A altas horas de la madrugada, en una ronda de seguridad, Grover Ayala, dueño de la disquería Ekkos 2000, la más antigua de Calama, notó que dos personas sospechosas se encontraban rondando su local. Aprovechando los rincones oscuros y la poca visibilidad producida por el cierre perimetral que se instaló para renovar el paseo Ramírez y la plaza 23 de Marzo, los delincuentes querían ingresar para llevarse dinero y equipos de gran valor.
Atemorizado por esta situación, Grover no quiso arriesgarse y desde ese día duerme todas las noches en su querida disquería. "A mi vecino, el local Boccado le robaron ya tres veces, también al Shop Dog. Yo justo en el momento preciso logré evitar que entraran a mi local. Desde hace más de un mes que instalé mi cama acá y paso las noches en la disquería", comenta el comerciante.
Pero no sólo eso, sino que varios locatarios denuncian una disminución considerable en las ventas. Todo ello, debido al cierre del paseo producto de la renovación del paseo Ramírez de la ciudad.
Feria artesanal
La feria artesanal de Calama es un lugar tradicional de la zona. Ubicado en el paseo Ramírez, posee una variedad de locales y regularmente es visitado por los loínos, sobre todo por los escolares, quienes al salir de clases pasaban a comprar y cotizar productos del lugar.
Sin embargo, según varios locatarios de este recinto, desde que comenzaron a poner el cierre en los alrededores las ventas y visitas tienen una baja considerable. Esta situación los afecta bastante, pues deben seguir pagando los arriendos y cuentas regulares de su vida cotidiana.
Así comenta Marcos Ramos, quien posee un local comercial de venta de ropa en la Feria Artesanal hace ya varios: "Las ventas me han afectado muchísimo. Bajaron más de la mitad, yo antes podía vender hasta $200.000 diarios y hoy no más de $70.000", cuenta el comerciante.
En cuanto a la delincuencia, recalca que los primeros días y meses los robos se producían todas las noches. "Desde que bajaron las panderetas, ya no hay tanta delincuencia, pero igual hemos realizado reuniones para pedir a Carabineros más seguridad", enfatiza Marcos Ramos.
La única solución para este loíno es que terminen los trabajos en el paseo pronto. Sin ir más allá, Marcos Ramos asegura que las obras avanzan muy lento: "Me gustaría que trabajara más gente, que establezcan más turnos. De repente, no hay nadie trabajando", asegura el locatario. Por el momento Ramos, está realizando todo tipo de estrategias para sobrevivir, como bajar los precios de los productos para aumentar las ventas y buscar otro tipo de entradas. Y de esta forma, poder sobrellevar el mal momento económico que lo aqueja.
Paciencia
Como se mencionó en un inicio, Grover Ayala, conocido comerciante de Calama decidió empezar a dormir en su disquería. Sin embargo, nos comenta que él no sólo se ve afectado por la delincuencia, sino que - al igual que sus otros colegas- las ventas en su local presentan una disminución preocupante.
"En un 80% han bajado las ventas. Yo estoy tratando de hacer algo para subsistir y que suban las ventas, porque ya prácticamente es nulo", dice Ayala. No obstante, recalca que hay que tener paciencia y esperar a que este sacrificio sea por un bien a futuro. "Hay que seguir luchando y tener la esperanza de que esto es para el bien de Calama. Y espero que el paseo sea mucho mejor que el que teníamos antes", puntualizó el comerciante.
La máxima preocupación de Grover es que no entren a su local y se lleven muchos equipos de valor, que incluso son únicos y que no se encuentran en otros lugares. Es por eso que duerme en su tienda, pues dice que se siente mucho más tranquilo que dejando el lugar sin moradores durante las noches.
"No nos queda otra que esperar y aguantar. Yo voy a seguir acá durmiendo hasta por lo menos que terminen las obras del paseo", concluye Grover Ayala.
Queja
Situación similar a la de Grover Ayala, viven los dueños del local Delca System, ubicado en el paseo Ramírez en plena esquina con calle Abaroa. Así nos cuenta una de las encargadas del negocio, Constanza Del Campo, quien reclama que venden cada vez menos. "La gente no pasa mucho por acá, porque está todo cerrado si esto ya parece un laberinto", dice la loína.
Recalca que la situación empeoró porque cerraron mucho más el lugar en el que están instalados, ya que antes había un quiosco y lo trasladaron a otro lugar para avanzar el cierre. "Nosotros pensábamos que estos arreglos se iban a realizar por parte. Primero la plaza, después el paseo, pero no fue así ahora está todo cerrado", recalca Constanza Del Campo.
Explica que esto perjudica bastante las ventas, pues la afluencia de público es bastante menor. "Ya no pasa la gente, no pasan los autos y no se ve nada", dice la locataria. Pero no sólo se han visto afectados por las ventas, sino que también por el miedo a la delincuencia. "Nosotros atendemos regularmente hasta las 21:30 horas pero como está malo el ambiente, ahora estamos cerrando a las 21.
"Nos vamos antes porque, como se oscurece temprano y está todo cerrado ya no hay nadie por acá a esa hora. El cierre, incluso tapa las cámaras de arriba así es que los delincuentes se aprovechan y roban", concluye la loína.
Al igual que los otros comerciantes, pide que se aumente la seguridad y que las obras comiencen a avanzar más rápido, pues son ellos los que están siendo bastante afectados.
Galería Gala
Al igual que la Feria Artesanal, la Galería Gala también se está viendo afectada por las bajas ventas. Sin embargo, muchos de los vendedores dicen que esto sucede con locales en específico. Hay algunos que fueron más atacados por la delincuencia que otros, pero lo que más los aqueja es que no venden como lo hacían antes.
Si bien varios de los entrevistados no quisieron dar el testimonio personal, recalcaron que hay muchos que se encuentran casi en la banca rota. Ello porque a las bajas ventas se le suma el costo del arriendo de los locales, pues no todos son propietarios de los puestos.
Ante esto, se unieron varios afectados para solicitar al municipio alguna situación ante estos hechos. Una de ellas vendría a ser el traslado de los locales más afectados a otros puntos de la ciudad hasta que terminen las obras.
Otros, declaran que no se han visto muy perjudicados. Aun cuando las ventas han tenido una disminución, la clientela habitual sigue acudiendo hasta sus locales para comprar los productos. Pero es una situación que no beneficia a todos por igual.
Comida rápida
Los locales de comida rápida que se encuentran en el paseo Ramírez como Shopdog y Bocado también se vieron afectados por este cierre. Sin ir más allá una de las veces que ingresaron al Shopdog los delincuentes lograron llevarse especies avaluadas en $800 mil como computadores y plasmas.
La primera vez que ingresaron delincuentes, reforzaron los sistemas de seguridad. Sin embargo, encontraron otros lugares por donde entrar, aprovechando la poca visibilidad de las cámaras de seguridad.
Los trabajadores de Bocado también declaran sentirse inseguros. Afirman que ya no ingresa la misma cantidad de público antes a comer y una vez, casi se llevan televisores y cajas registradoras.
Los comerciantes se unieron y han realizado diversas reuniones con el municipio y la Cámara de Comercio para así dar pronta solución a esta temática que los tiene bastante aquejados.
"Desde hace más de un mes que instalé mi cama acá y paso las noches en la disquería".
Grover Ayala Disquería Ekkos 2000
"La gente no pasa mucho por acá, porque está todo cerrado si esto ya parece un laberinto".
Constanza Del Campo Delca System
1 mes y un poco más lleva durmiendo en su disquería Grover Ayala por miedo a que ingresen ladrones al recinto.
80% en promedio han disminuido las ventas de varios comerciantes de los locales ubicados en el paseo Ramírez de Calama.
2017 será el año en que debería ser entregado el paseo Ramírez y culminar las obras de manera definitiva.