El mismo delgado delantero que asomaba como figura y en el torneo pasado tuvo su momento de gloria debutando en el primer equipo bajo las órdenes de César Bravo -salió entre aplausos en el duelo en Calama donde derrotaron a Rangers- llegó este fin de semana a visitar a los niños de las series sub 8 y sub 9 de Cobreloa en Santiago. Allí, en el mismo lugar donde forjó sus esperanzas compartió con pequeños niños que lo ven como un espejo. Y cómo no, si hoy se integra a los entrenamientos de la selección chilena sub 20, al mando de Héctor Robles.
"Sabía que estaba la opción de que me nominaran junto a Patricio Acori y por eso fuimos a jugarnos la vida en el partido con Unión Española. Quedamos tristes por no clasificar pero cuando los profesores se acercaron a mi papá para darle buenas referencias mías me ilusione y por suerte me citaron" dice el delantero.
¿Cuál fue la reacción de tu familia?
Mis papás se pusieron a llorar de alegría. Incluso, mi papá me recordó algo que yo no retenía. Me dijo que cuando era niño pasamos por fuera de la concentración de la selección chilena y le prometí que un día iba a estar entrenando en Pinto Duran. Y ahora eso se puede volver realidad.
¿Es efectivo que te quedas fuera por una lesión?
En la última semana de trabajo tuve una lesión en la ingle de la pierna derecha y es un micro desgarro. Pero debo presentarle igual para conocer al grupo e irme integrando.
Estaban viendo a varios, pero de alguna forma, te tocó ser privilegiado dentro de un grupo de varios talentosos...
Tengo claro que he sido afortunado. Hay un tema de buena suerte por estar justo en el momento preciso para debutar en el primer equipo y ser llamado a la selección pero también hay mucho de trabajo. Los profesores -César bravo e Iván Orrego- siempre me dijeron que tenía condiciones y debía aprovecharlas. Y cuando tus entrenadores te están incentivando, uno le mete con todo en cada trabajo, se juega la vida. Y los resultados llegan. Ojalá que a varios compañeros les toque vivir la misma experiencia.
¿Te ilusiona llegar al Sudamericano con La Rojita?
Ese es mi objetivo ahora. Andar bien en el club para que me sigan nominando. Queda mucho por hacer pero estoy feliz por cómo se han ido dando las cosas. El ideal sería poder pelear por ir al mundial, en cancha, con Ignacio Jara -el otro seleccionado sub 20 que hoy está con la selección mayor en Copa América- y representar al club. Los dos somos de Santiago y en la casa de cadetes de Calama somos familia con los demás compañeros. Y nunca pensamos que se nos iba a dar este sueño tan rápido.
¿Y el primer equipo? Porque hay un cuerpo técnico distinto y llegaron jugadores experimentados...
Yo estuve entrenando con ellos. Desde el primer día nos dijeron que iba a estar más complicada la pelea por un lugar en el equipo porque iban a llegar compañeros de mucho nivel. Para nosotros es muy motivante entrenar con gente como Arturo Sanhueza al lado. Te enseñan mucho. Y como soy cobreloíno total, pelearé por una oportunidad en el primer equipo y espero poder jugar y aportar con lo mío para cumplir el otro sueño, el de ver al club de nuevo en primera división.
¿Te ilusiona jugar un mundial?
Mucho, por eso llegó el momento de ganarse ese puesto.
"Yo soy cobreloíno, pelearé por una oportunidad en el primer equipo porque quiero ayudar a que el equipo ascienda".
Pablo Brito, Seleccionado chileno sub 20
El último semestre en la vida de Pablo Brito (18) está marcado por la consecución de sueños. De ilusiones concretas en la vida de un joven que salió desde la cantera loína en Santiago con la esperanza de consolidar una carrera en el fútbol y que poco a poco se fue convirtiendo en realidad.