A cinco meses del suicidio de la menor afectada por un abuso sexual en el año 2013, se conoció la pena que deberá cumplir Héctor Guerrero Loayza (28), responsable de que la joven decidiera quitarse la vida tras haberla violado.

Guerrero Loayza fue condenado a diez años de presidio por su responsabilidad y por haber abusado de la menor que no soportó vivir con esa vejación a cuestas, tomando la drástica decisión de auto eliminarse.

Con esta sentencia este abusador deberá estar una década en prisión efectiva tras la violación perpetrada en un sitio eriazo de Calama, el cual fue aprovechado por el antisocial para cometer el delito por el cual ya fue condenado.

Esta noticia es además un precedente legal y marca también un hito al sancionar y responsabilizar a Héctor Guerrero de tan deleznable actitud ante una joven menor de edad que debió lidiar con ese traumático hecho que finalmente la marcaría de manera negativa.

El deceso de esta menor caló hondo en toda la comuna, y su caso fue también muy comentado debido a la insensibilidad con que actuó su agresor y cómo planeó la violación tras mentirle y engañarla para poder abusar de ella.

En prisión efectiva y responsabilizado por su cobarde actuar con la menor de catorce años, Héctor Guerrero fue condenado a estar encarcelado por una década y sin beneficios asociados a esta.

Con este dictamen se cierra- en parte- una triste y penosa historia que afectó a una adolescente que no puso vivir ni superar el tremendo daño que le causó esta violación.

Mal terminó una fiesta para dos de jóvenes, quienes luego de alterar el orden donde se efectuaba un evento debieron ser detenidos por Carabineros debido a que fueron agredidos y amenazados de muerte por éstos.

Se trató de un hecho de alteración al orden público en un comienzo, por lo que Carabineros debió concurrir hasta el lugar para apaciguar a los jóvenes que participaban de la fiesta -unas 50 personas- pero en ese instante comenzaron a ser amenazados de muerte por uno de los asistentes, debiendo detenerle.

En ese momento una joven de 18 años agredió física y verbalmente a uno de los efectivos, por lo que también debió ser arrestada por personal policial. La joven en cuestión - y tras ser aprehendida por Carabineros- continuó con los insultos y palabras soeces contra la autoridad policial, calmándose sólo cuando terminó el procedimiento que incluyó la constatación de posibles lesiones y dar cuenta al fiscal de turno de lo ocurrido, quien dispuso su libertad bajo apercibimiento tras dar cuenta e informar de su domicilio.

Pese a que intentó llegar a su domicilio, un hombre de 40 años dejó su vehículo estacionado en plena calle Manuel Montt, ya que se encontraba extremadamente borracho.

Alertados por esta situación, debió concurrir personal de Carabineros de la Primera Comisaría, quienes constataron el hecho, encontrando a su conductor al interior del móvil y en evidente estado de ebriedad.

Debido a esta situación, el conductor debió ser trasladado hasta la unidad policial para luego quedar a disposición del Tribunal de Garantía de Calama, quedando citado a comparecer.

Pablo Orellana G.

Una situación compleja vivió un calameño de 30 años que fue víctima de agresiones y robo con violencia por parte de cinco taxistas 'piratas', quienes le hirieron en plena vía pública, además de sustraerle sus pertenencias en un confuso hecho.

En una situación casi insólita el afectado por este hecho comentó a Carabineros que había solicitado este tipo de transporte informal para desplazarse a su hogar ubicado en el pasaje Huara, siendo las 01.45 de la madrugada del pasado sábado.

Al llegar el móvil, un auto marca Citroen modelo Celis -según propia declaración del joven de 30 años- se subió y le comentó al conductor que no portaba dinero y que al llegar al destino le cancelaría la tarifa, ante lo cual el transportista habría accedido.

Agresión

En el trayecto algo no andaba bien, y el afectado aseguró que el conductor manifestaba una conducta extraña y poco habitual para quien trabaja en un servicio como este, y que incluso había cambiado el trayecto, alejándose del destino al cual iba.

Posterior a ello intentó bajarse pero no pudo hacerlo siendo trasladado hasta un sitio eriazo donde le esperaban cinco taxistas más que lo golpearon en reiteradas ocasiones sin explicación ni motivo alguno, para luego quitarle todas las pertenencias que llevaba consigo.

Debido a los golpes recibidos, el afectado debió por sus propios medios trasladarse hasta el servicio de Urgencia del hospital Carlos Cisternas, donde se le diagnosticó una 'herida y contusión frontal', y otras de carácter leves.

Tras constatar sus lesiones el agredido entregó el detalle de sus pérdidas, las cuales avaluó en 200 mil pesos, entre estas un reloj de alta gama, un celular y documentos personales que tenía al momento de ser víctima de esta confusa situación vivida tras solicitar un taxi pirata.