Los precandidatos presidenciales demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders cruzaron críticas y reproches en el más intenso y áspero debate de los nueve en los que han participado en su carrera a la Casa Blanca.
El debate, televisado el jueves por CNN y el canal NY1, fue el último antes de las elecciones internas del estado de Nueva York, el próximo martes, que son clave para definir las posiciones demócratas y republicanas con vistas a los comicios de noviembre.
Ya desde el comienzo, Clinton y Sanders decidieron lanzarse el uno contra el otro, a tono con las últimas diferencias que han surgido en estos días, como el salario mínimo y la forma de aumentar los ingresos del Seguro Social.
En materia internacional, ambos políticos recordaron sus votaciones en el Senado con respecto al apoyo a la guerra en Irak. Sobre esto, Sanders acusó a su rival de fallar en sus "juicios" por el respaldo que entregó al conflicto. También la criticó por los "millones de dólares" que asegura ha recibido de las firmas financieras de Wall Street.
"Este debate ha sido diferente porque se está poniendo nervioso el campo de Clinton", afirmó Sanders al hacer un balance de su participación y la de la ex secretaria de Estado.
Clinton tiene asegurado el apoyo de 1.307 delegados para la convención demócrata, frente a los 1.087 que tiene Sanders. Cualquiera de ellos necesita 2.383 delegados para la victoria.
Los 291 delegados que están en juego en Nueva York representan el mayor número en un solo estado antes de que se vote el 7 de junio en California.