Redacción

Pasado mañana -domingo 5 del presente mes- finalizará el segundo intento de Los Topos por dar con pistas que ayuden a esclarecer la desaparición de Kurt Martinson, ocurrida en noviembre del año 2014, y que han estado marcadas por el hermetismo de las labores de búsqueda del joven guía al que se le perdió la pista en el poblado de San Pedro de Atacama.

Desde el lunes pasado que doce integrantes del equipo rescatista se encuentran en el poblado andino intentando rastrear y pesquisar pistas o bien algún antecedente que permita develar el paradero del joven.

Trabajos

Pese a que en completo secreto se han mantenido los trabajos de búsqueda, extraoficialmente se ha logrado saber que las labores de búsqueda de los doce voluntarios están centradas en un punto no indagado con anterioridad, descartando el sector de Vilama donde habían explorado rastros que finalmente fueron desechados por Los Topos.

En este segundo intento los profesionales han traído a tres perros, los cuales han apoyado las diligencias rastreando posibles pistas del desaparecido Kurt Martinson en las afueras del poblado turístico.

Ha trascendido también que en los siete días que trabajarán Los Topos en San Pedro de Atacama, lo harán focalizados en pistas y rastros que antes no habían sido explorados y que su labor sería la de confirmar antecedentes que en enero pasado no estuvieron dentro de la planificación de esta organización no gubernamental.

Otro antecedente que ha marcado los trabajos de búsqueda es que precisamente Los Topos y la familia de Kurt Martinson han preferido no entregar detalles de este intento y que ha sido celosamente cuidado por el entorno del joven guía y los profesionales que le rastrean en el poblado turístico de San Pedro de Atacama.

Fiscalía

Aún cuando existe pleno conocimiento de las labores que realizan desde el lunes Los Topos en San Pedro de Atacama, la Fiscalía no ha aportado antecedentes y los fiscales Raúl Marabolí y Eduardo Peña han estado ordenando el expediente en lo que podría llevar este caso a 'no perseverar' en este enigma que ha sido la desaparición del exalumno del Colegio Chuquicamata.

Al respecto ambos persecutores han preferido ser cautos y no entregar detalles de los trabajos de búsqueda de Kurt Martinson en este nuevo intento por hallarle, y tampoco la Fiscalía ha proyectado fechas para el anuncio de un posible 'congelamiento' de este ya emblemático caso de desaparición.

Las próximas horas pueden ser claves dentro de las diligencias establecidas en el poblado y se ha especulado que en estos días podría haber algún anuncio por parte de Los Topos y su trabajo de dar con pistas y antecedentes acerca de esta búsqueda.

En este panorama son muchas las expectativas que hay por desentrañar algún antecedente que explique o bien aporte datos relevantes y verosímiles en el caso de desaparición de un joven loíno, y que de momento ha sido trabajada con extrema prudencia y sigilo por Los Topos en un sector que no ha sido explorado.

Debido a la severidad de las lesiones que presenta Jorge Pérez Zapata, quien fue encontrado la tarde del martes por un conductor que transitaba por la ruta 23 Ch que une Calama y San Pedro de Atacama, continúa bajo la atenta observación de personal médico del hospital Carlos Cisternas.

Desde el centro asistencial han sido reacios a entregar algún informe médico que precise las lesiones que sufrió, como también si presenta alguna mejoría tras ser derivado al hospital, y que permita establecer qué fue lo que realmente le sucedió al malogrado sujeto.

En este sentido han comenzado a circular ciertas especulaciones en torno a lo que realmente le habría ocurrido y que van desde un accidente y hasta un posible ajuste de cuentas que lo habría dejado en estado grave y con permanente atención médica.

El rumor de que habría sido dejado a un costado de la vía luego de un ajuste de cuentas donde Jorge Pérez habría sido maltratado por una violenta golpiza que lo dejó inconsciente y al costado de la carpeta asfáltica, no ha sido descartado por los investigadores.

También ronda la especulación que se trataría de un indigente que rondaba por el sector y que no fue visto por un conductor quien lo habría golpeado involuntariamente, dejándolo con heridas graves.

Investigación

Por otra parte hay "reserva" acerca de la investigación que busca develar qué fue lo que le ocurrió al hombre de 63 años. Carabineros indaga, a través de diferentes variables, los hechos que mantienen internado al afectado a la espera de que su condición de salud mejore y pueda testimoniar qué fue lo que le ocurrió.

No deja de ser curioso para las autoridades el hecho de que un hombre, solo, haya podido desplazarse hasta el lugar y que haya sido víctima de un atropello en plena carretera, aún cuando existen casos como el que afectó a un indigente en la ruta que une Calama y Chuquicamata, quien fue impactado por un camión tres cuartos quitándole la vida en el año 2014.

Si se tratara de un ajuste de cuentas, quedaría en evidencia que la víctima tampoco habría podido llegar por sus propios medios hasta la carretera, por lo que la investigación suma una serie de interrogantes que podrían ser develadas con apoyo de algún familiar, pero tampoco se ha entregado esa información a los medios de comunicación, manteniendo las aristas de este caso en completa reserva.

Mal lo pasó una pareja de pololos que transitaba por el sector poniente de Calama, luego de ser abordados por un delincuente que los amenazó con un revólver para luego quitarles celulares y 120 mil pesos en efectivo, sumando un avalúo de 800 mil pesos.

Según relataron a los efectivos del cuadrante número Dos de Carabineros caminaban a eso de la medianoche por el pasaje Santiago Humberstone, cuando un desconocido los abordó y con extrema violencia los intimidó con un arma de fuego, obligándolos a entregarles sus pertenencias de valor y el dinero en efectivo que portaban en ese momento.

Agregaron además que el delincuente nunca dejó de amenazarlos y que siempre mantuvo una postura agresiva y de matonismo.

Carabineros en tanto hizo una llamado a los jóvenes loínos a evitar transitar de noche por puntos de extrema vulnerabilidad para peatones y no arriesgarse ni portar objetos de valor y que pueden transformarse en un codiciado botín para delincuentes dispuestos a causar daño con tal de lograr sus objetivos, utilizando cualquier arma para la intimidación y agresión.