Que el Tribunal de Juicio Oral en lo Pena de Calama registre el mayor número de causas por sala de todo el país es preocupante, pero más lo es que de todas las denuncias, el 63 por ciento termine archivada por falta de antecedentes, porque los afectados no quieren participar en el juicio, porque no hay medios de prueba o porque no hay testigos.
De esta manera muchas causas no terminan su ciclo y quedan pendientes numerosos hechos donde la población siente que no se ha hecho justicia.
Pero si miramos las cifras locales en el 90 por ciento de los casos se logran prisiones preventivas para los acusados por delitos y el 92 por ciento de las sentencias son condenatorias.
Se están haciendo esfuerzos importantes para poder resolver más causas, pero al mismo tiempo es necesario analizar por qué hay tantas causas judiciales en nuestra ciudad.
Quizás una de las respuestas a este problema va a estar en la agenda corta antidelincuencia que se trata en el Congreso y donde entre otras medidas se solicitará la prisión preventiva cuando el imputado sea reincidente aunque no sea un delito de mayor gravedad.
Pero más allá de las cifras y las medidas que se adopten para hacer frente con más efectividad la delincuencia, sigue siendo importante la labor preventiva en los sectores residenciales, el trabajo en equipo de sus habitantes, que sumado a una mayor disposición de la comunidad de seguir adelante con sus denuncias y atraverse a ir a juicio para poder condenar los culpables, se podrá llevar la delantera a la delincuencia.
Además, otro factor importante para hacer frente a los delincuentes es dejar de lado la ingenuidad por parte de la población, tomando precauciones y no creer a todo lo que le piden, sobre todo cuando son desconocidos.
Una parte de los delitos que ocurren en nuestra ciudad podrían evitarse si se adoptaran los resguardo necesarios y si la comunidad estuviera más atenta a las campañas preventivas.