Lluvias anegaron a las familias de los campamentos de Calama
SITUACIÓN. El que se vio particularmente afectado fue el de Licantatay. Vecinos piden que les lleven material de construcción para mejorar sus techos.
Mientras muchas familias loínas despertaron y disfrutaron de la lluvia, otras se debieron levantar de madrugada porque sus hogares se estaban inundando. Esta situación la vivieron los calameños del campamento Licantatay, quienes trataron de actuar lo más rápido para evitar que los niños y adultos mayores se vieran perjudicados.
La presidenta de Licancabur, uno de los comités de ese campamento, Angélica Oyarzún, contó que "nosotros habíamos realizado una reunión para organizarnos vía telefónica por este evento y apenas empezó comencé a llamarlas y saber las que estaban en problemas, en estado crítico, especialmente por los niños, porque acá hay muchos, incluso recién nacidos".
La dirigente comentó que una vez que amaneció empezó a hacer un recorrido por todo el campamento y "cerca de siete familias están en malas condiciones, son alrededor de 35 personas, de ellos son 16 niños".
Especificó que la mayoría de las viviendas que se levantaron en ese campamento son de material ligero, por lo que casi su totalidad se vieron afectado por el barro que se originó luego de la lluvia.
"Este es un terreno que nos facilitó la Conadi y debimos construir así, son de material ligero y unas pocas tiene piso de cemento por precaución a los insectos, pero casi todas son de piso de tierra", detalló Oyarzún.
Respecto a las necesidades, argumentó que necesitan ropa de cama y de abrigo para adultos y especialmente para los niños. "Si los calameños quieren venir serán bienvenidos y acá necesitamos de todo. Lo repartimos entre todos", dijo.
Oyarzún, en tanto, criticó la ausencia de las autoridades, "no ha venido nadie y desde Dideco nos dijeron que fuéramos a su oficina a buscar nylon, pero eso es malo, porque no tenemos dinero para ir en locomoción hasta allá. Además, nos dan dos metros de plástico y las piezas son más grandes, por lo que no sirve. Sería bueno que vinieran a ver cómo están estas casas".
Ayuda
Pedro Berna vive junto a su esposa y dos hijos, de 12 y 11 años, en el campamento y desde que empezó la lluvia debieron tratar de salvar sus cosas para que no se les mojaran.
"Se me inundó la cocina, la pieza igual y tengo miedo que el agua que se juntó en el nylon ceda y se nos moje todo. Necesitamos si nos pueden ayudar con plástico o con calaminas, porque todas las que tenemos tienen hoyos", comentó.
Una situación similar vivió Evelyn Berna, quien con sus tres pequeños hijos debió enfrentar este frente climático. "El año pasado también nos pasó lo mismo, pero no tenemos los medios para comprar material de constricción. Vivo sola con mis niños y nos inundamos, especialmente la cocina".
Otra de las familias que se vio afectada fue la de Bernardo Vega, quienes pertenecen a la toma Esperanza, que es detrás de Quetena.
"Somos cinco personas, tres niñas de 13, 11 y 9 años. Fue terrible esta lluvia, porque el viento soplaba, movió las calaminas y el agua cayó directo a las camas, tuvimos que cubrir a nuestras hijas con plásticos. Parecía que llovía más adentro que fuera", contó.
Esta familia pidió de la ayuda de los calameños, "si alguien puede venir a traernos ropa de abrigo o material de construcción se lo agradeceríamos. Si nos quieren contactar nos pueden ubicar en el 988908747".
En tanto, en el campamento Quetena las familias enfrentaron de buena manera el sistema frontal y no habrían existido casos extremos.