Empresa acusada de daño arqueológico se había autodenunciado ante Consejo
MONUMENTOS NACIONALES. Presentaron los antecedentes y asumen responsabilidad.
Con la intención de esclarecer las circunstancias que llevaron a la compañía Andes Wind Park a ser denunciada por maltrato de material arqueológico, es que la empresa involucrada reconoce su responsabilidad en el hecho e incluso manifestaron que antes de que los arqueólogos denunciantes presentaran los antecedentes en la PDI, ya se habían autodenunciado.
"Nosotros habíamos solicitado la asesoría para efectuar esta denuncia, ya que reconocemos que cometimos algunos errores durante la implementación de nuestras obras tempranas, lo que nos obligó a buscar apoyo profesional. Nos contactamos precisamente con uno de los arqueólogos denunciantes porque ya habíamos trabajado varias veces con él. Ellos nos habían pedido 126 millones de pesos por este trabajo, lo cual nos pareció muy elevado, así que buscamos a otro antropólogo que nos cotizara el mismo servicio y él sólo nos solicitó 7 millones por exactamente la misma pega", explicó el jefe de la oficina técnica de Gayma S.P.A, Víctor Salinas.
Legalidad
Dentro de las exigencias que planteaban los antropólogos que llevaron a la Brigada de Delitos Medioambientales (BIDEMA) a inspeccionar el sector afectado, es que se paralizaran las obras, pero eso no fue así puesto que argumentan que se habría cumplido con la legislación vigente en estos casos.
"Nosotros informamos a estos arqueólogos que el viernes no íbamos a trabajar con ellos. Nos avisaron que informarían a la PDI, pero nosotros ya nos habíamos autodenunciado el jueves ante el Consejo de Monumentos Nacionales, por lo que habíamos cumplido con lo que exige la ley", explicó Cristián Lincoqueo, asesor medioambiental de la empresa, al tiempo que presenta la carta en que acusa esta falta y la disposición de colaborar en la investigación y reparar los daños generados.
"Declaro ser responsable por la intervención y alteración de los sitios arqueológicos E9, E11, E26 y E30 dentro del proyecto Andes Wind Park. Además declaro conocer las intervenciones de senderos, huellas troperas y de carretera", explica la misiva dirigida al Consejo de Monumentos Nacionales.
Continúa, "para esto se realizarán trabajos de catastro y registro de los monumentos, liderados por la arqueóloga Rocío Mac-Lean y el licenciado Francisco Vera. Con ello nos comprometemos a la realización de todos los trabajos y programas de cumplimiento que dicte y requiera la institución a la que se escribe esta misiva".
Compromiso
Víctor Salinas, manifiesta que esperarán a la resolución de parte del Consejo de Monumentos, para "ver qué medidas reparatorias deberemos realizar por esta falta".
De acuerdo a Francisco Vera, la investigación y resolución en el mejor de los casos podría extenderse por un periodo de dos meses, pero enfatiza que han dado cumplimiento a lo que ordena la Ley, "sino algunos estarían cumpliendo penas carcelarias".
"Al momento que llegó personal de la Bidema a inspeccionar, nosotros presentamos la carta y ellos nos permitieron seguir operando con normalidad. No eludimos nuestra responsabilidad, pero no somos una empresa que actúa irresponsablemente como se nos señaló con anterioridad", complementó Salinas.
La investigación profesional será la que defina los niveles de daño que recibieron estas huellas arqueológicas y las medidas compensatorias que deberán asumir sus responsables.
"Al momento que llegó personal de la Bidema a inspeccionar, nosotros presentamos la carta y ellos nos permitieron seguir operando con normalidad.
Víctor Salinas, Jefe Oficina Técnica de Gayma"
Antecedentes sobre el daño
Son 520 hectáreas de intervención, las cuales tienen 72 puntos de interés antropológico.
56 sitios corresponden a huellas estructurales ancestrales y tres fueron dañadas.
Existen 13 huellas que son preservadas como legado patrimonial. Además de tres estructuras de otro valor histórico.
Dos meses podría durar la investigación respecto a este caso. La empresa Andes Wind manifiesta su postura de colaborar en el proceso.