Condecorado con la Orden al Mérito suma 50 años como suplementero
LABOR. Adrián Ramos trabaja como suplementero desde los 10 años. Comenzó como canillita en Chuquicamata y hoy continúa su labor en el centro de Calama.
Con tan sólo 10 años de edad, Adrián Ramos, suplementero calameño, empezó a trabajar como canillita en Chuquicamata. Su situación económica era bastante precaria y por eso comenzó a buscárselas vendiendo diarios en el campamento.
En esa época, según Ramos, el ambiente era bastante agresivo, pues el humo era mucho más contaminante que el de ahora. Sumado ello al frío, la tierra y el viento hacían de su labor poco amigable y bastante agresiva para su edad.
Sin embargo, desde ese momento, Adrián Ramos, notó que ser suplementero era su pasión. Y es así como salió adelante, llegando incluso a ser galardonado este año con la Orden al Mérito Ciudadano por su labor como emprendedor.
Inicios
Adrían Ramos tiene 60 años de edad y lleva 50 de ellos dedicado a la labor suplementera. "Empecé en Chuqui a los 10 años como canillita y después fui escalando posiciones", cuenta Adrián Ramos. Es así como hacia el año 1976 se instaló con un quiosco en el campamento: "Tenía puras revistas prestadas. Era un local pequeño, como la punta de un bototo y me costó mucho surgir y hacer un porvenir", explica Adrian Ramos, quien en esos años no contaba con el dinero necesario para invertir en algo más rentable.
Sin embargo, siguió insistiendo y unos años después pidió un crédito en el banco y así fue creciendo en su emprendimiento. "A pesar que no tenía casi plata, el banco me ayudó y después de seis meses comencé a pagar. Como siempre cumplí y fui responsable pagando cuentas, el banco me apoyó siempre y me ayudaba en el negocio", dice el suplementero.
Hacia el año 1983 el negocio comenzó a dar importantes frutos, principalmente por las ventas de libros que realizaban las revistas como Qué Pasa y Ercilla. "Vendía muchos libros, unos 250 y gracias a eso pude comprarme un quiosco nuevo", comenta el trabajador. No quedando satisfecho con ello y gracias a quedó disponible un cupo para vender diarios en la Gerencia de Chuquicamata, Adrián, empezó a aumentar su patrimonio. "Esa época es de lindos recuerdos. Ahí traté con gente de alta alcurnia, ingenieros, abogados, gerentes. Y ellos me trataban como uno más, fue muy linda época", dice Ramos.
En Calama
Debido a que en las secciones de Codelco comenzaron a incorporar el ingreso de los trabajadores mediante tarjetas electrónicas y al anuncio del inminente cierre del campamento, Adrián Ramos, decidió trasladarse a trabajar en Calama. Es así como en la Tierra de Sol y Cobre se hizo fama de "vendedor del gordo", ya que afortunados loínos compraron 6 veces el cartón ganador del Kino en su negocio.
Fue a uno de los ganadores "del gordo", justamente al que Adrián Ramos, le compró el actual quiosco, ubicado en pleno centro de la ciudad. "Fue una gran visión que tuve porque, sino quizás dónde estaría instalado ahora", puntualiza el suplementero.
Pero su labor no sólo se enfocó a vender diarios y revistas, sino que también destacó por ser un importante representante de campeonatos nacionales de suplementeros. Adrián es un experto jugador de damas y gracias a ese talento, obtuvo 8 títulos nacionales. Además, escribió y recitó poemas dedicados a Chuquicamata, tanto para el cierre, como para los 100 años del campamento, algo que lo llena de orgullo.
Agradecimientos
El suplementero quiere agradecer a toda la comunidad por el apoyo brindado durante su trayectoria. "A pesar que vengo de la pobreza extrema y no tengo estudios supe surgir. Y no podría quejarme de nada en mi vida, estoy muy satisfecho con lo que he hecho", dice el comerciante.
Por eso agradece a la municipalidad de Calama , por el reconocimiento con la Orden al Mérito Ciudadano. Y de la misma forma, agradece a sus colegas, al Sindicato de Suplementeros de la ciudad por siempre estar apoyando al gremio y, finalmente a los medios de comunicación de la provincia por trabajar en conjunto con todos los antiguamente llamados "canillitas".