bajo CI que para aquellos con un IC alto.
De hecho, la gente más inteligente se mostraba menos satisfecha con su vida si socializaban con sus amigos con mayor frecuencia.
En otras palabras, la gente inteligente tendió a necesitar más tiempo a solas. Si pasaban demasiado tiempo con amistades, se sentían menos contentos con su vida.