Advertencia que tuvo resultados
Los alcaldes de la región amenazaron con un paro si es que no se mejoraba la tributación minera en las zonas productoras. El gobierno prepara respuesta. La molestia, que hace años partió en Calama, ha ido cobrando fuerza en las demás comunas de la región, las que entendieron el fundamento de la demanda calameña.
De no mediar la intercesión de la Presidenta Michelle Bachelet, hoy estaríamos viviendo lo que sería el primer paro regional tras el regreso a los gobiernos democráticos. Los alcaldes de las nueve comunas habían decidido protestar mediante una paralización por la falta de celeridad en proyectos de ley que favorezcan a las comunas mineras.
El principal punto fue exigir una repartición de los recursos del impuesto específico a la minería o también llamado royalty dos. Se exige mayor proporcionalidad con las zonas en las que están instaladas las faenas mineras.
La molestia, que hace años partió en Calama, ha ido cobrando fuerza en las demás comunas de la región, las que entendieron el fundamento de la demanda calameña. Este se funda en que las externalidades de la industria minera quedan en las zonas productoras y la retribución que llega del poder central no la consideran justa.
Por ello se han hecho protestas y marchas, las que no han logrado el objetivo final que es la redacción de una ley o modificar las existentes para favorecer a estas importantes comunas.
Las externalidades no son otras que la depredación de los recursos naturales y la contaminación.
Ambos son aspectos que no se solucionan con una mayor tributación minera, pero que si es necesaria a modo de paliativo una vez que operen las nuevas exigencias ambientales.
El gobierno central, se comprometió a estudiar lo ocurrido y a responder en tres semanas. Será una comitiva encabezada por el ministro del Interior, que llegará hasta la cabecera regional para presentarle sus alternativas a lo solicitado.
Obviamente que la invitación de los alcaldes al gobierno central es para que creen una ley que beneficie a las comunas que representan, que sea un fondo permanente y el pilar de la economía local. Pero lo más probable es que la respuesta vaya por la entrega de fondos acotados contra proyectos, lo que seguramente no gustará pero es lo que por el momento se puede hacer en un país unitario.