No es nueva la intención de las autoridades locales de sacar del casco central a las camionetas mineras. Principalmente para aminorar la congestión vehicular, pero también para que esos vehículos portadores muchas veces de agentes contaminantes, no perjudiquen a los habitantes de la ciudad.
La Dirección de Tránsito en más de una ocasión se ha sentado a analizar esta polémica decisión la que claramente tiene un gran respaldo ciudadano, pero también del empresarios del rubro minero.
"Los vehículos son adquiridos o arrendados para estar en faenas mineras y no se justifica que salgan de ellas con otros fines. No son para el traslado de trabajadores y tampoco para el abastecimiento de las grandes firmas o las más pequeñas, en consecuencia no debieran estar recorriendo el centro, en estacionamientos de centros comerciales u otros locales", arguyen desde el municipio.
En esta ocasión, la intención municipal encontró el apoyo en la Secretaría Ministerial de Transporte, donde el seremi dijo que debían evaluarse las opciones legales para crear una ordenanza, la que en el fondo comparte.
Precisamente esa es la tarea a la que está abocado un equipo jurídico del municipio y ya tiene avanzado gran parte del articulado. El objetivo es respaldar legalmente una medida que puede ser interpretada como discriminatoria, pero que se fundamenta claramente en los puntos especificados con antelación.
El propio alcalde Esteban Velásquez comentó que en esta ocasión espera contar con el suficiente respaldo para ejecutar la medida y no como en otras ocasiones que desde los ministerios frustraron sus intenciones.
Explicó que las camionetas mineras pueden ser identificadas con un logotipo en el que se especifique que su circulación será sólo en faenas y sus alrededores. De esta manera sancionar si es que la norma no se respeta.
La comunidad entiende que mientras exista un bien superior como evitar atochamientos y contaminación son medidas que deben apoyarse.