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Bombarderos nucleares de EE.UU. sobrevuelan cerca de Corea del Norte

TENSIÓN. Fuerte demostración de fuerza, luego del ensayo atómico norcoreano.
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Dos bombarderos supersónicos estadounidenses con capacidad nuclear volaron por el cielo de su aliado Corea del Sur como demostración de fuerza para intimidar a Corea del Norte, después que ésta realizara su quinta prueba nuclear, y también para calmar el nerviosismo en la nación del sur de la península coreana.

Los bombarderos B-1, escoltados por jets surcoreanos y estadounidenses, fueron vistos por un fotógrafo de The Associated Press cuando pasaban sobre la Base Aérea Osan, que está 120 kilómetros de la frontera con Corea del Norte. Los bombarderos probablemente regresarán a su base en Guam sin aterrizar en Corea del Sur.

"protección nuclear"

Corea del Sur no tiene armas nucleares y depende de la "protección nuclear" de EE.UU. como un disuasivo ante Corea del Norte.

Corea del Norte, a su vez, dice que la hostilidad de EE.UU. es la razón por la que necesita un programa de armas nucleares.

El experto nuclear Siegfried Hecker, que ha visitado de forma regular las instalaciones nucleares norcoreanas, estima que Pyongyang podría disponer de material nuclear suficiente para unas 20 bombas a fines de 2016 y la capacidad para añadir unas siete nuevas bombas al año.

"Si se la deja sin cortapisas, es probable que Pyongyang desarrolle la capacidad de alcanzar el territorio continental de EE.UU. con un misil de cabeza nuclear en una década", indicó Siegfried, en el sitio especializado en Corea del Norte 38 North.

Los esfuerzos diplomáticos por despojar a Corea del Norte de sus bombas están paralizados tras la última ronda de reuniones a finales de 2008. Desde entonces, Pyongyang ha acelerado su desarrollo de misiles balísticos y bombas nucleares, pese a las crecientes sanciones.

El enviado especial de EE.UU. para los asuntos de Corea del Norte, Sung Kim, confirmó que Washington y Seúl buscarán juntos endurecer las sanciones. Las medidas tienen que demostrar al régimen que "sus acciones ilegales y peligrosas tienen graves consecuencias", dijo Sung Kim a la agencia Yonhap.

Alto nivel de secretismo marca las campañas por la Casa Blanca

EE.UU. Candidatos reacios a dar información sobre su salud y a viajar con la prensa alimentan las acusaciones de escasa transparencia.
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Mabel González

La actual campaña a la Casa Blanca amenaza con convertirse en una de las menos transparentes en la historia moderna de EE.UU., luego que se confirmara que la candidata demócrata, Hillary Clinton, ocultó el diagnóstico de neumonía que recibió y sólo lo revelara después de una descompensación que sufrió en un acto público por el 11-S.

La controversia ha puesto presión tanto en la ex secretaria de Estado como en su rival republicano, Donald Trump, para que transparenten sus historiales médicos, algo que ya prometieron que harán dentro de los próximos días. A tal punto ha llegado este asunto, que el magnate inmobiliario participará esta semana en un programa televisivo de importante audiencia femenina para abordar su estado de salud junto a un doctor.

Pero esta no es la única cuestión que ha estado rodeada de secretismo en la campaña presidencial. También lo es el tema tributario. La cadena estadounidense CNN recordó que Trump está terminando con décadas de tradición republicana, al no revelar su devolución de impuestos, una información que podría entregar detalles clave sobre sus inversiones e intereses financieros.

A ello se suma el hecho que los dos aspirantes a suceder a Barack Obama se han negado a viajar con periodistas durante sus giras, algo hasta ahora común en la cultura política estadounidense y que persigue entregar una cobertura constante de las campañas.

Baja credibilidad

Un sondeo elaborado por YouGov para el periódico británico The Times mostró que menos de la mitad del electorado de EE.UU. cree en la explicación de Hillary Clinton, actualmente de 68 años, sobre su salud, cuyo mal estado la obligó a cancelar varios viajes de campaña, en momentos en que faltan 12 días para el primer debate con su contrincante y menos de dos meses para los comicios.

Mientras la ex primera dama guarda reposo, su marido, Bill Clinton, y el Presidente Barack Obama hicieron campaña ayer por ella. En un acto en Pensilvania que contó con una gran presencia de afroamericanos, el Mandatario aseguró que "aún queda trabajo por hacer" y pidió el voto por Clinton frente a la "visión pesimista" del candidato republicano.

El equipo demócrata indicó ayer que la ex secretaria de Estado "se siente mejor".

Hillary ignoró el consejo de sus médicos

En una entrevista televisiva, Hillary Clinton admitió que ignoró el consejo de sus médicos, quienes le recomendaron descansar, tras diagnosticarle la neumonía que le provocó un vahído este domingo, durante los actos de conmemoración de los atentados del 11 de septiembre. "Me encuentro mucho mejor, tendría que haber descansado antes, obviamente hubiese sido mejor cancelar mi agenda el viernes, pero, como mucha gente, pensé que podía seguir adelante y eso no salió del todo bien", dijo en CNN.