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Loínos no están acudiendo hasta el Cesfam norponiente

MOTIVOS. La falta de locomoción sería el problema.
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A punto de cumplir cuatro años desde que entró en funcionamiento el Centro de Salud Familiar (Cesfam) Norponiente de Calama continúa con baja cantidad de usuarios de acuerdo a capacidad disponible considerada en un principio por las características estructurales de la obra.

Si bien, este consultorio municipalizado fue planificado para atender a lo menos 20 mil pacientes, tan solo cuenta con un 50% de los usuarios de la cobertura total, tal como da cuenta el director del Cesfam Norponiente, Mauricio Vargas Rojas.

El profesional dijo que "estamos alrededor de los 10 mil pacientes. Hemos ido aumentando en forma paulatina, captando usuarios en los operativos y por medio del mismo servicio de urgencia que tenemos (SAPU), a través de información entregada en colegios y juntas de vecinos. Además de otro tipo de iniciativas nos estamos dando a conocer a la comunidad para captar más población".

Problema

Para el director del servicio de atención primaria de salud, la principal problemática pasa por el tema del transporte público, ya que según detalló cuentan con dos medios de locomoción colectivas. "Entonces, para las personas igual resulta difícil acceder al consultorio ubicado en calle Luis Emilio Recabarren 3825 de la población Gladys Marín", por la distancia que deben recorrer y el difícil acceso.

Aunque rescató que cuentan con pacientes de todos lados, tanto de las poblaciones como de las villas que existen en la comuna. "De acuerdo al último percápita que tenemos lo que se logró captar con más fuerza fueron hombres de 25 a 44 años, en ese rango etario es donde logramos captar la mayor población", comentó.

Luego agregó que "la población adulto joven es nuestro fuerte en el Cesfam Norponiente, donde menos tenemos es adultos mayores, y es por el tema de la población, ya que aquí estamos en un territorio que está en expansión -poblaciones y villas recién construidas-, entonces, generalmente aquí residen familias jóvenes con hijos pequeños y la población más adulta se concentra en el centro de la ciudad".

Expectativas

El 22 de junio de 2012, se abrieron las puertas al Cesfam Norponiente de Calama. Ahora a punto de cumplir cuatro años desde que comenzó a funcionar el director de este moderno centro de salud de atención primaria, Mauricio Vargas Rojas, realizó una invitación a la comunidad.

"Ojalá que puedan venir a nuestro Cesfam a atenderse, a conocer y también podamos darles a conocer otro tipo de alternativas y programas que contamos para el tratamiento de personas que tienen alguna patología crónica", concluyó.

20.000 pacientes el número que se planificó para que se atendieran en este centro de salud. Sin embargo a la fecha sólo se atiende a la mitad de dicha proyección.

Quioscos saludables causan preocupación en concesionarios

PROBLEMA. Baja de ventas, valor de arriendos, competencia desleal, entre otros son las principales preocupaciones de personas que tienen estos almacenes en las escuelas y liceos de Calama.
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Este 27 de junio comienza a regir la ley 20.606 que regula la venta de alimentos en los quioscos insertos al interior de establecimientos educacionales del país. Medida que tiene por objetivo disminuir los niveles de obesidad infantil y que rige para todos los menores de 14 años.

Sin embargo, la normativa tiene bastante preocupados a los concesionarios de quioscos de la ciudad de Calama, quienes denuncian falta de información, competencia desleal, excesiva rigurosidad y disminución considerable de las ventas lo que imposibilita el pago de los arriendos que en la zona presentan un valor mucho más alto que en el resto del país.

La Ley

El objetivo de la ley 20.606 es disminuir el consumo de alimentos altos en grasas saturadas, azúcares, sodio, entre otros en los menores de 14 años. Ello prohibiendo la venta y promoción de tales productos en los quioscos insertos dentro de los establecimientos educacionales, ya sean de niveles básicos o medios.

Es así como no deberán venderse en las escuelas ningún tipo de comida chatarra, masas, golosinas, bebidas azucaradas, entre otros, los que deberán ser reemplazados por frutas, lácteos sin adición de azúcares, aguas embotelladas, frutos secos.

La información detallada sobre qué se puede vender o no se entregará a los establecimientos educacionales a través de charlas y una guía realizada por el Ministerio de Salud y Educación. Ejemplares que deberán ser repartidos en todos los establecimientos .

Cabe destacar que aun cuando la ley se aplica a los niños de 14 años hacia abajo, los quioscos ubicados en los liceos deberán acatar igualmente la ley. Esto porque los establecimientos medios cuentan con un porcentaje de niños que se encuentran en el límite de edad, lo que obliga a que el quiosco se someta en su totalidad a la normativa.

Controversia

Esta nueva ley puede ser, sin duda, una buena noticia para el país, pues se impulsará de alguna u otra forma la alimentación saludable de los más pequeños. Sin embargo, como todo, existen pros y contras en relación a esta normativa.

Según los concesionarios de los quioscos escolares los contras los atacan directamente a ellos, quienes con la implementación paulatina ya comenzaron a disminuir considerablemente sus ventas.

Es importante tomar en cuenta que estas personas deben pagar un arriendo para poder instalarse con un quiosco en los establecimientos educacionales, el que en Calama es mucho más alto que en otras partes del país. Pero no sólo denuncian este problema, sino que también falta de claridad en la información.

Laura González es la concesionaria del quiosco ubicado al interior de la escuela República de Chile D 54 en Calama. Laura se declara deportista y a favor de la comida saludable, sin embargo, ya comenzó a verse afectada por la implementación del quiosco saludable.

"Yo entiendo la idea, es muy buena. Todos queremos hijos sanos y deportistas, yo también lo soy, pero un quiosco no va a cambiar las cosas. Para combatir la obesidad hay que educar a los hijos en la casa y hacerles el hábito de comer sano", dice González.

A pesar que ya lleva cinco años en este trabajo declara que en julio se tendrá que retirar pues las ventas bajaron considerablemente y con el pago del arriendo no es rentable. "Yo hace años que no vendo papas fritas o ramitas, pero si miras los basureros está lleno de envoltorios de estos productos porque los traen de afuera", dice Laura González.

Similar opinión tiene Cesia Rodríguez, la concesionaria del quiosco ubicado en la escuela República de Grecia D 35, quien también tiene experiencia vendiendo productos saludables de hace bastante tiempo. "Del año pasado que nos estamos preparando. Yo vendo gelatina, frutas, pan pita con lechuga y tomate, pero los niños siguen prefiriendo comprar afuera los otros productos", dice Rodríguez.

La concesionaria explica que uno de los productos que mejoraba bastante sus ventas era el pan pita hecho con harina integral, el que ahora no podrán vender. "Este pan pita tiene menos grasa, pero no hay caso no lo dejan vender y eso nos va a perjudicar a partir de junio", dice Cesia Rodríguez.

La encargada del quiosco de la escuela Grecia cuenta, que en las afueras del establecimiento se ponen cerca de 8 comerciantes ambulantes, quienes venden papas fritas, bebidas y productos que ellos tienen prohibido comercializar: "Esto nos perjudica un cien por ciento. Nosotros debemos pagar arriendo, impuestos, contadora, entregar boletas. La ley debería ser para todos iguales. Del 100% que vendía antes ahora estoy en un 50%", concluye Rodríguez.

Beatriz Barrios, quien es la concesionaria en la escuela Vado de Topáter D 49, también manifestó su preocupación. "Los niños están acostumbrados a la comida chatarra acá y no nos compran. Y nos va a perjudicar porque nosotros tenemos que pagar aranceles. A nosotros nos piden alimentos saludables, pero afuera no hay quién restrinja a los comerciantes", dice Beatriz Barrios, quien además comenta que ellos son constantemente fiscalizados para vender productos en buenas condiciones, cosa que no sucede con los ambulantes.

La concesionaria cuenta que ella ya fue fiscalizada y quedó con la autorización de venta de muy pocos productos. Recalca que su quiosco cuenta con el auspicio de una empresa de bebidas, quienes entregaron los alimentos de su marca que están permitidos, pero que aun así es muy poco. Para concluir expresa que los alimentos saludables son mucho más caros:" Acá el niño llega con $200, $300 y qué le voy a vender a ese precio", concluye Beatriz Barrios.

Diálogo

El malestar general trajo como consecuencia que los concesionarios comenzaran a agruparse. Jenny Rojas, es la concesionaria del liceo Minero América B-10 y una de las líderes en este proceso de reclamo. Ella junto a Jacqueline Pino, del liceo Francisco de Aguirre B-8 en Calama comentaron cuáles son las principales preocupaciones.

"Nosotros estamos de acuerdo con que se implemente la comida saludable, pero queremos que el proceso se lleve a cabo con claridad. Que no nos den una lista con alimentos permitidos y después nos quiten esa lista y nos den otra porque así nos confunden", dice Jenny Rojas.

Uno de los puntos más importantes para los concesionarios es que se flexibilice la venta de pan. "Que nos dejaran vender pan con harina integral sería ideal. Los alumnos en la mañana llegan a tomar desayuno al liceo y a escuelas. No vendemos pan todo el día, además hacemos sándwiches saludables con lechuga, tomate, pollo un poco de orégano", dice Jenny Rojas.

Otro punto importante es el asesoramiento, pues expresan que sería de gran utilidad que nutricionistas los aconsejaran en cuanto a las medidas exactas para la preparación de algunos alimentos. "Nos dan tablas con mediciones, pero es necesario que nos expliquen también de una forma más completa al respecto", dice Rojas.

Jenny Rojas comenta que los aranceles de los arriendos que se pagan son muy altos en comparación a otros lados del país: "Acá se paga de $600.000 a $800.000 mensuales por concepto de uso de suelo. Y con esta ley, nuestras ventas van a bajar mucho y se nos va a hacer difícil pagar el arriendo. Nuestra realidad es distinta a las otras ciudades", dice Rojas.

Postulan que la competencia desleal es otros de los grandes problemas. "Nadie fiscaliza a los que se ponen afuera a vender completos y alimentos envasados. Nosotros no queremos causar controversia, pero queremos que sea justo", dice Jenny Rojas.

Es por todo esto que se unieron y enviaron una carta al diputado Marcos Espinosa explicándole los problemas. Una de las peticiones más urgentes es que se les pueda brindar patente de quiosco clase C, ya que la mayoría en Calama son clase B. La diferencia entre ambos es el tipo de comida que pueden preparar, de acuerdo a los servicios que posean como agua potable, equipos de refrigeración, entre otros.

Es así como en los quioscos de clase C se pueden vender alimentos como sopas, ensaladas, almuerzos saludables, lo que ayudaría a diversificar la oferta y aumentar las ventas. "Por parte de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Comdes) nos comunicaron que se iba a rebajar el arancel en un 15%. Nosotros queremos durante los próximos días reunirnos con la directora de Comdes, Gladys Gárate, y plantearle nuestras inquietudes", dice Jenny Rojas.

Oficio

Por su parte, el diputado Marcos Espinosa declaró que él acogió la solicitud que le hicieron llegar los concesionarios de Calama y está al tanto de la situación. "Ellos me plantearon una gran preocupación respecto de la prohibición de la venta de algunos productos que aparecen consignados en las cartillas de comida saludable, pero que están siendo requisados y prohibidos absolutamente su venta", cuenta.

Según el parlamentario, también le hicieron saber el problema del valor del arriendo. Sin embargo, lo que más le preocupa es "la inconsistencia de que los productos que se ajustan a la norma como producto saludable no pueda ser vendido. Ellos están vendiendo un pan especial con productos compatibles con el reglamento", dice el diputado.

Es por ello que informó que envió dos oficios, uno a la ministra y seremi de Salud y otro al alcalde de Calama, Esteban Velásquez. "Los oficios son para que corrijan a la brevedad esta situación y a su vez, saber cuáles son los criterios que se están estableciendo para la venta de productos", expresó el parlamentario.

Ad portas de que comience a regir esta ley, los concesionarios de quioscos están preocupados, pues aseguran que la restricción los va a perjudicar en gran medida. Muchos declararon vivir de este trabajo, pagar estudios a sus hijos con ello y es por eso, que aun cuando no están en contra de la implementación de la comida saludable, piden mayor organización y comprensión de la situación que los aqueja.

"Nosotros somos un aporte en los colegios, por eso creemos que nos deberían tomar en cuenta. Considerar más y entender lo que nos está pasando", concluye Jenny Rojas.

27 de junio comienza a regir la ley 20.606 que restringe la venta de una importante cantidad de productos en los quioscos al interior de establecimientos educacionales

$800 mil pagarían algunos concesionarios por concepto de arriendo para los quioscos al interior de los establecimientos.

50 a 70 por ciento disminuyeron las ventas en algunos quioscos con la implementación paulatina de la normativa.