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La importancia de conocer los criterios de elegibilidad de los métodos anticonceptivos

FUNDAMENTO. No solo la eficacia en la prevención de un embarazo es un factor determinante, también la protección ofrecida por estos. Es decir, cuán correcta y consistentemente se los usa.
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Tanto en los países más desarrollados como en aquellos que están en vías de serlo, el tema de la planificación familiar ha adquirido en los últimos años una importancia creciente.

Lo anterior está relacionado con la aprobación de diversos convenios y declaraciones internacionales que han establecido que los derechos reproductivos comprenden ciertos derechos humanos y, por tanto, los estados y las sociedades organizadas deben reconocer el derecho básico de todas las parejas e individuos a decidir libre y responsablemente la cantidad de hijos que desean tener, el espaciamiento y tiempo de los embarazos, la información y los medios para hacerlo, y el derecho para alcanzar el mejor estándar de salud sexual y reproductiva.

De hecho, durante la última década del siglo pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió una serie de criterios de elegibilidad de los métodos anticonceptivos u orientaciones clínicas dirigidas a los profesionales de la salud para respaldar su accionar en esta materia.

El factor seguridad

En lo fundamental, dichos criterios definen claramente a quién, en qué momento y bajo qué condiciones se debe indicar un método anticonceptivo específico, con el fin de que tenga el efecto deseado. Y en una última revisión, acontecida en 2015, la OMS modificó algunos de ellos con miras a lograr que la aplicación de los métodos sea lo más segura posible.

En efecto, la seguridad en el uso de los diversos métodos anticonceptivos en el contexto de condiciones médicas y características específicas es uno de los factores clave en este tema, ya sea en lo concerniente a su eficacia como en lo relativo a los efectos que puedan generar para la salud de los individuos que hacen uso de ellos.

"Es muy importante y necesario sopesar la seguridad del método con los beneficios de prevenir una gestación no planificada y, también, por cierto, prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual. Para cada condición médica o característica relevante, a cada método anticonceptivo se le asigna una de cuatro categorías numéricas. Según cada persona, tal vez deba considerarse más de una condición a la vez para determinar su elegibilidad", afirma Danilo Zamora Díaz, matrón, candidato a magíster en Salud Pública y profesor de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso.

Nuestra realidad

En Chile, la incorporación de la tecnología anticonceptiva ha tenido un gran impacto. En la década de 1960, el gran problema de salud pública en este ámbito tenía que ver con la morbilidad y mortalidad producida por los abortos inducidos, las cuales era responsables de entre un 35% a 40% de las muertes totales producto de causas maternas.

"Pero, desde entonces, las políticas implementadas en materia de regulación de fecundidad han tenido un gran impacto en la epidemiología y demografía de la población chilena. Esto se observa, por ejemplo, en el hecho de que entre 1983 y 2011, la tasa global de fecundidad, que era de 2.5 hijos por mujer en el año 1983, disminuyó a 1.9 hijos por mujer en el año 2003, y se ha mantenido constante hasta ahora, con una reducción de un 24%", precisa el especialista de la UV.

Métodos preferidos

En nuestro país, en la actualidad y considerando los nuevos criterios de elegibilidad, los métodos anticonceptivos disponibles y de mayor uso entre las mujeres adscritas a la atención primaria de salud -centros de salud familiar, postas rurales y consultorios- son la píldora anticonceptiva, el implante subcutáneo, el dispositivo intrauterino de cobre y los inyectables. En el mercado existen, además, otros métodos, como son los parches (combinados), anillo vaginal (combinado y de progestágeno) y dispositivos intrauterinos medicados. Y también se debe mencionar el método natural de fertilidad.

Con respecto a los métodos masculinos disponibles en el sistema público, figuran sólo el preservativo y el método quirúrgico o vasectomía.

Eficacia

Según explica el matrón Danilo Zamorano, la elección del método anticonceptivo depende en gran medida de su eficacia en la prevención de un embarazo, lo que -a su vez- implica no solo la protección ofrecida por éste, sino, en especial, cuán correcta y consistentemente se lo usa.

En ese sentido, los métodos anticonceptivos deben cumplir con ciertos requisitos:

Seguridad: inocuidad y efectividad. No debe producir daños ni riesgos.

Aceptabilidad: Dependerá de las necesidades de cada mujer u hombre, de sus experiencias o de la percepción que tengan de ellos.

Fácil uso: no debe generar inconvenientes al momento de usarlo.

Disponibilidad: que esté al alcance de las personas, tanto en el sistema público como en el mercado y que su costo sea accesible para gran parte de la población.

Reversibilidad: que una vez suspendido, el cuerpo logre volver al estado previo a su uso, en un tiempo prudente.

Métodos anticonceptivos de mayor uso y eficacia

Método Tasa de Fallo de embarazo

Implantes de levonorgetrel 5 de cada 10.000 mujeres

Anticonceptivos orales combinados (píldoras) 1 de cada 1.000 mujeres

Inyectable combinado (mensual) 1 de cada 1.000 mujeres

Vasectomía (hombres) 1 de cada 1.000 mujeres

Inyectable progestágeno solo (trimestral) 3 de cada 1.000 mujeres

Esterilización femenina 5 de cada 1.000 mujeres

Anticonceptivos orales de progestágenos 5 de cada 1.000 mujeres

Amenorrea de lactancia 5 de cada 1.000 mujeres

Dispositivo intrauterino (T de Cobre) 6 de cada 1.000 mujeres

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