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A un año de la tragedia: Protagonistas recuerdan el descenso de Cobreloa

EN CHILLÁN. Fue el epílogo de años de mal funcionamiento a todo nivel. Y se sumó un castigo hasta hoy dudoso.
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Ricardo Pinto Neira

La peor tarde futbolística que recuerde el hincha de Cobreloa se vivió en el estadio Nelson Oyarzún de Chillán un 3 de mayo de 2015. Ese día, después de conocerse un castigo "por secretaría" de la ANFP que le quitaba tres puntos al equipo dirigido por Marco Antonio Figueroa, el elenco minero entró a la cancha con una sentencia casi segura, una que se confirmó en el campo tras caer por 3 a 2 ante el elenco sureño. Cobreloa volvería a jugar en Primera B tras 37 años en el profesionalismo.

Fue el epílogo de una suma de errores, divisiones dirigenciales y una campaña deportiva que extrañamente venía precedida de un invicto de 26 fechas en 2013 con clasificación a Copa Sudamericana. Desde ese momento, nada volvió a ser lo mismo.

Uno de los protagonistas de ese equipo que estaba en la cima, el ex jugador y ayudante técnico de ese plantel, Mauricio Donoso -que paradójicamente estaba en la vereda cruzada ese día del descenso, trabajando como entrenador asistente en Ñublense- comenta que "cuando se perdió el invicto y nos eliminan en Copa Chile ante Cobresal hubo un quiebre en el vestuario y eso debió cortarse ahí. Pero recuerdo claro que después no ganamos en diez partidos y la dirigencia quería renovar al cuerpo técnico. De alguna forma, la displicencia con que se tomó el riesgo de descender, que se remarcó con el tema de la contratación de Alejandro Hisis cuando los dirigentes sabían que los podían castigar, desencadenó el triste final. Hay responsabilidades claras ahí", dice.

Ciertamente, el descenso de "los zorros del desierto" se debió específicamente a una sanción de tres puntos por el fichaje de Hisis como ayudante de MAF, situación que el propio "causante" del castigo aseguró en su momento que desde la presidencia del club -Augusto González- se sabía, aunque en ningún caso fue el factor central de una debacle que empezó antes.

El entrenador interino de Cobreloa en los últimos partidos del torneo anterior, César Bravo asume que "es un proceso que nos dolió a todos. Más a los que nos críamos en la época de gloria del club, somos hinchas y queremos a esta institución. Nos dolió porque nunca imaginamos que íbamos a ver a Cobreloa en la B. Pero hay que ser claros al decir que no se perdió la categoría por esos tres puntos, aunque para muchos sea el detonante. Se hicieron muchas cosas mal y lo del castigo fue sólo una de ellas".

El llanto

Ese día, en un sector de los vestuarios, como un simple invitado e hincha, el actual presidente de Cobreloa, Gerardo Mella salía entre lágrimas. "Nunca pensé que iba a ver a Cobreloa en esa situación. Me dio mucha rabia porque era inevitable acordarse de los títulos que conseguimos, del lugar privilegiado que teníamos y que en prácticamente tres años se echó por la borda. Acá hubo responsables a todo nivel, de esos que propiciaron división", dijo quien ese día determinó que volvería a trabajar por reinsertar al club en un nivel protagónico.

Y mientras algunos sufrían en Chillán, otros mordían la rabia y la pena en Calama. El jefe técnico de inferiores, Roberto Espicto recuerda que "cuando supe lo del castigo justo unos días antes de que el equipo jugara ese partido en Chillán, supe que habían matado a Cobreloa. Lo hicieron de mala intención, porque lo hicieron antes del partido final. Estábamos con César Bravo cuando supimos esa noticia y me acuerdo que nos dio mucha pena".

Hoy ya pasó un año y varios de los que estuvieron en ese partido aún no asimilan el duro golpe. El actual portero de Santiago Morning y quien defendía el arco esa fatídica tarde en la Octava región, Luciano Palos asimila que "fue todo triste ese día, porque pese a que íbamos ganando, comenzaron las expulsiones, al profe -Figueroa- lo echan y casi se arma una pelea, era un clima muy negativo y finalmente nos hacen dos goles que nos liquidaron pese a que existía la esperanza que si ganábamos, se podía apelar al castigo. Recuerdo que salí de ahí con una pena gigante, por la gente que nos había llegado a apoyar y nos aplaudía igual".

Quizás, todos los protagonistas de la historia pensaron que la estadía loína en Primera B sería corta y se decepcionan. Probablemente, la peor pesadilla de los hinchas del "cuarto grande" de Chile se mantiene, se extiende preocupantemente y sólo se terminará el día en que Cobreloa vuelva a lucir en primera división, un lugar que nunca debió perder.

3 puntos por la contratación de Alejandro Hisis recibió de castigo Cobreloa. Una decisión cuestionable.

2 años pasaron desde que Cobreloa jugaba torneos internacionales en 2013 a caer a la Primera B.

Dos propuestas para torneo transición

EN LA B. Decisión final será la que determine al nuevo DT de Cobreloa para los próximos seis meses.
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Hasta ahora hay dos posturas definitivas que están luchando entre sí para imponerse en el próximo consejo de presidentes: una considera ascensos en diciembre y la otra apunta a un torneo largo de año y medio con premio para quien lidere el campeonato de transición.

La primera, patrocinada por los clubes de Primera B apunta a que el premio en diciembre sea el ascenso de al menos un equipo.

"La idea es que se juegue por algo, porque significa que se puede hacer una apuesta a seis meses y no hacer contratos por un año y medio. Además, hay que pensar que los clubes deben sustentarse y para la gente no va a ser atractivo ir al estadio si es que hay un campeonato que se juegue por nada, sin incentivo", dice Gerardo Mella, timonel de Cobreloa, uno de los equipos que encabeza las gestiones para que la ANFP revierta su proyecto de instaurar un campeonato de ascenso con definiciones recién en diciembre de 2017.

La otra idea

Por ahora, los clubes de primera división son los principales interesados en que la idea presentada por Arturo Salah hace dos semanas se mantenga.

Esta postula un campeonato de 45 fechas entre los actuales 16 equipos de Primera B -incluyendo a Unión La Calera y San Marcos de Arica, que bajaron el fin de semana pasado, y que contempla un primer torneo de transición hasta diciembre y otro de 30 fechas en 2017. Sube el ganador de esas 45 fechas más el triunfador de una liguilla entre el segundo, tercero y cuarto de esa tabla más el ganador del transición 2016.