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Chuquicamata: Camino a ser Patrimonio de la Humanidad

CONVENIO. Después de ser declarado Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), se trabaja en el Plan de Manejo que definirá el futuro del ex campamento.
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Redacción

En 1917 comenzó la construcción del Campamento Chuquicamata que albergaría, en el punto más álgido de su historia, a cerca de 24 mil personas; dos años después de que el yacimiento comenzara sus operaciones.

Hoy, el lugar que vio nacer a miles de chuquicamatinos, es visitado por unas 30 mil personas durante su aniversario y Navidad, fechas en que la memoria histórica de sus antiguos habitantes revive los gloriosos días de la ciudadela más moderna de América Latina.

El esplendor de Chuquicamata se vio afectado cuando en 1992 fue declarada Zona Saturada de material particulado respirable. Al año siguiente se detectó que la zona tenía altos niveles de arsénico.

Estos problemas ambientales, sumados a la expansión de la mina, motivaron que Codelco tomara la decisión entre 1992 y 1997 de trasladar a la población de Chuquicamata. El traslado de las familias, no ocurriría en gran parte hasta el 2004.

Zona Típica

Cuando el último habitante del campamento dejó lo que había sido su hogar, comenzaron las preguntas sobre cuál sería su futuro. Pasaron cerca de diez años para que algunos chuquicamatinos se organizaran y crearan la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, entidad que con el apoyo técnico de la municipalidad de Calama a través de la Corporación de Cultura y Turismo y su área de Patrimonio, lograron que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) lo declarara Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica.

Esto incluye un importante sector de viviendas representativas de la diversidad tipológica, constructiva y espacios públicos emblemáticos como Casa 2000, la plaza Los Héroes y el Centro Cívico con sus diez edificaciones dentro de las cuales se encuentran la escuela D-54 "República de Chile", el liceo B-10 América, el Teatro Variedades, el Auditorio Sindical, el Teatro Chile, el Club Chuquicamata, el Club Obrero, el Estadio Anaconda y la Oficina de Pago. Todo esto en un polígono de 42 hectáreas.

Pero la declaratoria es sólo el primer paso. La sustentabilidad del modelo significa generar estrategias y alianzas para que el ex Campamento tenga larga vida. Por este motivo, esta semana se firmó un convenio con la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, el municipio, Codelco división Chuquicamata y la Fundación Sewel; esta última asesorando respecto al modelo de gestión, para definir el Plan de Manejo.

Miriam Bolados Torres, presidenta de la Agrupación Hijos y Amigos de Chuquicamata, expresó el significado emocional y simbólico de este acuerdo.

"Me siento muy emocionada. Al momento de firmar sentí un escalofrío, como que habían miles de alma detrás de mi espalda. Siento, al mismo tiempo, una responsabilidad y felicidad porque por fin se logró ir avanzando. Creo que vamos por el camino correcto, con personas que son expertas, que tienen la experiencia de lo vivido en Sewel. También hemos hecho y vamos a seguir haciendo un gran trabajo con la Corporación de Cultura y Turismo a través de su área de Patrimonio, su director René Huerta y todo su equipo y, en menos de diez años, vamos a hacer la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad, ese es mi sueño".

Para concretar este objetivo, los actores involucrados pensaron en un caso de éxito. Y es la ex ciudad minera de Sewel, declarada por la Unesco, en 2006, como Patrimonio de la Humanidad, la que mejor representa esta victoria.

"Nosotros, más allá de la consultoría, queremos transmitirle nuestra experiencia y la importancia que significa recuperar el patrimonio. Que la gente se sienta orgullosa de su historia y que entiendan que el patrimonio es el punto de apoyo para proyectarse al futuro. En este caso, tienen muchísimas cosas que los puede ayudar a sacar la tarea adelante. Nosotros ya tuvimos los problemas, tuvimos los tropiezos. Hemos, en este proceso de ensayo-error caído, nos hemos parado y es esa la experiencia que queremos transmitir", explicó Felipe Ravinet, director ejecutivo de la Fundación Sewel.

Por su parte, María Clemencia Ovalle, gerente de Sustentabilidad de Codelco Chuquicamata, declaró cuál es la motivación que tiene la estatal en este proceso.

"Este es un hito más dentro de lo que significa poner en valor, conservar y proteger un patrimonio cultural del país, que además tiene la connotación de que es un patrimonio ligado a la minería. Nosotros quisimos tener el apoyo de la Fundación Sewel, quienes han sido capaz de declarar, como Patrimonio de la Humanidad, al sector de Sewel. Ellos tienen un súper buen ejemplo de cómo pusieron en valor su patrimonio, en condiciones muy similares al Campamento Chuquicamata, por lo que creo nos va a facilitar el trabajo. Es un facilitador, ellos facilitan en términos técnicos de cómo hacer un Plan de Manejo que nos permitirá autosustentar la puesta en valor".

Respecto a la nueva etapa de protección, preservación y conservación que se inicia en el Campamento Chuquicamata, René Huerta Quinsacara, director del área Patrimonio de la CCTC, manifestó su satisfacción que luego de "tres años de gestión por la declaratoria, exista una voluntad de todos los actores sociales para dar continuidad al proceso. Un proceso que tiene que ver con el Plan de Manejo, que se debe estructurar de acuerdo a una metodología y que implica realizar un diagnóstico en varios ámbitos; no sólo referido al tema patrimonial, sino que también referido al tema de la arquitectura y de la infraestructura, que son los estudios patológicos que se deben hacer de todos los edificios que se van a conservar para ver en qué estados están".

Sin embargo, más allá del conocimiento técnico que debe operar en este caso, los actores coincidieron en que el componente emocional, es el motor de esta gran empresa.

Según Ravinet, los temas de patrimonio "se manejan con una mirada técnica, pero por sobre todo con una mirada emocional. Si las personas no están comprometidas emocionalmente y no lo hacen con el corazón, por muchos planes definidos o técnicos que intervengan, la cosa no funciona, no avanza. Creo que aquí las condiciones están dadas. Veo una comunidad comprometida, veo que Codelco también entendió que es una empresa que no puede dejar de participar y que tiene que tener un rol activo, por lo que les veo un buen futuro".

31 de agosto y el primero de septiembre del 2007 se realizó la ceremonia oficial del cierre del Campamento, tras 92 años de existencia.

42 hectáreas del ex campamento minero de la Segunda región fueron declaradas como zona protegida por el Consejo de Monumentos Nacionales.

22 años operó la Pala Mundial, la que será protegida gracias a la declaratoria como Zona Típica. Funcionó entre 1949 y 1971, siendo la más grande de su tipo y los archivos documentales, fílmicos, gráficos y la central de planos cuyo acervo data de 1914.

La Poruña: el 'volcán enano' de la provincia El Loa que atrae a turistas

ESCORIA. En teoría es un cono piroclástico formado por una erupción del volcán San Pedro.
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Uno de los atractivos de la provincia El Loa es La Poruña. Según expertos, mal llamado volcán, es un cono piroclástico 'escoria' del volcán San Pedro.

Esta formación que se originó hace aproximadamente unos 103 mil años, llama la atención por su pequeño tamaño y fácil acceso, lo que hace de esta, una estructura didáctica y que varios turistas se atreven a escalar y conocer.

Características

El geólogo y académico de la Universidad Católica del Norte (UCN), Felipe Aguilera, dice que "el término correcto de La Poruña es escoria, ya que es un parásito del volcán San Pedro". Según el geólogo es parte de la cadena o historia del volcán, pero no se encuentra encima de él, sino que a un costado por eso se llama parásito.

La formación de La Poruña ocurrió gracias a un proceso eruptivo hace miles de años atrás. "Cenizas en la atmósfera caen y forman el cono. Un cono que viene con flujo de lava, que en esta oportunidad, se extendió hacia dirección oeste (río Loa)", dice el experto.

De la misma manera, Aguilera recalca que lo interesante de este 'volcán' es que, generalmente, hacen erupción sólo una vez en la historia. "Es difícil que haya otra erupción en la misma estructura, pero no hay que descartarlas nunca, aun cuando la probabilidad sea extremadamente baja, como 1 en 10.000 por ejemplo", dice el geólogo.

Por su parte, el jefe de carrera de Geología de la UCN, Iván Soto, recalca que llamarlo volcán es una equivocación: "Los volcanes son estructuras geológicas que pueden tener diferentes formas, pero Poruña es un cono piroclástico que forma parte del sistema volcánico del San Pedro", informa Soto.

Por ello, para Soto, es mejor llamarlo como cono La Poruña. "En esta estructura llama la atención sus laderas inclinadas y su tamaño pequeño". De la misma forma, recalca que los conos piroclásticos pueden alcanzar un tamaño de hasta 3 km de ancho y varios cientos de metros de altura, sin embargo, siguen siendo formas de menor tamaño comparadas con un estratovolcán, como el San Pedro.

Felipe Aguilera, dice que la importancia de La Poruña puede recaer en que ayudan bastante al tema turístico y educativo. "Estas estructuras son de fácil acceso y ascenso, ya que son bajos. Además son una muy buena oportunidad de educación a la gente, ya que se puede conocer la estructura volcánica", dice el experto.