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ENTREVISTA. Carla Redlich, exseremi de Cultura y el llamado del ministro Ernesto Ottone:

"Mi salida del cargo sólo obedeció a una decisión política, por ser disidente"

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Constanza Caldera Pfeiffer

La abrupta salida de su cargo de la ahora exseremi de Cultura, Carla Redlich, generó inmediata reacción tanto de actores ligados al ámbito cultural, pero también de parlamentarios de la zona, quienes apoyaron o discreparon de la determinación al parecer por "razones políticas".

La solicitud de renuncia fue realizada vía telefónica el martes recién pasado por el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, y según expresó Redlich, el titular de la cartera sin darle mayores explicaciones, manifestó que su cargo era de confianza y que por este motivo solicitaba su alejamiento.

Su participación en una actividad de campaña del candidato a alcalde Jaime Araya (independiente) sería la principal causa de su remoción. El apoyo a candidatos independientes, fuera del pacto de la Nueva Mayoría, por parte de integrantes del gabinete regional, entre ellos, el seremi del Trabajo Pablo Rojas, a pocas semanas de las elecciones municipales ha tensionado el ambiente al interior del oficialismo.

Ministro

¿Cómo le piden la renuncia a su cargo?

-El ministro de Cultura, Ernesto Ottone, me la comunica alrededor de las 18 horas del martes en una llamada de un minuto y medio, sin darme mayores razones, sino que aduciendo a un tema de que era un cargo de confianza y que me pedía la renuncia. Le pregunté, si tenía que ver con algún tema de gestión y me repitió que era un cargo de confianza y que me solicita la renuncia. Yo entiendo, que los ministros en estos casos no dicen la verdad o bien no pueden referirse a los detalles de estas decisiones, y su silencio en el fondo me revela más que otra cosa hubo.

¿Pensó en algún momento que podía pasar?

-La verdad es que me tomó bastante de sorpresa. Bueno sabía que hubo bastante ruido por la aparición de unas fotografías en las redes sociales en las que aparezco participando en una actividad programática de Jaime Araya, que al parecer fue escalando de niveles, y ahí algunos personajes políticos salieron presionando mi salida.

Al hablar de cargos de confianza, ¿en ningún momento el ministro Ottone profundiza que pudo gatillarse por la muestra de apoyo al candidato Jaime Araya?

-No hubo ninguna declaración de él respecto a ese tema. Lo mismo, respecto al intendente Valentín Volta, quien me llamó por teléfono dos horas después, y me manifestó que lamentaba bastante la situación, y que me daba el mayor respeto y apoyo por lo que había sido mi gestión durante este tiempo.

Cuándo habla de esos "personajes" que habrían presionado su salida, ¿a quiénes se refiere?

-Esto escaló de niveles. Y por ahí, se han mencionado a una serie de personajes. Si habría que mencionar a alguien, y que también apareció en un medio nacional, y que me llama también la atención, es la senadora Isabel Allende, que siendo hija de Salvador Allende, quien muchas veces fue disidente en sus propios espacios políticos, sea una de las que esté sindicada como la causante de esta presión. Ella hace no muchos días estuvo en la región, precisamente alentando a este lineamento con los candidatos de la Nueva Mayoría. Es complejo pensar que sea ella una de las causantes, pero perfectamente puede haber sido la senadora.

Imágenes

Cuando difunden las imágenes de Usted y de otros seremis apoyando candidaturas fuera del pacto, ¿hubo alguna reunión de gabinete para abordar este tema?

-Hubo un espacio de conversación al interior de una reunión de gabinete regional. En donde se abordaron estos temas. Hubo diferencias también dentro de la misma reunión. No soy la única que está acusada de ser disidente, y que claro eso genera dimes y diretes dentro del mismo espacio. Y es una tema que se discutió.

Los lineamientos fueron dados por los mismos parlamentarios a través de los medios. Y eso es lo que se discute en el gabinete, se genera una discusión entre los distintos seremis, gobernadores, en cuanto al rol que cada uno debiera cumplir respecto al apoyo de la Nueva Mayoría. Y ahí, claro hay diferencias que se suscitan en ese espacio.

Respecto a otros seremis que mostraron de manera pública su apoyo a candidatos independientes, ¿podría pensarse que también corren el riesgo de ser desvinculados?

-No lo sé, a qué instancias o qué personas fueron a los que finalmente instruyeron determinar o no trabajar para que esto sucediera. Pero sí sé que ello responde cien por ciento a una decisión política, a una decisión que se basa en esta disidencia o en este apoyo a una persona que no está dentro del conglomerado. Eso lo tengo claro, quienes son los personajes clave que están operando para que esto suceda. El espectro es extenso. Pero, ya hemos escuchado a parlamentarios por los medios de comunicación dando declaraciones que tienen que ver con esto mismo, que quien no está apoyando los candidatos de la Nueva Mayoría, tiene que dar un paso al costado.

Al conocerse su apoyo al candidato Jaime Araya, ¿tuvo roces con integrantes del Partido Comunista?

-Ellos nunca hablaron directamente conmigo. Pero yo sabía que había una disconformidad con mi gestión porque no soy militante. Finalmente, todo redundaba ahí en que no soy militante. Por lo tanto, Pablo Iriarte o Salvador Barrientos, consejeros del Partido Comunista, nunca estuvieron conformes conmigo, por no ser militante. Y eso, me ponía en un lugar bastante al margen de las decisiones del partido, pese a que yo comulgo con la mayoría de las decisiones del partido, que me identifico con esa izquierda también. Pero claro, no milito, no estoy inscrita y eso hace una diferencia muchas veces.

¿Eso dificultó su labor como seremi de Cultura?

-Creo que no. Yo tuve además una gestión bastante ligada al conocimiento, a lo técnico. Y eso se aplicaba en los programas, planes, políticas, en el territorio, con los artistas. Con toda esa contención, que ahora se evidencia enormemente, yo estoy muy sorprendida con lo que ha pasado en las redes sociales en Twitter y Facebook. Todo ha generado una contención suficiente para que las definiciones del partido que en realidad en ámbito de la cultura no eran muchas, sino que era algo que yo iba generando también alineada al proceso de gobierno. No habían mayores diferencias en el fondo de carácter de contenido, programáticas, por lo que no habían observaciones a mi gestión.

Pero sí, se me hizo notar algunas veces que yo no participaba activamente de las reuniones, de la militancia.

Candidata

Tiene alguna cercanía con la candidata Andrea Merino?

-No tengo ningún tipo de relación con ella. No tengo ninguna cercanía con ella. Por eso no he participado nunca en sus actividades de campaña. Por lo demás, tampoco nunca he sido invitada a participar. De hecho, mis ofrecimientos en apoyo programáticos en el ámbito de la cultura están siempre con una de las candidatas a concejala del Partido Comunista, Génesis Pizarro, y con la candidata a alcaldesa por Calama Angelique Araya.

¿Con qué sensación deja el cargo?

-Este es un cargo donde sabemos hay una fecha de inicio y de término. Y uno tratará en ese tiempo de generar las condiciones para que todo quienes puedan ser beneficiados con tu acción se sientan acogidos. Fueron casi tres años súper intensos, de harta entrega y mucho trabajo.

Siento mucho dejar este trabajo, porque es una de las cosas que me apasionaba de manera profunda. Yo he dedicado mi vida a esto. No vine aquí a aprender. Yo traía una bagaje que me hacía parte de esto de una manera bastante sencilla.