Secciones

La calidad DE una relación de pareja influye en el sueño

ESTUDIO. Las personas cuyos compañeros son receptivos y sensibles experimentan menos ansiedad y, por tanto, un mejor dormir.
E-mail Compartir

Mabel González

El bienestar que entrega una relación de pareja influye en la calidad del sueño, según encontró un estudio publicado esta semana en la revista científica Social Personality and Psychological Science (SPSP).

Según explicó Emre Selçukel, autor principal de la investigación y sicólogo social de la Universidad Técnica de Medio Oriente, centro de estudios localizado en Turquía, los hallazgos de este trabajo académico muestran que los individuos con parejas receptivas y sensibles experimentan menos ansiedad, lo que, a su vez, mejora la calidad del sueño.

Función importante

El equipo de Selçuk recordó que una de las funciones más importantes del sueño es la protección que entrega ante eventuales deterioros de la salud física. No obstante, este rol del descanso solo se logra cuando gozamos de un sueño ininterrumpido y de alta calidad. A esto se le llama "sueño reparador".

Para que las personas puedan tener un sueño reparador, explicaron los académicos, necesitan percibir sensaciones como seguridad, protección y ausencia de amenazas, elementos que se pueden encontrar en varios tipos de relación.

La principal fuente

Sin embargo, en el caso de los adultos, la principal fuente de estas sensaciones sería las relaciones de pareja receptivas y sensibles. En el caso de los niños, en cambio, sería el vínculo con sus padres.

"Tener parejas atentas que puedan estar disponibles para protegernos y hacernos sentir cómodos si algo malo ocurre es la forma más efectiva para nosotros, los humanos, de reducir la ansiedad, la tensión y la agitación", indicó Selçuk, citado por el sitio web de la publicación Social Personality and Psychological Science.

Amplio respaldo

Este nuevo análisis respalda las conclusiones a las que llegó un estudio internacional desarrollado, hace un par de años, por académicos de la citada universidad y otras casas de estudios, entre ellas la Universidad de Cornell (Estados Unidos), la Universidad Estatal Wayne (EE.UU.), la Universidad Bilkent (Turquía) y la Universidad Estatal de Pensilvania, también en EE.UU.

Esa iniciativa, que se basó en estadísticas arrojadas por el proyecto estadounidense Midlife Development, reportó conexiones entre una relación de pareja sana y un bienestar físico y sicológico a lo largo de los años.

"En conjunto, el corpus de las pruebas que obtuvimos en los últimos años sugiere que nuestra mejor apuesta para una vida más saludable y feliz es tener un compañero sensible", opinó Selçuk.

Tema de preocupación

Organizaciones de salud como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) han alertado sobre la existencia de una "epidemia" de la falta de sueño en la población mundial, lo que convierte este fenómeno en una materia de salud pública.

Factores sociales

Según las CDC, no dormir lo necesario puede ser causado por factores sociales de gran escala como el acceso a la tecnología las 24 horas del día y los horarios laborales. Afirman, sin embargo, que trastornos del sueño, como el insomnio o la apnea obstructiva del sueño, también juegan un papel importante. En EE.UU., por ejemplo, unos 50 a 70 millones de adultos tienen este tipo de padecimientos.

Esa entidad señala que la falta de descanso está asociada a accidentes automovilísticos, desastres industriales, errores médicos y profesionales, entre otros.

Las personas analizadas

Para elaborar la investigación, el sicólogo Emre Selçuk y su equipo de la Universidad Técnica de Medio Oriente (Ankara, Turquía) analizaron a un total de 700 personas, cuyas edades fluctuaban entre los 35 y los 86 años. Todas eran parejas que estaban casadas o vivían juntas. El estudio se puede encontrar en el siguiente vínculo: http://spsp.org/publications/social-psychological-and-personality-science.

horas 7 a 9

al día es la cantidad de sueño recomendada por la comunidad médica para la población adulta. 63%

Nuevo mapa de mutaciones genéticas humanas ayuda a diagnosticar enfermedades

E-mail Compartir

Una investigación internacional describió un catálogo de mutaciones genéticas en la especie humana, con su frecuencia y su distribución a lo largo del ADN. Se trata de un mapa que puede ayudar a diagnosticar enfermedades genéticas.

El estudio, publicado en la revista Nature, es fruto de un proyecto internacional dirigido por el consorcio The Exome (ExAC) y en él participa el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona.

El estudio analizó el ADN de 60.706 individuos de diferentes etnias, lo que amplía casi por diez la base sobre la que se habían sustentado los dos trabajos precedentes para conocer el mapa de la variabilidad genética en humanos, que se habían hecho con 6.503 y 2.505 personas.

El doctor Roberto Elosua, coordinador del grupo de investigación del IMIM, destacó que el amplio catálogo de mutaciones genéticas identificado y puesto a disposición de la comunidad científica puede ayudar en el diagnóstico de enfermedades genéticas.

El proyecto describe un catálogo que recoge mutaciones genéticas, su frecuencia y su distribución a lo largo del ADN, información que ahora se puso a disposición de los científicos para contribuir en la lucha contra las enfermedades genéticas.

El ADN, la molécula que se encuentra en el interior de todas las células, contiene la información para fabricar las proteínas en forma de una secuencia de cuatro letras o bases, la adenina (A), la guanina (G), la timina (T) y la citosina (C).

En los últimos años se desarrollaron tecnologías para poder leer la secuencia de estas bases en el ADN de las personas, lo que tiene una gran importancia, ya que el cambio de una de estas bases puede en ocasiones producir una variación en la proteína que fabrica la célula y causar alguna enfermedad.

En esta investigación se identificaron 7,5 millones de mutaciones genéticas.

El análisis

Base diez veces mayor

El estudio analizó el ADN de 60.706 individuos de diferentes etnias, lo que amplía casi por diez la base sobre la que se habían sustentado las investigaciones anteriores.