Adultos mayores fueron los primeros en comprar en la Farmacia Ciudadana
INAUGURACIÓN. Ayer se empezaron a distribuir los medicamentos. Este servicio se extiende a todas las personas con una enfermedad crónica de Calama.
Guillermo Bustamante fue uno de los primeros beneficiarios en ser atendidos en la Farmacia Ciudadana de Calama. Cada mes debe desembolsar cerca de 200 mil pesos en medicamentos para su esposa, quien padece enfermedades crónicas.
Si bien entiende que esta farmacia está recién funcionando, dijo que es una excelente idea, "porque mi señora tiene medicamentos permanentes y debemos comprarlos en el mercado. Esperamos llegar a comprar todos en este lugar y poder ahorrar. Por ejemplo ahora vine a comprar uno que me cuesta 17 mil pesos y en el mercado 25 mil".
Tal como este usuario, son cerca de 520 los beneficiados que ya pueden adquirir sus medicamentos, mientras que las inscripciones siguen abiertas para aumentar el número de insumos, que también pueden ser alimenticios, pañales o material quirúrgico.
Previo a la inauguración, hubo una presentación en el salón de honor de la municipalidad, donde la encargada del departamento de Acción Social, Conny Fabián contó todo el trabajo realizado para llegar a este momento y la química farmacéutica, Elizabeth Pinto explicó los alcances, entre los que destacó que el pago se hace en una casa bancaria y con el comprobante de depósito se entregan los medicamentos.
El alcalde, Esteban Velásquez, felicitó al equipo de profesionales que logró esta farmacia, la que tiene carácter universal, atendiendo desde niños a adultos mayores y sin distinción de previsión de salud.
En tanto, llamó a los dirigentes sociales a transmitir la existencia de esta Farmacia Ciudadana y conocer los mecanismos para ser beneficiarios.
También participó la seremi de Salud, Lila Vergara, quien destacó que este recinto es el segundo de la región y cuenta con un alto estándar, el que fue comprobado en las inspecciones que se realizaron para dar su aprobación de funcionamiento.
La primera farmacia popular de la región se abrió en Antofagasta, pero sólo atiende a adultos mayores.