Secciones

EPM desmiente a Morales por presunto uso de agua del Silala

SANITARIA. La empresa asegura que no tienen derechos y no utiliza el afluente.
E-mail Compartir

Ayer, durante un acto en la región andina de Potosí, por donde fluye el río Silala, el Presidente Evo Morales, acusó a Chile de haber privatizado las aguas del cauce y aseguró que una empresa colombiana (EPM, a cargo de Aguas Antofagasta) está vendiendo el recurso hídrico a las mineras del norte.

Sin embargo, Aguas Antofagasta, rechazó la versión afirmando por medio de un comunicado que la sanitaria no tiene derechos de aprovechamiento de aguas del río Silala (en Chile, del río Siloli).

"El agua potable que ofrece Aguas Antofagasta proviene en su mayor parte de aguas de nuestra planta desalinizadora y de otros afluentes cordilleranos que no consideran el río Silala. En su calidad de operador de la concesión, Aguas Antofagasta gestiona la concesión del recurso, que a su vez es controlada y fiscalizada por las autoridades correspondientes".

De esta forma, la firma dependendiente de Empresas Públicas de Medellín, con base en Colombia, descartó de plano las imputaciones.

Acusación

"No es posible que una empresa colombiana (esté) vendiendo las aguas del Silala a unas diez empresas mineras", subrayó el gobernante boliviano quien agregó que "en Chile todo está privatizado" y aseguró que no puede "entender" que haya privatizaciones en ese país estando en el Gobierno "un partido socialista".

El tema surgió a partir de un artículo publicado por el diario El Deber que indica que las aguas del Silala llegan a Calama y son vendidas por EPM.

"Las aguas manantiales del Silala pasan al lado chileno sin que Bolivia pueda aprovecharlas. Cruzan la frontera por canales construidos y luego se acoplan a tuberías. El recurso, ya en Chile, desemboca al río Loa, cuenca importante para el norte chileno", señaló El Deber.

Las aguas del Silala centran una nueva polémica entre Bolivia y Chile, enfrentados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la demanda marítima altiplánica. La disputa sobre el Silala había estado en un segundo plano en la agenda bilateral frente al reclamo marítimo, pero adquirió protagonismo tras el anuncio de Morales de una nueva demanda contra Chile por considerar una utilización "abusiva" del recurso hídrico.

Bolivia sostiene que el Silala está formado por vertientes cuyas aguas fluyen a Chile a través de canales artificiales construidos en 1908, por lo que exige una compensación económica, mientras que el Gobierno asegura que se trata de un río internacional.

Sin embargo, en 2009 estuvo a punto de llegarse a un acuerdo en que Santiago debía compensar a La Paz por la mitad del uso de las aguas, mientras se estudiaba una definición de la controversia, pero el tratado fracasó. Esta vez, la solicitud de compensación ascendería a US$ 1.000 millones.

Debe decirse que hace 20 años, la Cancillería de Bolivia dio la razón a Chile, luego de la tensión creada por la prensa que acusó a Chile de usar ilegítimamente las aguas.

El 7 de mayo de 1996 la Cancillería boliviana emitió un comunicado de prensa expresando: "La presidencia de la Comisión Nacional de Soberanía y Límites presentó un informe técnico sobre la índole internacional del mencionado río Silala, que tiene su origen en una vertiente que brota al pie del cerro del mismo nombre, en territorio de Bolivia e ingresa posteriormente a territorio de Chile".

Silala: con ideas fracasadas, Bolivia abre nuevo conflicto

DIFERENDO. Si el país que preside Evo Morales nos demanda lo hará con iguales argumentos que ellos descartaron hace un tiempo.
E-mail Compartir

Guillermo Parvex

Buscando revertir el desmoronamiento de su popularidad, el Mandatario boliviano Evo Morales, ha reactivado la antigua polémica por el supuesto mal uso chileno de las aguas del río Silala (o Siloli, como se le conoce también en la cartografía), llegando al absurdo de anunciar una demanda en contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia.

Igual como lo hicieran en el siglo XX con los ríos Mauri (1922) y Lauca (1962), el argumento boliviano en el caso del Silala es el mismo: desvío ilegal de aguas bolivianas hacia territorio chileno. Sin embargo esta argumentación ya ha sido descartada en las controversias del Mauri y Lauca.

La fundamentación boliviana incurre en un error garrafal al intentar desconocer que se trata de un curso de agua internacional, que escurre naturalmente hacia suelo chileno, ya que el terreno entre los Hitos 73 a 74 es descendiente hacia el lado chileno y ascendiente hacia el lado boliviano. Por tanto, su uso está claramente normado por el derecho internacional.

El Silala no es un río propiamente tal, porque su caudal es muy inferior al de 20 metros cúbicos por segundo considerado el mínimo para ser estimado como tal. En términos geográficos e hidrográficos el Silala es, por lo tanto, un arroyo o un estero.

Este curso de agua tiene su nacimiento en Bolivia, en el departamento de Potosí, a 648 kilómetros al suroeste de La Paz, junto al Salar de Uyuni, Cantón Quetena, en humedales ubicados a 4.551 metros sobre el nivel del mar.

Por la pendiente natural -descendiente hacia Chile- atraviesa la frontera en el cruce de ésta con el paralelo 22 y corre hacia el oeste por territorio chileno hasta conectar con el río San Pedro de Inacaliri, un afluente del Loa. Por tanto, el Silala pertenece a la cuenca hidrográfica del río Loa, aunque surge en Bolivia.

Derecho internacional

Esta condición internacional del Silala está reconocida por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho de los Usos de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos a la Navegación, de 1997, que dio este valor a todos los cursos de aguas compartidas entre dos naciones.

Esta convención protege los derechos de los países que posean el curso inferior (que es el caso de Chile), respecto de los que controlan el curso superior, (Bolivia). De ahí que el gobierno chileno defenderá su posición apelando a la condición de río internacional del Silala.

El derecho internacional moderno ha preferido substituir el término de "río" por la expresión "curso de agua internacional". Así, la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho de los Cursos de Agua Internacionales para Fines Distintos de la navegación, de 21 de mayo de 1997, señala que:

a. Por "curso de agua internacional" se entenderá un sistema de aguas de superficie y subterráneas que, en virtud de la relación física, constituyen un conjunto unitario y normalmente fluyen a una desembocadura común.

b. Por "curso de agua internacional" se entenderá un curso de agua algunas de cuyas partes se encuentran en Estados distintos".

El Proyecto de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas que sirvió de base a esta Convención contiene una disposición muy similar.

De acuerdo con este criterio el Silala es un curso de agua internacional por constituir un sistema de aguas, de superficie y subterráneas, que, en virtud de su relación física, constituyen un conjunto unitario. Este curso de agua es internacional por atravesar dos Estados: Bolivia y Chile.

Un río nacional -como pretende Bolivia que lo sea el Silala- es aquel que "desde su fuente hasta su desembocadura se encuentra dentro de las fronteras de un mismo Estado, de manera que tal Estado lo posee exclusivamente". (Oppenheim's Internacional Law, Sir Arthur Watts and Sir Robert Jennings).

Bolivia denuncia -desde hace más de 20 años- que Chile realizó desvíos del Silala, mediante la construcción de canales.

Sin embargo, es necesario precisar que los trabajos a que los bolivianos hacen referencia son los que en 1908 efectuó "The Antofagasta-Bolivia Railway Company Limited", (no el Estado de Chile). Estas obras consistieron en la canalización de un tramo del cauce original (sin alterar en lo más mínimo su dirección) para evitar la pérdida de agua y un pequeño depósito, que en la actualidad no es empleado.

Hoy, para intentar burlar la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho de los Cursos de Agua Internacionales, el gobierno de Evo Morales dice que "el Silala no es un río, sino que manantiales".

Sin embargo, históricamente el Silala ha sido denominado "río" en la cartografía oficial boliviana, chilena y conjunta, en los informes emanados de expertos de ambos países, en comunicaciones oficiales del Gobierno boliviano y en expresiones de parlamentarios, autoridades locales y académicos bolivianos.

Al hacerse la delimitación de fronteras en 1904 y la demarcación en 1906 se dejó claramente establecido en la cartografía aprobada por ambos países que el Silala escurría en su sentido natural desde Bolivia hacia Chile. El mapa -que exhibió el canciller Heraldo Muñoz- que acompañó al Tratado de Paz de 1904 denomina expresamente a este curso de agua "Río Silala", con nacimiento en Bolivia y término en Chile.

Contradicciones vitales

Hace 20 años, la misma Cancillería de Bolivia dio la razón a Chile, luego de la tensión creada por una orquestada campaña de la prensa boliviana que acusó a nuestro país de usar ilegítimamente las aguas.

El 7 de mayo de 1996 la Cancillería boliviana emitió un comunicado de prensa que, entre otras cosas, expresó lo siguiente:

"La presidencia de la Comisión Nacional de Soberanía y Límites de Bolivia presentó un informe técnico sobre la índole internacional del mencionado Río Silala, que tiene su origen en una vertiente que brota al pie del cerro del mismo nombre, en territorio de Bolivia e ingresa posteriormente a territorio de Chile".

En la misma declaración, publicada en la prensa boliviana el 8 de mayo de 1996, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Antonio Araníbar Quiroga, en representación del Palacio Quemado, reconoce que "Chile es dueño del curso inferior del Río Silala y que, por lo tanto, no hay controversias ni litigios pendientes".

No obstante los anterior, en junio de 1997, el gobierno del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Losada revocó la concesión existente desde 1908 a la empresa inglesa "The Antofagasta-Bolivia Railway Company Limited", (hoy en manos del grupo Luksic y Codelco), por considerar que el agua no era usada para los fines que fueron otorgadas, (para calderas de locomotoras).

Ante ello, la defensa chilena hizo prevalecer que la concesión había sido otorgada a título gratuito y sin limitación alguna, salvo reservar un tercio del agua para Bolivia, tercio que a los bolivianos nunca les ha interesado ocupar, por no existir asentamientos humanos importantes en un radio de 70 kilómetros.

Posteriormente, se desarrolló una serie de reuniones entre empresarios y autoridades bolivianas en el terreno mismo. De las verificaciones "in situ", Bolivia concluyó que "No hay indicios que personas, empresas o el Estado chileno capten en Bolivia las aguas del Silala. La captación chilena de aguas se realiza en virtud de los derechos que tienen en este país desde 1906 y que el agua es recogida en territorio chileno específicamente a 36 metros del límite internacional".

Generar este problema es bajo cualquier perspectiva inoficioso, ya que el único villorrio boliviano está a 70 kilómetros al oriente del nacimiento del Silala con una pendiente ascendente de 28 grados, lo que hace imposible su desvío.

Hasta ahora, los únicos usuarios bolivianos de este río son los 27 soldados bolivianos del Puesto Avanzado Militar Manantiales del Silala establecido por el presidente Evo Morales en 2006.

Si Bolivia decide efectivamente, en arrebato de animosidad contra Chile, demandarnos ante la Corte de La Haya por el tema del Silala, lo estará haciendo con argumentos que ellos mismos descartaron hace un tiempo.