En la previa se decía que Cobreloa no se jugaba nada ante Rangers. Sin embargo, en la plantilla minera había ganas de despedirse con un triunfo en casa y de paso, "bajarle los humos" a un rival que tiene opciones de liguilla, que aún pelea por el ascenso y se juramentaron venir a ganar a Calama.

Y en un principio, parecía que los dirigidos por Héctor Almandoz conseguirían su objetivo. Porque recién en el minuto 4, tras un tiro libre de Cristián Muñoz, el zaguero Bruno Romo le ganó por arriba a los desconcentrados centrales loinos. El balón detenido visitante rendía frutos y Rangers ponía el uno a cero en la primera jugada de peligro.

Y por momentos, el elenco sureño se mostraba muy bien parado en la cancha con un bloque defensivo aplicado y Mazzolla y Rivera ganando el vital mediocampo.

Pero hubo un aire de cambio por parte del local. Con un Iván Ledezma activándose en la zona creativa, Cobreloa despertó aunque arriba, Pablo Brito y Vildan Alfaro no sacaban ventaja ante una aplicada última línea rojinegra.

Y el atisbo de empuje naranja empezaría a traducirse en peligro recién en los 21'. Allí se empezó a atrever Cobreloa y tras un centro de Richard Catrileo cayó en la cabeza de Enzo Guerrero proyectado en ofensiva. Su cabezazo se fue desviado.

El circuito de César Bravo se vio reflejado en la banda derecha, donde Paulo Olivares se transformó en factor pasando varias veces a posiciones ofensivas y generando ocasiones para la dupla Alfaro-Brito que no capitalizaron.

Pero hubo premio. Porque tras una serie de tiros de esquina servidos por Iván Ledezma, el zaguero Walter Gómez ganó por arriba y el despeje de Marcelo Jorquera se introdujo en el propio arco. Uno a uno en el momento más indicado.

Retorno de "guachupé"

El buen aire con que terminaron los mineros en la primera parte sirvió para que el joven elenco local se volcara con todo en busca de la ventaja que logró gracias a uno de sus mejores jugadores de la temporada: Carlos Gómez.

El volante de corte se adelantó unos metros, peleó una pelota en una salida displicente de los talquinos y tras combinación perfecta con Olivares -otra vez mostrando su faceta ofensiva- sacó un zapatazo furibundo que hizo imposible cualquier reacción de Cacace.

Allí, César Bravo apostó por un libreto que le salió a la perfección. Porque si bien Cobreloa perdió en cuanto a la distribución de fútbol con la salida de Iván "Titi" Ledezma, José Luis Jiménez, su reemplazante encabezó un contragolpe insistente que con el apoyo de un activo Pablo Brito -el juvenil que destacó en su debut como profesional con un despliegue incansable- y un luchador Vildan Alfaro.

Un tiro en el vertical de "Guachupé" y un remate de distancia de Maximiliano Gálvez -que pudo ser uno de los mejores tantos del torneo- pudieron cerrar el marcador que sería liquidado en los descuentos, cuando los rojinegros jugaban con diez por expulsión de Francisco Tapia y tras una lucida jugada de otro canterano, Sebastián Romero, que cedió para el reencuentro de Jiménez con el gol y los aplausos.

Con el técnico y el plantel de "emergencia", Cobreloa cumplió y se fue entre aplausos. Una actuación como para creer que el futuro deportivo del club sigue estando en los jóvenes valores que han surgido en casa.

paulo olivares, la figura

Pese a que estuvo contenido en la marca cuando se le exigió en la primera parte, el lateral demostró su capacidad propiciando jugadas de peligro e incluso asistiendo en uno de los goles loínos. "Nunca me había pasado que estuviese una temporada jugando tan poco pero por suerte, en estos dos partidos pude demostrar que quiero quedarme en el club", dijo el defensor.

17 horas del próximo sábado cerrará su participación en el torneo el cuadro loíno enfrentando a Unión San Felipe como forastero.

33 de los 44 puntos que sumó Cobreloa en el torneo fueron en calidad de local. De haber rendido como visita habría peleado el título.