La disputa por la titularidad en la zaga de este fin de semana pareciera que queda relegada a tres nombres: Koob Hurtado, Eric Ahumada y Manuel Ormazábal, quienes le sacan ventaja a Matías Álvarez y Maximiliano Gálvez.

Y al ser la primera vez en que el entrenador Carlos Rojas tendrá a los cinco en condiciones de poder jugar, la elección no será fácil.

Uno de los que pudo debutar en Calama con el equipo es el ecuatoriano, quien asume que "yo vine para jugar y es lo que quiero seguir haciendo este fin de semana. Si es con Eric, Matías o Manuel ya lo definirá el técnico, me siento bien con cualquiera de ellos".

El zaguero sabe que la consigna es no recibir goles de apertura de cuenta. "Si empezamos ganando el equipo se ve bien. La idea es mantener el arco en cero".

Por más que exista el compromiso de cumplirles de acá al 20 de agosto, la situación ya se volvió trágica. Todo porque hasta hoy la dirigencia loína adeuda los meses de junio y julio.

Y considerando agosto, son funcionarios del club -administrativos, trabajadores del camping y miembros de los cuerpos técnicos de inferiores- quienes llevan tres meses sin poder cobrar un peso.

Y pese a lo frágil del puesto de trabajo aún prefieren resguardarlo. Uno de los afectados comenta que "por más que uno sea muy hincha de Cobreloa, a esta altura ya es una desesperación económicamente".

No han querido denunciar a tribunales laborales por temor a represalias. Otro de los afectados hace denuncias graves. "Algunos dirigentes son descarados al decirte que buscarán otra gente si hablamos. Los encargados, el dirigente Pedro Malebrán y un capataz que está a cargo nos obligan a trabajar los feriados. Un día dijo si no les gusta me busco a otra gente. El club no está pero ni al metro con la necesidades de los trabajadores, ni ropa de trabajo nos dan", confidenció.

Para el día 20 de agosto hay un compromiso con los funcionarios, donde se les cancelaría la deuda. Esto dependería de un préstamo que está gestionando la dirigencia de Cobreloa con una entidad bancaria.

El presidente del club Gerardo Mella no desconoce deudas y hoy tendrá una reunión definitiva para contar con un préstamo de la banca, por $300 millones que serviría para pagar compromisos pendientes, como los que se arrastran con estos trabajadores.

Ricardo Pinto Neira

Es la noticia que sorprendió a todos hoy en el club de campo. Tal como lo adelantó ayer El Mercurio de Calama, la opción de ceder la filial de Santiago a manos de terceros privados con el fin de poder solventarla -al igual que la tienda naranja y en un futuro próximo, la contabilidad institucional- genera opiniones contrariadas entre hinchas y funcionarios del club minero.

Y una de las opiniones que interesaba conocer es la del entrenador del primer equipo loíno, Carlos Rojas, quien se mostró sorprendido por la medida aunque claramente entiende el trasfondo.

"Con el momento que vive el club hay que buscar formas de ahorrar gastos. Esta es una decisión que tiene que ver con los directivos y al menos yo, tengo cero injerencia en ello. Habría que ver cuál es la fórmula que definieron porque la idea es que ojalá no perjudiquen al club en su patrimonio de jugadores, que no quede en manos equivocadas. Uno cree que todo va a seguir igual, no creo que sea así tan fácil que de repente se deje todo en manos de otros aunque es difícil opinar si uno no sabe cómo fue el acuerdo" expresó el adiestrador.

Rojas recalca la visión que tiene hoy del club, a diferencia del que él conoció como jugador o técnico en ocasiones anteriores. "Antes las inferiores de Cobreloa estaban por cumplir porque el club tenía dinero para traer jugadores de primer nivel. Hoy la cosa cambió y las inferiores deben formar jugadores por un tema de necesidad, Cobreloa tiene que ser ente formador. No sé cómo lo arreglaron para que Cobreloa no pierda futuro, insisto, es difícil opinar y lo único que sé es que allá en Santiago está Mario Soto a cargo. Le voy a preguntar cómo llegaron a esto pero entiendo que lo hicieron a nivel de dirigentes".

Jara

El DT aclaró la situación del seleccionado juvenil Ignacio Jara, uno que no ha aparecido en las últimas nóminas de la preselección que irá el próximo año al sudamericano Sub 20 y buscará un lugar en el mundial de la categoría.

Y pese a que se pensaba que la poca continuidad del mediocampista en el primer equipo era el motivo, "Chifi" se encarga de aclarar que "está en un proceso de trabajo más intenso y específico porque últimamente estaba llegando cargado desde Santiago y estaba arrastrando problemas en sus isquiotibiales".

Y aclara que "si no ha sido citado en la selección es porque nosotros como cuerpo técnico hablamos con el Walo Ahumada -Luis, el jefe de selecciones menores- y Héctor Robles -DT de la sub 20- para pedirle que nos permita trabajarlo para que esté en su mejor nivel allá y acá".