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Un estudio recomienda divagar para solucionar un problema

SICOLOGÍA. Hablar o escribir al azar y realizar tareas que no exijan al cerebro son algunas alternativas para estimular la creatividad.
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Pamela De Vicenzi

Cuando las personas necesitan concretar una tarea, terminar un trabajo o escribir una carta sufren lo que se denomina en la cultura popular como el "síndrome de la hoja en blanco", una dificultad que podría tener su solución gracias a la ciencia.

Un estudio de la Universidad de Bar-Ilan (Israel) y publicado en la revista Psychological Science sugiere que divagar podría ser una gran alternativa para obtener ideas e impulsar la creatividad.

Divagar consiste en hablar o escribir sin tener algún propósito fijo o determinado. En síntesis, la corriente espontánea de ideas podría dar origen a una que pueda servir para lo que se busca.

Cargas cognitivas

En tres experimentos diferentes, alrededor de 20 personas realizaron una tarea especial: nombrar rápidamente la primera cosa que se les viniera a la mente después de escuchar una serie de palabras.

Sin embargo, en cada experimento los investigadores manipularon lo que denominaron "carga cognitiva" con diversas tareas adicionales.

Por ejemplo, a algunos se les pidió recordar una serie de dos dígitos, mientras que otros ordenaron de manera alfabética las tres primeras letras de cada palabra que se les dijo.

Los investigadores encontraron que quienes recordaron los dígitos, una actividad de carga cognitiva baja, tuvieron una mayor respuesta creativa.

Shira Baror, autora del estudio, explicó que cuando se reduce el estrés mental, "las personas tienen una mayor tendencia a evitar la 'solución obvia' y en su lugar acceden a los pensamientos únicos en su mente".

En otras palabras, cuando el cerebro se encuentra más tranquilo, la persona puede darse el lujo de dejar a un lado la información que almacenan "y tomar un camino más interesante de asociaciones más originales", comentó la investigadora al portal Health.

"mente extraviada"

"Piensa menos, piensa mejor" es el título de un artículo escrito por Moshe Bar, académico y coautor del estudio de Baror, y publicado en The New York Times. En el texto señaló que "nuestras mentes están demasiado ocupadas con los pensamientos que permiten la inmersión completa, aún con lo que está justo frente a nosotros".

En general, el texto de Bar habla acerca de lo que las personas pasan por alto por la "mente extraviada".

"He descubierto lo mucho que pasamos por alto, no solo acerca del mundo, sino también de todo el potencial que se encuentra en nuestra vida interior", expresó el especialista.

Bar mencionó el trabajo que realizó junto a Baror, en el que demuestra "que la capacidad para el pensamiento original y creativo está marcadamente obstaculizada por los pensamientos perdidos, reflexiones obsesivas y otras formas de 'carga mental'".

A su juicio, el estudio refuerza la idea de la novedad y la exploración como una tendencia natural de la mente. En ese sentido, si el cerebro se aferra de lo que reconoce como familiar, la solución será menos interesante.

El neurocientífico, formado en la Universidad Ben-Gurión de Israel, dio cuenta de la tensión que existe entre la exploración y la explotación en la producción de creatividad. Mientras la primera estimula la curiosidad y el deseo de aprender, la segunda se apoya en las expectativas y en la comodidad de un entorno predecible.

Cómo obtener el mejor impulso creativo

Jonathan Schooler, académico de la Universidad de California en Santa Bárbara, señaló al portal Health que el estudio de Baror y Bar se acerca a una investigación que realizó en 2012, en la que descubrió que el mejor impulso creativo surge cuando la persona realiza tareas no exigentes. Las actividades físicas y una buena ducha son parte de las sugerencias que realizó Schooler en su estudio. Baror comentó a su vez que salir de la rutina es primordial para generar soluciones creativas.

Vivir comprometido con el Amor para desarmar el odio

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Leide Lessa

- ¡No me van a aceptar en tu iglesia!

- ¿Por qué no?

- Porque soy gay.

Esa fue parte de la conversación que tuve hace años con un preso, cuando yo servía de capellán voluntaria en la cárcel de Boston. Ese era su concepto, no el mío, ni tampoco el de mi iglesia.

Me gustaba mucho ayudar espiritualmente a las personas en la cárcel mientras esperaban que la corte determinara sus casos. Ese tiempo de espera era una oportunidad para que cambiaran su pensamiento y forma de vivir allí mismo en la cárcel, lo que muchas veces influyó positivamente en sus sentencias.

Para mí era normal invitar a los presos y a sus familiares a que vinieran a la iglesia de la Ciencia Cristiana después de que salieran de la cárcel o de la prisión. Por eso recibí la respuesta anterior.

No tengo prejuicio hacia la comunidad de LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero), pero me doy cuenta de que hay conceptos distorsionados con relación a ellos que necesitan ser corregidos, o por lo menos, aclarados.

La masacre que hubo el 12 de junio en el club gay Pulse, de Orlando, en el cual había muchos latinos, me hizo una vez más pensar en cómo solamente el Amor puede desarmar el odio -el odio a lo diferente, el odio entre razas, religiones y pueblos. Me parece muy importante seguir los dos grandes mandamientos que Jesús nos dio: 1. Amar a Dios -el Amor, Alá, el Padre-Madre y único Creador-y 2. Amar al prójimo como a sí mismo.

El amar al próximo sin prejuicio, sin juzgamiento y sin comparación nos ayuda a vivir mejor y saludablemente, pero hace mucho más que eso: contribuye a la paz mundial. ¿Por qué? Porque amar verdaderamente a Dios y al prójimo nos hace ver que somos una gran familia. Aunque seamos diferentes física y emocionalmente, somos todos hijos del mismo Creador, que no es ni hombre ni mujer, sino puro Amor.

Una prueba de cómo el Amor toca al corazón de todos vino por medio del director ejecutivo del Consejo de Relaciones Américo-Islámicas de Florida, que dijo al Los Angeles Times que la comunidad LGBT luchó contra la islamofobia -hostilidad hacia los musulmanes- y que ahora la comunidad islámica retornaría el apoyo.

Apoyar es una consecuencia natural de amar al prójimo incondicionalmente. Para ayudar a que todos hagan eso, me encanta pensar en lo que dijo la teóloga y metafísica cristiana Mary Baker Eddy en relación al amar sin distinción: "Elevad la mirada lo suficiente, y veréis el corazón de la humanidad tornándose más cálido y conquistador. Sostened la mirada lo suficiente y veréis al varón y a la hembra como uno solo, el sexo o género eliminado… Veréis a todo el universo incluido en una Mente infinita y reflejado en la idea compuesta e inteligente, la imagen y semejanza, … manifestando el Principio divino e infinito, el Amor, llamado Dios…"

Ese tipo de mirada es la oración, la actitud mental y la manera de vivir que todos podemos tener para sanar el prejuicio, para amar sin juzgar, colaborar con la paz mundial, y desarmar el odio con el Amor.

Científicos aseguran que las plantas son capaces de tomar buenas decisiones

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Un grupo de científicos de Israel y Reino Unido demostró que las plantas pueden ser capaces de tomar buenas decisiones, con el objetivo de alimentarse y considerar los riesgos que hay en su entorno. Incluso algunos de sus reflejos pueden ser mejores que los del ser humano.

Los especialistas, liderados por Efrat Dener (Tal Hai College, Israel), diseñaron un experimento con la especie Pisum sativum, el nombre científico de la arveja. La idea era confirmar que las plantas no carecen de sensibilidad para tomar riesgos bajo ciertas circunstancias. Los hallazgos fueron publicados en la revista Current Biology.

Los investigadores hicieron que cada arveja tuviera la chance de extender sus raíces entre dos recipientes. En uno de ellos el nivel de nutrientes fue constante, mientras que en otro la cantidad variaba en el tiempo.

Tras 12 semanas, los científicos midieron la masa de raíces de las plantas. Descubrieron que la distribución de las raíces fue variando dependiendo del nivel de nutrientes que tenía cada recipiente.

En esta primera prueba, las plantas hicieron crecer más raíces en el recipiente en que los nutrientes eran constantes.

En otra prueba, el equipo mantuvo el recipiente con niveles de nutrientes variables y colocó otro que tenía menos alimento del que necesita la especie para vivir. La planta echó más raíces en donde los nutrientes eran variables.

"Hasta donde sabemos, esta es la primera demostración de este tipo de respuesta de riesgo en un organismo sin sistema nervioso", comentó a The New York Times Alex Kacelnik, de la Universidad de Oxford y miembro del equipo del estudio.

El científico puntualizó que el experimento no significa que "las plantas sean inteligentes del mismo modo de los humanos u otros animales. Pero sí que poseen una sensibilidad para evaluar diferentes condiciones".

"Es un experimento que plantea preguntas, no sólo sobre las plantas, sino sobre los animales y los humanos", reflexionó a su vez Hagai Shemesh, del Tel-Hai College.

2 casas de estudio participaron en el estudio sobre la arveja: la Universidad de Oxford y el Tel-Hai College.